Cuba tiene 11.000 fuentes contaminantes que afectan las aguas
La Habana/Cuba arribará al Día Mundial del Medio Ambiente, el próximo 5 de junio, con 11.000 fuentes contaminantes que afectan las aguas terrestres y las zonas costeras. La información ha sido actualizada por Odalis Goicochea, directora de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), en una conferencia de prensa realizada este lunes.
La cifra resulta muy alarmante, sobre todo si se tiene en cuenta lo menguado de nuestras reservas acuíferas. 2014 fue el año más seco reportado desde que comenzó este siglo y 2015 parece querer competir por ese récord negativo. Con una isla larga y estrecha, sin grandes recursos hidráulicos superficiales o subterráneos, el país está abocado a hacer una mejor gestión de sus residuales para preservar el agua.
El poblado de Guanabo, al Este de La Habana, es un claro ejemplo del drama que está dañando nuestro recurso natural más preciado. Parte de las aguas albañales de la zona urbana termina en el mar y se mezcla con el agua en la que nadan los bañistas. En algunas zonas, el aire hiede por los residuales expuestos en zanjas y charcas, convirtiéndose en un peligro epidemiológico y contribuyendo al deterioro medioambiental en las zonas por donde cruzan las inmundicias.
2014 fue el año más seco reportado desde el 2000 y 2015 parece querer competir por ese récord negativo
Los vecinos han apelado a todas las instancias, incluso han escrito quejas dirigidas a la sección “Cartas del lector” del periódico Granma. Sin embargo, el poblado sigue cayendo por la pendiente de la desidia y el daño ecológico. “Antes esta era una playa bonita, donde venían las familias con niños, pero ahora ha disminuido mucho el número de gente que viene”, refiere Agustín, un residente de la zona y con una casa para hospedar turistas cercana a los famosos Caballitos de Guanabo.
Según el último informe del Citma, Cuba necesita grandes inversiones ambientales, aunque el texto también destaca que las provincias de Villa Clara, Holguín y Artemisa han logrado en los últimos años una mejor gestión ambiental, por lo que esta última ha sido seleccionada para albergar las actividades por la jornada mundial del medio ambiente. Sin embargo, falta un largo camino por recorrer, especialmente en el correcto reciclado de los residuos, la creación de una conciencia social de respeto a la naturaleza y la aplicación de penalizaciones legales a entidades y personas naturales que contribuyan con el deterioro del entorno.
Las soluciones deben comenzarse a implementar con urgencia, porque cada día que pasa el agua se nos escurre entre los dedos de la indolencia.
