La otra Cuba: lujo, buen gusto y precios desaforados de la mano de un italiano exitoso

La Habana/La nueva tienda de alimentación Home Deli, inaugurada a principios de junio en la calle 12, entre 21 y 23, en el corazón de El Vedado habanero, no es como las que se acostumbra a ver en la Isla. Limpia y surtida, decorada con cierto estilo "rústico" europeo, era un imán días después de que abriera oficialmente sus puertas. La emoción decaía al comprobar los precios de los productos, casi todos importados.

Una bolsa de pan, con seis piezas, 800 pesos, o una pequeña bolsa con lechuga lavada y cortada, 70 pesos, y 2.100 un queso pequeño. El costo de las carnes era estratosférico: 20 brochetas de cerdo por 1.400 pesos, 4.500 pesos el kilogramo de carne de res, 2.000 el de pechuga de pollo, 2.000 el de picadillo de res, 3.000 el de salchicha italiana.

La bolsa de leche en polvo, similar a la que venden en otros lugares, se veía reempaquetada, sin marca, y costaba 1.900 pesos un kilogramo y 950 pesos medio kilo. Como curiosidad, tenían a la venta pasta "artesanal", de calabaza y de moringa, a 450 pesos la bolsa.

Promocionada como una tienda especializada en productos de Italia, ofrecen aceite Arioli (3.600 pesos un litro), galletas Balocco y Mulino Bianco, vinagre De Nigris, pastas De Cecco, café Lavazza o arroz Scotti. También, otras etiquetas de importación, como las españolas Vima o Carbonell y la japonesa Kikkoman.

Los empleados del comercio, todos jóvenes y bien parecidos, se deshacen en atención y amabilidad hacia todo posible cliente, aunque, eso sí, no dejan de vigilar el mínimo movimiento y disuaden de tomar fotografías con gesto severo.

La mayor parte de los que entraban al comercio, deslumbrados por la variedad y calidad de los productos, salían desanimados tras una vuelta por los anaqueles. "Está muy bonito y muy bien puesto, pero este es el mercado más caro que he visto hasta ahora", decía una mujer mientras salía con las manos vacías.

Sin embargo, la ley de la oferta y la demanda es implacable incluso en Cuba: si ponen esos precios es porque alguien los paga. A este diario le consta que Home Deli tiene una nutrida clientela entre los diplomáticos destinados en la Isla, además de los emigrados que, a través de páginas como Katapulk o TSO, compran en divisas alimentos para sus familiares dentro del país.

Quienes pueden comprar en la tienda, están felices, a pesar de los costos. "Es el único lugar donde puedo conseguir los productos que requiere una verdadera receta italiana", dice Lucía, una cubana que reside en Milán y se encuentra de vacaciones en Cuba visitando a sus padres.

Además, elogia su clientela fiel, "hacen unas tartas de espinaca realmente sabrosas y únicas en Cuba, sin hablar de los postres. No es como otros privados, que viven de la reventa de productos".

El éxito de Home Deli ha sido fulgurante. No solamente tiene esa nueva tienda en El Vedado, sino otra en el municipio de Playa (avenida 19 entre 74 y 76) y una tercera en Cerro (calle Daoiz 318, entre Colón y Pizarro). Además, tienen un punto de venta en el mercado de 3ra y 70. Un sistema de reparto eficaz a domicilio lo vuelve un negocio tan moderno como cualquiera en un país donde rige el libre mercado.

La empresa, sin embargo, no solamente opera con esa marca. Dirigida por la cubana Diana Sainz y su marido, el italiano Andrea Gallina, tal y como aparecen en sus redes sociales, está registrada con el nombre de Mercadiana en la lista de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) y con el objeto de "servicios gastronómicos". En Italia, tienen la empresa Gainz SRL, nombre que junta los apellidos de los dueños y que a la sazón es la proveedora de Home Deli.

Juntos, llevan también el Café Bohemia y el hotel adyacente, Estancia Bohemia, en La Habana Vieja, así como el Paseo 206 Boutique Hotel y el café en sus bajos, Ecléctico, en El Vedado. No es infrecuente verlos en alguno de esos locales, atendiendo con trato exquisito a la clientela, tal como ha constatado este diario.

"La palabra estándar no existe para nosotros", declaraba Gallina para un reportaje publicado en OnCuba sobre su establecimiento de Paseo 206, que definen como "un lugar con un sello propio, nacido de la combinación de ambas culturas" y "un cálido abrazo entre Cuba e Italia", y donde el lujo y el buen gusto son patentes.

Lo mismo se observa en Estancia Bohemia (San Ignacio 364), donde la noche cuesta 187 dólares, según las páginas de reserva. El Café Bohemia es, por lo demás, lugar de encuentro de funcionarios de cultura, ostensiblemente de la Oficina del Historiador de La Habana, según sus propias publicaciones en redes.

Desde que comenzaron a proliferar en las calles de La Habana, hace más de un año, los negocios privados generan, en primera instancia, desconfianza. El hecho de que algunas de estas (mipymes) operen en locales estatales sin que medie ningún tipo de anuncio o concurso público no hace sino aumentar las suspicacias.

Si a eso se une los acuerdos entre Cuba y Rusia, los últimos de ellos ratificados el mes pasado en un foro de empresarios entre ambos países en La Habana y que evidencian que Moscú quiere tener un papel protagónico en la inminente apertura económica de la Isla, las dudas son difíciles de disipar.

Por otro lado, sobre todo negocio privado y exitoso en el país, desde que fue permitido el trabajo por cuenta propia, planean siempre interrogantes: "Esto no se lo dejan hacer a cualquiera, ¿qué figura con influencias estará detrás?".

En el caso de Home Deli, sus dueños nunca se han escondido, al contrario, presumen de sus logros tanto en sus redes como en foros de empresarios e incluso medios oficiales. "Diana es una emprendedora cubana que ha establecido pautas importantes en el sector del ocio y de los alimentos en Cuba", ensalzan en un post de Instagram.

La firma ha dado sensatos consejos capitalistas: "Mercadiana, una mipyme de comercialización y producción de alimentos, enfatizó en la necesidad de eliminar la burocracia a la hora de gestionar los trámites empresariales, así como revisar los montos fiscales que le corresponden pagar por lo elevado que son, ya que podría poner en riesgo la supervivencia de las empresas", recogía por ejemplo Cuba en Resumenel año pasado.

En cambio, Diana Sainz no ha contado por qué decidió repentinamente cambiar el apellido que heredó de su padre, Ricardo Sáenz, uno de los fundadores de la agencia Prensa Latina y la revista Bohemia.

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