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Cuba construyó hasta junio solo el 0,8% de las viviendas que necesita

El Gobierno insta a la siembra de arroz popular para mejorar la ínfima producción del cereal

La Isla necesita casi 450.000 viviendas, pero la ejecución va más lenta que las peores previsiones. / Venceremos
14ymedio

19 de junio 2024 - 13:32

Madrid/No dejó buenas noticias la reunión mensual que el primer ministro Manuel Marrero realiza con los gobernadores provinciales, lo cual no es una novedad. La cita correspondiente a junio desnudó la penosa situación del programa de vivienda en Cuba, donde al cierre de mayo se habían terminado 3.579 viviendas, un 0,8% de las necesidades, según los datos de Dilaila Díaz Fernández, directora general de la Vivienda. 

La cuenta indica que el Gobierno precisa 447.375 inmuebles, incluso a pesar del desplome poblacional por la emigración de los dos últimos años, cuya incidencia se desconoce por el retraso en la elaboración del censo debido a razones económicas, según el régimen. “Como regla general, se incrementan los tiempos proyectados para detener el deterioro y resolver el déficit”, dijo la funcionaria, que calificó de “ínfimos” los ritmos de ejecución. 

Díaz Fernández derivó la responsabilidad a niveles inferiores, práctica cada vez más usual en el Gobierno. “Esto es muestra de la falta de atención de los territorios a lo orientado”, espetó. Por orden de gravedad, el problema afecta a La Habana, Camagüey, Mayabeque, Santiago de Cuba e Isla de la Juventud.

La fabricación alcanza un miserable 0,5% de las necesidades en “todos los renglones”, advirtió la funcionaria

Esta es la consecuencia lógica de una producción de materiales que aún está en peor situación. La fabricación alcanza un miserable 0,5% de las necesidades en “todos los renglones”, advirtió la funcionaria. Llegados a este punto, no cabía otra opción que volver al tema del uso del barro y de la arcilla, que ha sido una constante desde que hace justo un año las autoridades del Ministerio de la Construcción y el grupo estatal Geicon propusieran en televisión dejar los mármoles y materiales nobles para conseguir divisas con la exportación y aprovechar los recursos naturales de la Isla para “que cada una de las regiones pueda obtener sus propios materiales para construir".

En aquel momento, el vicepresidente primero de la empresa estatal, Reynolds Ramírez Vigaud, dijo que las cifras eran mejores en 2023 que el año precedente, por lo que se aspiraba a mejorar la producción, aunque todavía no se alcanzaban “los resultados esperados, a raíz de la situación energética". A la luz de los datos –incluidos, precisamente, los energéticos–, pocas cosas han mejorado, aunque no han cesado las informaciones en la prensa provincial de exitosas producciones locales de ladrillo y cerámica gracias a los hornos, ecológicos o no. 

“En el tema de la vivienda, es una limitación objetiva que no haya cemento ni acero, y en un corto plazo no va a existir un cambio sustancial en la producción de estos elementos. Entonces, ¿qué podemos hacer como Gobierno, que tenemos la responsabilidad ante el pueblo, para que un programa tan importante como este no se detenga? Hacer cosas diferentes a partir de la producción local de materiales”, ahondó Marrero en la cita de ayer para, a continuación, pedir que se busquen más yacimientos de arcilla y construyan más hornos. “Los recursos más seguros que vamos a tener son los que seamos capaces de producir”, remató.

“Los recursos más seguros que vamos a tener son los que seamos capaces de producir”

En línea con esa idea, aunque en un ámbito muy diferente, se transfirió a un nivel inferior la responsabilidad en el cultivo de arroz. Fracasada por completo la estrategia de producción nacional –de las 700.000 toneladas que necesitan para el consumo doméstico, apenas se produjeron 180.000 en 2022–, el Gobierno deriva la iniciativa no ya a las provincias, ni siquiera a los municipios, sino al autoconsumo.

“Tenemos identificado en cada provincia y municipio un número importante de áreas en las que se puede sembrar arroz popular, y con todo el tema de autoconsumo, todas las empresas deben tener áreas, unido a aquellas que podemos asignar en los territorios. Eso es estratégico”, explicó el vice primer ministro, Jorge Luis Tapia Fonseca, que dejó caer la idea de que se está escamoteando el cultivo al Estado.

“Tenemos que estudiar el programa de la cosecha y la compra de ese arroz, porque no llega a los destinos priorizados. Eso tienen que controlarlo los gobiernos en los municipios y provincias”, expuso tras alertar de que hay más arroz sembrado y producido. Admitió, por el contrario, que hay un elemento que puede afrontar el Gobierno: “los incentivos para comprar ese arroz”. 

Ydael Pérez Brito, ministro de la Agricultura, explicó que el objetivo es “aumentar todas las áreas arroceras a pequeña y mediana escalas, entregar semilla de calidad, producir el arroz que demanda el autoabastecimiento de productores, bases productivas y empresas, e incrementar las ventas del cereal en mercados estatales, ferias agropecuarias y consejos populares para sustituir, gradualmente, su importación”. En los últimos años, buena parte del país recibe el alimento básico en su dieta gracias a las compras en el exterior y los donativos de países amigos. Entre ellos están Vietnam y, sobre todo, China, que solo este 2024 se comprometió a enviar unas 20.408 toneladas, parte de las cuales llegaron inicialmente en avión, lo que denota la situación de emergencia.

“Cuando hay un intercambio sistemático con el pueblo, cuando se explican las cosas, aun sin tener las soluciones, la gente razona y comprende”

Manuel Marrero apeló a la población, de cuyo envejecimiento también se habló largo y tendido en el encuentro, y agradeció que, a pesar de la mala situación, “cuando hay un intercambio sistemático con el pueblo, cuando se explican las cosas, aun sin tener las soluciones, la gente razona y comprende”.

“La población tiene que ver –prosiguió– que la estamos acompañando desde el barrio [con] la verdad por delante, la sencillez, la insatisfacción que tenemos ante los problemas que todavía están pendientes”, reiteró.

Al finalizar, tras llamar a que se procuren las actividades de ocio y los suministros para tener “un buen verano”, Marrero pidió planificar la temporada ciclónica y el fin de curso, además de “garantizar las actividades político-culturales para celebrar el 26 de Julio”. Queda solo un mes para saber si sobrarán energía y combustible para el evento. 

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