Cuatro naves de guerra rusas, incluyendo un submarino nuclear, llegarán a La Habana este mes
- EE UU descarta que la llegada a Cuba de un submarino nuclear ruso suponga una amenaza
- La fragata Gorshkov y un remolcador escoltarán al petrolero Pashin con capacidad para 9.000 toneladas de combustible
La Habana/Tres barcos de guerra y un submarino de propulsión nuclear pertenecientes a la Marina de Guerra de Rusia estarán en Cuba entre el 12 y el 17 de junio. El Ministerio de las Fuerzas Armadas, que emitió este jueves un comunicado anunciando la visita, aseguró que La Habana y el Kremlin “se acogen estrictamente a las regulaciones internacionales” y que “ninguno de los navíos es portador de armas nucleares”.
El destacamento naval, que realizará una visita oficial al puerto de La Habana, está compuesto por la fragata Gorshkov, el submarino de propulsión nuclear Kazan, el buque petrolero Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker. El ministerio no aclaró el motivo de la visita, aunque todo parece indicar que escoltan al tanquero, que pertenece a la Flota del Norte y tiene capacidad para cargar 9.000 toneladas de combustible.
Los militares cubanos insisten en que el viaje “no representa amenaza para la región” y que estarán haciendo “escala” en La Habana, lo que sugiere que el destino final de la flota podría no ser la Isla. Lo más destacable de la visita es la presencia del K-561 Kazan, un submarino lanzador de misiles con propulsión nuclear que es considerado una de las joyas de la Armada rusa.
La nave pertenece a la llamada clase Yesen –una serie mejorada de submarinos de guerra– y, como el tanquero, también forma parte de la Flota del Norte, que patrulla en torno al círculo ártico. El Kazan tiene 120 metros de eslora –largo– y se supone que contenga en su sala de máquinas un reactor nuclear. Además, puede disparar misiles de crucero 3M-54 Kalibr y P-800 Oniks.
Los militares cubanos insisten en que el viaje “no representa amenaza para la región” y que estarán haciendo “escala” en La Habana
No menos poderosa es la fragata Gorshkov, el barco líder de su clase. Es capaz de ejecutar ataques de largo alcance y una de sus principales funciones es la de escolta. Activo desde 2018 –también en la Flota del Norte–, participó en la primera circunnavegación global realizada por la Armada rusa desde el siglo XIX. Durante ese viaje alrededor del mundo estuvo en La Habana, uno de sus últimos puertos de recalada antes de volver a Rusia.
En 2020, desde el Gorshkov fue lanzado por primera vez el misil antibuque hipersónico 3M22 Zircon, que se convirtió –por orden de Vladímir Putin– en el misil reglamentario de la fragata. También es capaz de disparar, como el Kazan, misiles tipo P-800 Onkis. En cuanto al Nikolai Chiker, construido en 1989 como remolcador y rompehielo, ayudará en el traslado y protección de la flota.
Estados Unidos descartó este viernes que la llegada al puerto de La Habana de los tres barcos y el submarino nuclear suponga una amenaza directa para su seguridad al considerar que forman parte de las maniobras militares regulares de Rusia.
“Los despliegues de Rusia son parte de una actividad naval rutinaria y no nos preocupan ya que no representan una amenaza directa para Estados Unidos”, afirmaron fuentes del Pentágono a EFE.
El Ministerio de las Fuerzas Armadas de la Isla añadió que “durante su estancia, los marinos rusos cumplirán un programa de actividades que incluye visitas de cortesía al jefe de la Marina de Guerra Revolucionaria y a la gobernadora de La Habana. Además recorrerán lugares de interés histórico y cultural”. Es de esperar que la visita de cinco días sea similar a la que, en julio de 2023, realizó el buque de guerra ruso Perekop.
Es de esperar que la visita de cinco días sea similar a la que, en julio de 2023, realizó el buque de guerra ruso 'Perekop'
La mañana de su llegada, la Policía de La Habana bloqueaba el acceso de los cubanos a la zona del muelle, como constató entonces 14ymedio. Ese mismo día, la Cancillería reaccionaba contra la llegada a la base naval estadounidense en Guantánamo de un submarino de propulsión nuclear de la Armada de Washington. La nave, que había estado en la base del 5 al 8 de julio, obligaba a “cuestionar cuál es la razón militar del hecho en esta región pacífica del mundo, contra qué objetivo se dirige y qué propósito estratégico persigue", argumentaba la Cancillería.
Oportunamente, la nota no mencionaba la llegada, días después, de un barco militar con capacidad para 500 soldados de la marina rusa que arribó a la Isla en el segundo aniversario de las multitudinarias protestas del 11 de julio de 2021. Horas después, Estados Unidos respondió a Cuba que tiene derecho a desplazar activos a su base militar de Guantánamo.
"Como ya dijo el Pentágono, seguiremos volando, navegando y trasladando activos militares donde nos lo permita el derecho internacional", señaló al respecto el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en una rueda de prensa.
El Perekop, que entre sus actividades tenía previstas dos visitas para el público cubano, las suspendió sin ninguna explicación. A bordo del buque venía el periodista ruso Alexey Egorov, que abandonó la Isla llevándose gran cantidad de material visual sobre los arsenales subterráneos del Ejército cubano. Meses después mostró en el canal oficialista Zvezda un documental sobre los “tesoros” del armamento cubano: tanques de guerra, lanzamisiles, camiones Ural-4320, soldados capaces de caminar sobre alambre de púas y un laberinto de túneles secretos.