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En Cuba, el despreciado pepino sí vale y cada día más

La Habana

En un año, una de las verduras más baratas en los mercados ha pasado de 50 a 300 pesos la libra

Esta semana, la libra de pepino ha escalado hasta los 300 pesos en el mercado agrícola de 19 y B, en El Vedado, La Habana / 14ymedio
Natalia López Moya

26 de mayo 2024 - 15:50

La Habana/Valorado por unos y desdeñado por otros, el pepino puede crear una batalla campal en cualquier mesa si entre los comensales hay alguno de sus acérrimos adversarios. Pero hasta hace un tiempo, la mayor parte de las veces, el alimento pasaba desapercibido hasta que su precio lo ha llevado a hacerse notar.

Esta semana, la libra de pepino ha escalado hasta los 300 pesos en el mercado agrícola de 19 y B, en El Vedado, La Habana. Relucientes, de tamaño mediano o grande, los ejemplares que se exhiben en uno de los locales más surtidos de la capital cubana llaman la atención no solo por su buena presentación. "No sé si estoy aquí o en Dubai, porque con este precio no parece que estemos en Cuba", rezongaba este viernes una cliente.

"No sé si estoy aquí o en Dubai, porque con este precio no parece que estemos en Cuba", rezongaba este viernes una cliente

Hace justo un año, a finales de mayo de 2023, este diario registró que el precio de la libra de pepino en ese mismo mercado agropecuario estaba a 50 pesos. ¿Qué carambolas de la vida ha llevado a que en apenas doce meses se multiplique por seis? La respuesta apunta a la inflación circundante que ha elevado el costo de la vida, especialmente de los alimentos. "Para el que quiere comer sano, los vegetales se han vuelto impagables", sentencia la mujer.

"Antes yo compraba más tomate cuando llegaba la temporada, y en el verano en mi casa éramos fieles al aguacate, pero ahora me he ido pasando poco a poco al pepino porque me da más negocio". Según detalla la compradora, la verdura tiene algunas ventajas prácticas que facilitan el quehacer culinario. "Dura mucho si se guarda bien en la gaveta del refrigerador. Incluso puedes cortar un pedazo, hacer una ensalada y dejar el otro trozo para otro día".

Pero la legión de contrincantes del pepino tiene sus adeptos prácticamente en cada casa. "A mi hijo no le gusta porque dice que cuando lo come tiene después problemas con la digestión", reconoce la mujer. "Mi abuela me enseñó que para evitar eso hay que cortarle primero las puntas y frotarlas contra el pepino, también hay que pasarle un tenedor para que le abra surcos", teoriza.

El pepino, junto al boniato y la calabaza, ostenta el cetro al alimento que más se deja en las bandejas de los comedores y en las cajitas de cartón que resultan la ración más completa y barata que ofrecen muchos negocios privados. Mientras los comensales devoran rápidamente el congris, el delgadísimo bistec de cerdo, que parece más cortado con un láser que con un cuchillo, desdeñan las rodajas del fruto con sus blanquísimas semillas.

Gráfico sobre el costo del pepino en el mercado agrícola de 19 y B, en El Vedado, La Habana / 14ymedio

Sin embargo, mientras lo rechazan en sus platos, muchos apelan a él para colocarlo sobre el rostro, preparar brebajes con los que hidratan la piel o ponerlo dentro de vasijas con aguas para beberlo en tiempo de hacer dieta. El autocuidado lo ha elevado a la categoría de producto milagroso que lo mismo recoge las bolsas bajo los ojos que hace brillar a una cabellera hasta hace poco mustia.

"Lo compro para mi madre, pero nadie más en mi casa lo come", reconocía este viernes un joven que por tres pepinos medianos pagó 370 pesos cubanos en el mercado también conocido como La Boutique. "En esta época del año ya no se pueden comprar los tomates porque están muy malos, la lechuga y la acelga ya están perdidas y el aguacate está empezando y el precio está por la nubes, lo que queda es el pepino".

"Mi mamá a veces hace encurtidos y hace días está con la majomía de que hay que prepararse y guardar comida que pueda estar fuera del refrigerador porque con estos apagones todo se echa a perder", detalla el hombre. "A mi no me gusta, porque cuando estuve becado me lo daban mañana y tarde, pero si se me aprieta el zapato me lo como". Eso sí, añade que lo prefiere "con algo de aceite, vinagre y si se le pueden poner unas rodajas de cebolla por encima, mejor todavía".

Sin proponérselo, el joven ha creado un plato que ya cuesta tres dígitos prepararlo en cualquier casa cubana. Una combinación digna de los bolsillos de los residentes de Dubai.

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