En crisis desde enero, la producción de huevos en Sancti Spíritus "se mantiene en cero"
Las autoridades sacrificaron entre 45.000 y 50.000 aves en los últimos 12 días
La Habana/Con casi dos semanas en ayunas, las gallinas de Sancti Spíritus han dejado de poner huevos. La producción está “en cero”, dijo este miércoles sin rodeos Aliesky Guevara Molina, director de la Empresa Avícola de la provincia, y el sistema de alimentación “está afectado severamente”.
Por si fuera poco, las autoridades sacrificaron entre 45.000 y 50.000 aves en los últimos 12 días, víctimas de la “afectación”, la palabra con que Guevara define el bajón alimenticio de las gallinas y la consiguiente pérdida de peso. Es un número “considerable” y “fuerte”, valoró. Quedan en la provincia 220.000 gallinas, la mitad jóvenes.
Sin comida para las aves, sometidas a reducciones drásticas de su alimentación –en Isla de la Juventud la “dieta” fue de un 50%–, la distribución de huevos lleva meses en crisis en el país. Sancti Spíritus ha declarado estar en “proceso de recuperación”, pero no da señales concretas de mejorar desde el pasado enero, fecha de inicio de la debacle, según Guevara.
Sancti Spíritus ha declarado estar en “proceso de recuperación”, pero no da señales concretas de mejorar
El funcionario se limitó a comentar que “ya los animales vienen recuperando peso” y se espera que comiencen a producir. Lo que falta, específicamente, es pienso, para cuya confección el país debe comprar materia prima en el extranjero. Sin recursos, explica el directivo, hubo que recurrir a un “pienso a base de arroz, en marzo fue arroz solo, en abril se estabilizó un poco y a finales de mayo se volvió a complicar”. Ese último mes, las gallinas tuvieron que ayunar durante cinco días.
En junio hubo cierta estabilidad, pero el mes siguiente volvió a suspenderse el alimento hasta por 10 días. “Después se estabilizó en agosto y parte de septiembre”, pero este mes hubo una nueva recaída. Atrás quedaron los tiempos en que en las bodegas espirituanas se entregaban 10 huevos al mes por cliente.
“En un inicio –antes de enero– se entregó a los consumidores de Sancti Spíritus y Trinidad, después se le dio continuidad el pasado mes y se comenzó a distribuir en dos municipios más: Taguasco y parte de Fomento, y cuando ya veníamos recuperándonos vuelve a la inestabilidad con los alimentos y se detiene nuevamente”, afirma Guevara.
No obstante las circunstancia, el directivo promete que en, en algún momento, se entregarán huevos a “los municipios que faltan desde julio”. En defensa de su oficina, asegura que el problema es nacional. “No es que Sancti Spíritus haya quedado mal”, afirma. “Es un balance de país. Incluso hay muchas provincias que no han cogido los cinco (huevos) de julio. El consumo social estuvo protegido siempre hasta el último momento con las mismas producciones, pero en el momento en que llegó a cero ya no había otra opción”.
El directivo promete que en, en algún momento, se entregarán huevos a “los municipios que faltan desde julio”
El cartón de 30 huevos le cuesta en el mercado informal unos 3.600 pesos a los cubanos que pueden permitírselo y que no quieren esperar a que se cumplan las promesas del Estado. Los problemas en la alimentación de las gallinas, así como las fallas energéticas, que las dejan sin luz y agua durante días, han lastrado la producción de huevos en Cuba, que bajó de cinco millones de unidades al día en 2020 a solo 2,2 en 2023.
Ante esta caída, las autoridades se han visto obligadas a importar de manera masiva el alimento, como lo refleja la expansión de las exportaciones de República Dominicana a la Isla. Solo entre junio de 2023 y agosto de 2024 el dato creció un 1.858,4% interanual. Desde julio de 2023, cuando se empezó a adquirir este producto en el país vecino, hasta el cierre de ese año, el gasto fue de 1,5 millones de dólares, mientras que en los ocho meses que van de este año ya se han invertido más de 5,2 millones de dólares.
También se ha importado el producto desde Colombia, con un primer lote de medio millón de huevos que llegó en marzo pasado, con el objetivo de alcanzar 40 millones de unidades en todo el año.
El problema no se resolverá ni siquiera si la producción vuelve a niveles normales. Al menos eso piensa Guevara, que se lava las manos ante la crisis de transporte y la mala gestión de La Habana. El funcionario dijo que no podía garantizar que el bienestar de la industria beneficiara de forma automática a los cubanos. “Como ya lo hemos explicado”, remató, “no somos distribuidores, sino productores, y es el Ministerio de Economía el que decide qué función les va a dar a los huevos”.