Cuba habilita el visado electrónico para agilizar los trámites para los turistas
Su funcionalidad es vista con recelo por el acceso limitado a internet que hay en la Isla
La Habana/Con tres meses de retraso el Ministerio de Turismo cubano finalmente habilitó la eVisa, un sistema que, prometido desde mayo pasado, pretende facilitar los trámites para ingresar a la Isla y captar a una mayor cantidad de turistas. El anuncio lo realizó a través de sus redes sociales el titular de la cartera, Juan Carlos García Granda, quien escribió que “de forma segura, el sistema agiliza y simplifica los procesos de solicitud y gestión de visas”.
La Isla ha promocionado la eVisa como una iniciativa que busca “fortalecer la seguridad y eficiencia en todas las etapas del proceso de visado para el turismo, desde la solicitud inicial hasta el control en fronteras”, así como proveer a los viajeros de un “sistema consular más moderno” y reducir el uso de papel, lo que la convierte en una opción ecológica.
En Cuba, donde el acceso a internet es limitado y los turistas no pueden acceder a la red fuera de los hoteles o zonas wifi, la funcionalidad de la eVisa es vista con recelo, especialmente si se trata de mostrar las credenciales o hacer gestiones en territorio cubano.
En Cuba, los turistas no pueden acceder a la red fuera de los hoteles o zonas wifi, por lo que la funcionalidad de la eVisa es vista con recelo
Por su parte, Turismo promueve una gestión fácil del visado: se necesita un pasaporte válido, un correo electrónico y la respuesta se entregará en 72 horas. La información no aclara, sin embargo, cuáles son los países desde los que se puede acceder a la eVisa, cuáles están restringidos o cuánto es el pago de las tasas por cada nación.
Si se revisa la web, los trámites desde ciertos consulados muestran la cantidad a pagar desde el primer momento. En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, se solicitan 50 dólares a abonar por giro postal o cheque. Desde otros, como España, no se muestran las tasas desde el inicio, aunque es imposible determinar si los viajeros procedentes de ese país necesitan realizar un trámite distinto.
Tras la brusca caída del turismo después de la pandemia de covid-19 –de la que la Isla todavía no se recupera–, todos los esfuerzos del régimen se han centrado en atraer viajeros a toda costa. Los chinos, unos de los turistas más codiciados del mundo por las grandes sumas que gastan en sus viajes, son quienes acaparan actualmente la atención del régimen.
La exención de visados, el establecimiento de una ruta aérea de Pekín a La Habana y la adaptación de los hoteles, excursiones y programas a las expectativas de los turistas han sido algunas de las medidas que ha tomado recientemente Turismo para atraer a los viajeros chinos.
Tras la brusca caída del turismo después de la pandemia de covid-19, todos los esfuerzos del régimen se han centrado en atraer viajeros a toda costa
Al otro lado de la balanza está el turismo europeo, especialmente el español, cuyos números de arribos siguen cayendo. En la primera mitad de este año, las visitas de viajeros provenientes de Alemania disminuyeron un 4,1%, de Francia un 5%, de Italia un 17,9% y de España –el más preocupante– un 23,2% respecto al mismo período de 2023.
El régimen ha intentado ganar turistas de estos países a través de festivales y eventos en los destinos de sol y playa, que resultan más atractivos para los europeos. Un ejemplo es la segunda edición del controversial Santa Maria Music Fest, programada para el próximo noviembre, cuando comienza la etapa de alza turística.
El primero de estos eventos, realizado en agosto de 2023 y con un público en su mayoría cubano, sirvió como una especie de ensayo para las autoridades, que este año buscan público extranjero. Un evento de dominó, conciertos de música electrónica y un festival de comida gourmet en Varadero son otras de las opciones por las que ha optado el Gobierno para impulsar el turismo.
Los números de este año, sin embargo, no acompañan a las aspiraciones del régimen, que planeaba recibir en total 3,2 millones de turistas. Al cierre de junio solo se contabilizaban 1.309.836, apenas un 0,9% más que en el primer semestre de 2023, cuando la meta era mucho menor, de 2,4 millones.