Cuba seguirá en la lista de países que no cooperan en la lucha antiterrorista con EE UU

Madrid/La Administración de Joe Biden ha vuelto a incluir a Cuba en la lista de países que "no cooperan plenamente" en la lucha antiterrorista, una decisión que mantiene la línea de los años precedentes.

"Por la presente, determino y certifico ante el Congreso que los siguientes países no están cooperando plenamente con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos: Cuba, República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte), Irán, Siria y Venezuela", escribió el secretario de Estado, Antony Blinken en el aviso, publicado este martes en el Registro Federal.

La agencia británica Reuters, que ha adelantado la noticia, consultó con el Departamento de Estado los motivos que han llevado a mantener a Cuba en este listado, pero por el momento no ha dado una respuesta.

La reacción que no se ha hecho esperar es la de la Cancillería de la Isla. "Persisten desde Washington las mendaces acusaciones contra Cuba referidas al terrorismo, abominable crimen que EE UU ha practicado sin escrúpulos y que, con oportunismo, usa como herramienta de coerción política", ha escrito el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, en su cuenta de Twitter.

Es el tercer año consecutivo que el Departamento de Estado, que debe facilitar cada año la lista al Congreso, incluye a la Isla en esta categoría, distinta a la de Estados que patrocinan el terrorismo y cuya decisión aún está pendiente.

A ella se une el cobijo que, según EE UU, ofrece Cuba a criminales buscados y reclamados desde su país por delitos vinculados al terrorismo

En 2020, el Gobierno de Donald Trump agregó a Cuba a esta lista por primera vez desde 2015. En aquella ocasión y sus posteriores, el Departamento de Estado lo atribuyó a la negativa del régimen a extraditar a Colombia a los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional que estaban en La Habana, como pedía Bogotá tras un atentado que dejó más de una veintena de muertos. El Gobierno cubano afirmaba que el protocolo de las conversaciones se lo impedía, pero la razón no convenció a Washington, que no ha dejado de citar esta razón en los informes posteriores.

A ella se une el cobijo que, según EE UU, ofrece Cuba a criminales buscados y reclamados desde su país por delitos vinculados al terrorismo.

Ambas razones se alegan también desde Washington a la hora de sumar a la Isla a la lista de estados patrocinadores del terrorismo, que está pendiente de ser actualizada. Aunque muy similares, las consecuencias son más graves para este segundo caso.

Según explica el departamento de Estado, está prohibida la comercialización o el otorgamiento de licencias de exportación de artículos y servicios de defensa con los países que están en la lista de estados que no cooperan con el terrorismo.

Mientras, en el caso de los estados patrocinadores del terrorismo, se penaliza a las "personas y países que entablen tratos comerciales, se limita la asistencia exterior de EE UU, se prohíben las exportaciones y las ventas en el área de defensa y se establece determinados controles a las exportaciones de artículos de doble uso".

El Gobierno cubano lleva años peleando para desaparecer de estos listados que le dificultan el comercio exterior, y sus esperanzas estaban puestas en la Administración de Joe Biden. El demócrata, que al principio de su mandato dejó entrever que estudiaría un cambio en la política hacia la Isla, no solamente siguió la línea de presión de su predecesor, Donald Trump, sino que emitió nuevas sanciones a raíz de la represión desatada por el régimen contra las protestas pacíficas del 11 de julio de 2021.

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