Cuba importó en 2023 un 73,5% más de combustible para generar energía, según la Onei

Las renovables cayeron un 6,4% con respecto al año previo y apenas supusieron un 3,6%, muy lejos del objetivo oficial del 24% para 2030

Una de las centrales flotantes turcas contratadas por La Habana, captada en Santiago de Cuba en octubre de 2023
Una de las centrales flotantes turcas contratadas por La Habana, captada en Santiago de Cuba en octubre de 2023 / 14ymedio
EFE/14ymedio

03 de junio 2024 - 22:02

La Habana/Madrid/Cuba importó en 2023 un 73,5% más de combustible que el año anterior para generar electricidad y compensar así, principalmente, la caída de la producción de sus obsoletas centrales termoeléctricas.

Esta es la principal conclusión que se desprende del informe anual Electricidad en Cuba. Indicadores seleccionados 2023, que publicó este lunes la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei) sin ninguna referencia a los frecuentes apagones que sufre el país.

La generación nacional bruta cayó en 2023 un 2,5% respecto al año previo, hasta los 15.331,1 gigavatios hora, casi de forma exclusiva por el descenso de la producción de las denominadas empresas de servicio público, categoría conformada principalmente por las siete centrales termoeléctricas del país (que emplean crudo nacional), según estas cifras.

La importación de energía eléctrica repuntó un 73,5%, de los 2.590,7 a los 4.493,8 gigavatios hora, en forma de combustible que fue empleado (directamente o tras su refinado) en los 1.356 grupos electrógenos distribuidos por todo el país y las centrales flotantes rentadas.

La energía generada por el combustible importado alcanzó el equivalente al 31% de la producida en centrales térmoeléctricas con petróleo nacional

De esta forma, la energía generada por el combustible importado alcanzó el equivalente al 31% de la producida en centrales térmoeléctricas con petróleo nacional.

El consumo se incrementó un 8% en términos interanuales, impulsado en gran medida por los aumentos de la demanda estatal (15,6%) y la residencial (12,2%).

La pérdida de energía eléctrica tanto en su transmisión como en su distribución se elevó en un 8,4% en términos interanuales y, siempre según las cifras de la Onei, supuso un 18,7% de la generación total de energía.

Los combustibles fósiles supusieron el 96,4 % del mix energético cubano, mientras que las renovables apenas supusieron un 3,6% luego de que su producción cayese un 6,4% con respecto al año previo. Muy lejos queda, así, el objetivo declarado de que las renovables supongan el 24% para 2030.

El pasado marzo, se anunció, por un lado, dos contratos con empresas chinas para instalar 92 parques solares en la Isla y, por otro, que España apoyará la construcción de otro parque solar en territorio cubano con ayuda de fondos de la Unión Europea. De este no se dieron detalles de fechas, pero sobre los chinos, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, dijo que aportarán "de manera paulatina" más de 2.000 megavatios (MW) al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

El problema, sin embargo, son los plazos, una de las grandes desventajas de las renovables: el primer parque deberá finalizarse en mayo de 2025 y el segundo, el mismo mes de 2028.

Mientras tanto, el sistema eléctrico cubano sigue agonizando. Con más de cuatro décadas de uso y la falta crónica de inversiones, sus centrales traquetean. se encuentran obsoletas tras más de cuatro décadas de uso y la falta crónica de inversiones y mantenimientos adecuados. La propia Unión Eléctrica ha admitido que Cuba podría necesitar 10.000 millones de dólares para reparar sus plantas.

A la crisis inacabable eso se ha sumado este año la escasez de combustible importado, por falta de divisas del Estado cubano y problemas de distribución. Los apagones han sido frecuentes entre enero y marzo y desde principios de mayo, lastrando el rendimiento económico y generando protestas y malestar social.

También te puede interesar

Lo último

stats