Encarcelada hace más de dos años y juzgada hace cinco meses, no le ha llegado aún la sentencia
Presos políticos
Sulmira Martínez, una 'influencer' de 22 años, fue acusada de convocar a protestas por internet
Madrid/La influencer Sulmira Martínez, que lleva 27 meses en la cárcel, aún no ha recibido la sentencia del proceso al que fue sometida hace cinco meses. “Los papeles del juicio no los han mandado para la prisión”, cuenta a 14ymedio su madre, Norma Pérez, desesperada. “Hasta que no lleguen los papeles no le dan ni libertad condicional ni pase, y ya mi hija está pasada de tiempo”.
La joven, de 22 años, conocida como Salem Cuba, fue juzgada el pasado 26 de noviembre en el Tribunal Municipal de Diez de Octubre, en La Habana, luego de que le pospusieran tres veces la fecha –en un principio iba a ser en agosto– y en mitad de un fuerte operativo policial. La Fiscalía pidió para ella 10 años por “desacato” y “delitos contra el orden constitucional”.
Sin embargo, asegura Norma Pérez, los jueces hablaron de una condena de cinco años. Le dijeron que la sentencia estaría lista en 15 días. “¿Hasta cuándo estos descarados van a seguir con esto?”, denuncia. Y explica: “Parece que el fiscal no está de acuerdo con lo que dijo el jurado y está apelando”.
En declaraciones a este diario, la mujer recordó que la petición fiscal “tenía muchas mentiras”, que su hija negó
En declaraciones a este diario, la mujer recordó que la petición fiscal “tenía muchas mentiras”, que su hija negó. Entre ellas, la acusación de haberse comunicado con una creadora de contenido digital, residente en el extranjero, y que esta le hubiera pagado por realizar acciones de protesta en Cuba.
Su angustia viene, sobre todo, porque mientras no tenga en mano el documento, que tiene que enviar el Tribunal Supremo, refiere, no le pueden dar a su hija ninguno de los beneficios a los que ya podría tener derecho.
Detenida el 10 de enero de 2023 por llamar en redes sociales a salir a la calle en “otro 11 de julio”, Sulmira Martínez fue interrogada en Villa Marista, el cuartel general de la Seguridad del Estado en La Habana, donde la filmaron rindiendo una “autoconfesión”. Esas imágenes, que según denunció su madre fueron grabadas bajo engaño, serían difundidas meses después en la televisión oficial.
Tres meses después, la trasladaron a la cárcel de mujeres de El Guatao, donde ha permanecido todo este tiempo en “prisión preventiva”. Su caso ha sido denunciado por organizaciones como Justicia 11J, Cubalex o Prisoners Defenders.