"Los cineastas independientes seguirán filmando sin permisos"
Estos realizadores defienden la libertad de trabajar "de forma guerrillera", al margen del Icaic
La Habana/El Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) intentó esta semana tranquilizar al gremio del cine, diciendo que las nuevas prohibiciones al trabajo por cuenta propia no les afectan. Los artistas habían expresado sus quejas y dudas en redes sociales, pero el ICAIC insistió en una "nota aclaratoria" en que "los creadores audiovisuales y cinematográficos independientes no son cuentapropistas, sino que realizan su actividad desde su condición de artistas, reconocida como una forma de gestión no estatal en el referido Decreto Ley 373".
Sin embargo, tres realizadores que conversaron con 14ymedio este viernes, consideran que es la combinación de ese decreto con las nuevas restricciones lo que pone su labor en jaque.
Uno de ellos es José Luis Aparicio, quien recuerda que el Decreto Ley 373 significó la creación del Registro del Creador Audiovisual y Cinematográfico (Recac), resultado de "un pedido que hicieron durante años los cineastas, sobre todo los agrupados en el G-20", para lograr acceder a posibilidades que antes no tenían.
Aparicio reconoce que ello vino a otorgar "una legalidad a los cineastas para que puedan realizar operaciones que antes les eran imposibles o muy complicadas" y que así, podrían "producir de una manera más industrial, más convencional" y "acceder a fondos, permisos, posibilidades de exportación e importación, todo tipo de trámites".
Sin embargo, ve como un problema el hecho de que hay cineastas que por diferentes razones no les interesa estar en ese registro, "porque sobre todo creen en un tipo de cine independiente más radical y underground", no por los temas y la forma en que los cuentan, sino por principio, porque "creen que pertenecer a una norma estatal que regula a los creadores independientes ya va en contra del concepto independiente".
Pone como ejemplo a los realizadores Jorge Molina o Miguel Coyula, que por decisión propia no pertenecen al Recac pero "tienen una obra que los avala".
Con las nuevas disposiciones, opina Aparicio, artistas como Molina o Coyula "ahora quedan en una situación punible, de ilegalidad"
Con las nuevas disposiciones, opina Aparicio, artistas como Molina o Coyula "ahora quedan en una situación punible, de ilegalidad". Antes, explica, su situación era "de cierta manera, alegal y ambigua" porque, sin tener un lazo con la institución, "seguían trabajando como lo han hecho toda la vida los cineastas independientes, de una manera inespecífica, filmando sin permisos, de forma guerrillera".
"Se trata de una situación muy preocupante para ellos y todos los colegas que tienen interés en que sigan haciendo películas y que no reciban ningún tipo de castigo por hacer su cine", puntualizó Aparicio, realizador de cintas como Sueños al pairo.
Además, continúa, el nuevo escenario deja también "muy mal parados" a los que no son tradicionalmente cineastas y no tienen obras como curriculum para cumplir con los requisitos que dicta la institución o no han estudiado en escuelas de cine.
En cualquier caso, considera Aparicio, el cine independiente, "en todos los tiempos y en todas partes del mundo", se ha hecho más allá de disposiciones legales, decretos, carné, presiones políticas, permisos de filmación o condiciones específicas. "Siempre se ha hecho a pura bomba, a puro golpe de pasión. No reconocer eso en el caso del cine y del arte en general es ceguera del Gobierno a la hora de lidiar con la cultura y con el arte".
El realizador Víctor Alfonso, arquitecto de profesión, apunta a otra arista del problema, una duda que tiene que ver con la lógica: "¿Cómo te registras si no tienes obra? Se necesitan al menos tres obras para poder pertenecer al registro del creador audiovisual, esto es una paradoja. ¿Cómo logras tener tres obras de calidad si no puedes filmar de manera legal? Esa es la gran pregunta pero sinceramente creo que no va a haber muchos cambios, la gente va a seguir filmando y no va a pasar nada".
El realizador Víctor Alfonso, arquitecto de profesión, apunta a otra arista del problema, una duda que tiene que ver con la lógica: "¿Cómo te registras si no tienes obra?
"Van a usar eso para caerle a los nombres que ya tienen marcados", asevera. "Por ejemplo, Iliana Hernández que salga mañana a filmar en la calle le caen con ese pretexto. También ahí entra a jugar el tema de los periodistas independientes".
Mijail Rodríguez, guionista y organizador de la Muestra Joven ICAIC durante varios años, es de la opinión de que el Decreto Ley 373 "fue un logro a medias" de los cineastas después de mucho batallar con la institución. "El resultado no recoge la totalidad de las demandas de esa lucha que llevó el G20 y la Asamblea de cineastas. De ahí que muchos no se sienten identificados con el 373".
"El problema está en que ahora al prohibirse la actividad audiovisual y cinematográfica como trabajador por cuenta propia, de alguna forma declara ilegal toda actividad que no esté avalada por la institución, lo que se agrava por el decreto 349 (que regula la difusión artística en Cuba) que sigue activo", discurre Rodríguez. El Ministerio de Cultura pretende "salvar" a los artistas a través del Decreto Ley 373 o el Recac, pero todo esto, concluye Rodríguez, "es usado muy a conveniencia": "Al final todo funciona como mecanismo de control".
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