La crianza de aves en cautiverio, de pasatiempo a negocio lucrativo

Santa Clara/Luis Morales Torres vive entre trinos desde hace 40 años. Este villaclareño se enamoró de la cría de aves en 1967. Hoy, los canarios, la principal raza de pájaros con la que trabaja, no son solo su pasión y principal pasatiempo, sino una forma de ganarse la vida. Como él, otras 10.000 personas en toda la Isla crían más de 30 especies de aves para su venta, según datos de la Asociación Nacional Ornitológica de Cuba (ANOC).

"La cría de aves se ha convertido hoy en el sustento económico de muchas familias", asegura Morales Torres a 14ymedio, que sostiene que las dificultades económicas que se viven en la Isla han llevado a muchas personas a ver este pasatiempo como un negocio lucrativo.

Los mejores ejemplares de canarios pueden ser comprados a los criadores por la ANOC a un precio de 6 CUC y aquellos que presentan una calidad inferior se comercializan a través de los locales de venta de mascotas por 4 CUC.

En toda la Isla hay 17 Cooperativas No Agropecuarias (CNA) dedicas a la cría de aves en cautiverio, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), de un total de 431 entidades de este tipo que han surgido tras su autorización en el año 2013.

Los mejores ejemplares de canarios pueden ser comprados a los criadores por la ANOC a un precio de 6 CUC

Pese a tratarse de un negocio que proporciona beneficios a los criadores, Morales Torres advierte de que "[no] es fácil criar canarios porque sigue siendo costoso y lleva mucha dedicación". Es, también, un mercado no exento de riesgos y expuesto a los errores de aquellos que se acercan a la cría por primera vez.

Al principio, muchos de los pichones de Morales morían porque no sabía preparar un sustituto de la comida blanda que los canarios dan a sus crías en los primeros días de vida. Además, fabricaba las jaulas con ramas finas y varitas de la palmera del coco porque las de alambre y madera estaban lejos de su bolsillo.

Con paciencia, el villaclareño ahorró suficiente dinero para comprar canarios que sirvieron como base genética a varias generaciones de hermosos ejemplares. Aún así, en el proceso hasta convertirse en un criador profesional de aves no han faltado tragos amargos por el camino, como la pérdida de algunas animales depredados por ratones o los duros años del Periodo Especial en los años 90 del siglo pasado, en los que "nadie compraba un pájaro por lo costoso y delicado" que resultaba cuidarlos.

En la actualidad, cuidar uno solo de estos animales sigue requiriendo de una fuerte inversión inicial, ya que los dueños incluyen huevos en la dieta de los canarios. Entre cuatro o cinco canarios pueden llegar a consumir un huevo diario, y dado el desabastecimiento de este producto en la Isla tras el paso del huracán Irma, el proceso de cría se complica y encarece.

Además, preparar otras mezclas con las que se alimentan los pájaros, hechas a base de panizo, semillas de girasol, mijo o alpiste puede suponer un desembolso de 50 CUP cada 20 días para sostener a 15 canarios, pero los propietarios con menos recursos dosifican esta fórmula para que el preparado les dure más tiempo.

Morales Torres, que fue vicepresidente de la agrupación de canarios de color en la Asociación Ornitológica de Villa Clara, no parece un criador descuidado. En su criadero de aves se mueve despacio entre las jaulas, alimenta a unos, mira atentamente a otros y revisa que todo esté limpio y cómodo para sus coloridos animales.

Los clientes que reciben los criadores son gente muy diversa, y van desde propietarios de negocios privados que quieren engalanar los locales, hasta familias que los adquieren porque "cantan muy bonito", especialmente los ejemplares macho. También, a las tiendas de mascotas, acuden muchos padres con sus hijos, que buscan cuidar su primer animal.

La comercialización de aves en cautiverio no solo está destinada a satisfacer la demanda interior, sino también la exportación

Pero, en la Isla, la comercialización de aves en cautiverio no solo está destinada a satisfacer la demanda interior. En Artemisa La Casa de los Pájaros es una de las CNA dedicadas a la venta de aves ornamentales, incluida su exportación e importación gracias a una resolución del Ministerio de la Agricultura. Los criadores que forman parte de la cooperativa se quedan con el 60% de la venta y el 40% restante va a parar a las arcas del Estado.

Durante 2016 esta cooperativa exportó 4.817 ejemplares y las especies más demandadas fueron los pericos y los roseicollis, mientras que los destinos a donde se realizaron envíos incluyen países como México, Canadá, Guatemala, Panamá, Venezuela y Honduras, y otros tan infrecuentes como Corea del Norte.

Como criador experimentado, Morales apuesta por cambiar la mentalidad sobre todo entre "las personas de más edad" y aprovechar que muchos países están interesados en adquirir aves cubanas "para exportar y también para adquirir productos y tecnología que permitan mejorar esta afición".

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