Cuba en su mapa turístico
La Habana/En el año 1959 Cuba era el destino turístico más importante del Caribe. Un década más tarde, a raíz del embargo decretado por EE UU y del desinterés del Gobierno cubano por el turismo de masas, otras áreas del Caribe se beneficiaron del boom en ese sector y absorbieron a los visitantes estadounidenses.
No es hasta la caída del campo socialista que el Gobierno cubano, necesitado de ingresos, mira de nuevo a la industria sin chimeneas. Entonces comienza a hacer inversiones en la infraestructura hotelera, fundamentalmente en La Habana y Varadero. En esta etapa se desarrollan también Cayo Largo del Sur y las cayerías al norte de la Isla. Se apuesta por el turismo de sol y playa pero también, en menor medida, por el de naturaleza, médico, cultural y de convenciones. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, Cuba no ha logrado posicionarse entre los destinos líderes de la zona.
La vecina Riviera Maya, franja costera de 130 km que comenzó su desarrollo en 1999, es hoy el destino más importante de México y uno de los más visitados del mundo con 3.610.367 de turistas el año pasado y más de 20.000 habitaciones en 60 hoteles de clase internacional. Punta Cana ha cambiado la economía de la República Dominicana. Su desarrollo empezó en la década de los setenta y hoy sus 50 kilómetros de playas cuentan con 28 mil habitaciones, 15 campos de golf y más de dos millones de visitantes al año.
Estos destinos basan el éxito de su gestión en las bondades del entorno -como en el caso de Riviera Maya con el aderezo de las ruinas de Tulum y los famosos cenotes-, lo que explica también el alto índice de repitencia de los visitantes. Su prestigio se debe también al hecho de concebir la gestión turística como un producto, alcanzando altos niveles de satisfacción entre los visitantes.
El conjunto de los centros turísticos y de interés de Cuba no puede competir con los mencionados destinos. El turismo creció un 17% entre 1992 y 2002 en la Isla, pero entre 2002 y 2014 el incremento solo fue de un 3,7%. La ciudad de La Habana, nuestro principal polo, cerró el año pasado al mismo nivel de 2006. Santiago de Cuba recibió 140.000 turistas-noche menos en 2012 que en 1999.
Cuba no ha logrado posicionarse entre los destinos líderes de la zona
La costa sur no ha sido privilegiada. Enclaves como la propia ciudad de Santiago, Cienfuegos, Trinidad, Sancti Spíritus, Ciénaga de Zapata, Guantánamo, Isla de la Juventud, apenas han crecido. Las graves afectaciones de la infraestructura hotelera por sucesivos eventos meteorológicos en Santiago de Cuba o Cayo Largo no han sido recuperadas.
El turismo de origen europeo se ha contraído en un 29% desde 2005 y la visita de cubanos residentes en el extranjero (considerados dentro de la cifra de turistas) se redujo en un 6% entre 2011 y 2013. Por el embargo norteamericano, Cuba apenas recibe turismo estadounidense, un fuerte emisor para Riviera Maya y Punta Cana. La misma causa tampoco permite recibir los beneficios de una modalidad muy extendida en la región que es el turismo de cruceros.
Nuestra área geográfica, muy enfocada en el turismo de sol y playa todo incluido, se ha vuelto muy competitiva en la relación calidad-precio. Sin embargo, el mejor índice de ocupación de nuestras instalaciones turísticas es del 62%, mientras Punta Cana y Riviera Maya mantienen un 75% y un 72,7% respectivamente. La modalidad del todo incluido ofrece varios niveles de acuerdo al poder adquisitivo del turista. Así, en Punta Cana se puede acceder desde un económico fin de semana en Playa Macao hasta el máximo confort y lujo en el Gran Meliá Playa Bávaro. Igual ocurre en la Riviera Maya, desde un hostal familiar en Ciudad del Carmen hasta el Club Premium De Luxe Maya Palace, con chef y demás servicios personalizados además de marina privada.
En Cuba hay que importar la mayoría de los insumos para el turismo, por lo que la ganancia neta por visitante se reduce drásticamente. En el paquete todo incluido el turista apenas gasta fuera de la instalación hotelera. Solo con una oferta de calidad se puede aspirar a competir en ese sector del mercado.
Apostando únicamente por el turismo económico, Cuba no logrará liderar como pretende. Cinco polos de sol y playa todo incluido recibieron el 78% de los turistas-día en 2012. Se debería apostar por otros valores pero la campaña de mercadeo para diversificar las modalidades no se ha hecho con efectividad, y el año pasado hubo una disminución de 0,5 turistas-día. Otro elemento que gravita desfavorablemente sobre nuestra industria turística es la dualidad monetaria y la tasa de cambio del dólar estadounidense. Y claro está, el embargo norteamericano, pero ese elemento desestabilizador de las cifras no depende de Cuba.
En este escenario, el Ministerio del Turismo se propuso para 2014 el arribo de tres millones de turistas. Sin embargo, los medios oficiales ya han empezado a poner en duda la meta, debido a la desaceleración que ha mostrado la llegada de visitantes en los últimos meses. Otra vez, parece que el mágico número se nos escapará de las manos, mientras otros destinos de la zona mantienen su crecimiento.