Cuba no publica sus datos de dengue pero Ciego de Ávila sí: 578 en una semana

La Habana/Con 578 casos febriles identificados en la última semana, la situación del dengue en Ciego de Ávila sigue siendo la más crítica de la Isla. Las estadísticas locales, ofrecidas de manera fragmentaria por autoridades, son el único indicador disponible para calibrar la magnitud de la enfermedad en Cuba, un país cuyo Gobierno se niega a revelar la cifra total de contagios.

Un extenso reportaje publicado por el diario oficialista Invasor muestra pesimismo ante la posibilidad de reducir los focos y admite que el índice de infestación subió al 0,37, del 0,05 que el Ministerio de Salud Pública considera "permisible". Todos los municipios presentan casos, pero hay mayor incidencia en Morón, Ciro Redondo, Baraguá, Majagua y la capital provincial.

Ante la crisis sanitaria y las pésimas condiciones en los hospitales, los cubanos siguen evitando el ingreso y optando por un tratamiento doméstico, que se complica por la falta de medicinas. En Ciego de Ávila es habitual el serotipo 2 (DEN-3), el que con más frecuencia se transforma en dengue hemorrágico "cuando pareciera que la sintomatología va en descenso".

Además, lamenta el diario, en los municipios son habituales las "puertas que se cierran ante la fumigación o la inspección", y las autoridades deben hacer "malabares" para que los pocos insumos disponibles para ejecutar la interminable "campaña contra el mosquito". Las excusas más habituales, señalan, son que el residente "tiene un hijo asmático", "está ocupado" o "cocinando".

Por si fuera poco, en la Isla faltan los mosquiteros, indispensables para impedir la picadura del mosquito en horario nocturno, y los pacientes no suelen respetar el reposo que se les prescribe

Por si fuera poco, en la Isla faltan los mosquiteros, indispensables para impedir la picadura del mosquito en horario nocturno, y los pacientes no suelen respetar el reposo que se les prescribe.

El subdirector provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Ciego de Ávila, José Luis López González, describió el proceso de fumigación en los municipios. Primero, se realiza un "bloqueo" alrededor de la residencia del caso que se diagnostique, consistente en la aplicación de un veneno "adulticida" contra el mosquito Aedes Aegypti en las casas vecinas, lo cual permite "usar el producto químico sin petróleo", que también está en falta.

Luego, proceden a fumigar con aspersores solamente la vivienda y no la cuadra. Sobre esta medida, López González admite que "la población desconfía de su alcance", aunque asegura que "sí es efectiva. Mosquito que se pose, muere".

Las autoridades insisten en que la mayoría de los focos se localizan dentro de las casas, en vasijas con agua o para animales, y son pocos los que, como Maricel Ramos, una de las supervisoras de los operarios de fumigación el consejo popular Onelio Hernández, en Ciego de Ávila, opinan que la mayor responsabilidad están en los "basureros, en terrenos baldíos, en las aguas albañales y en las derivadas de los salideros".

El artículo critica a aquellos cubanos que han decidido no acudir a los hospitales y que, en muchos casos, no afectan las estadísticas de contagiados. La mayoría de los pacientes diagnosticados como graves, indica López González, ya habían permanecido varios días en sus casas sin acudir al médico.

El artículo critica a aquellos cubanos que han decidido no acudir a los hospitales y que, en muchos casos, no afectan las estadísticas de contagiados

Invasor reconoce que son usuales las interrupciones en el conteo de casos por falta de reactivos en los laboratorios, lo cual, "por lógica", hace descender los índices de afectados. En seis horas de labor diaria, el Laboratorio Provincial de Microbiología puede procesar alrededor de 50 muestras, pero sin las condiciones y materiales necesarios, ninguna estadística refleja realmente la gravedad de la situación. "Los números, a veces, no cuentan toda la verdad", afirma el diario provincial.

En Ciego de Ávila se implementa la técnica Suma (Sistema Ultra Micro Analítico), lo cual ha permitido que también en los municipios se realicen análisis, "sin mayores contratiempos que los altibajos con los reactivos", suaviza el diario.

Las autoridades han llegado a aceptar el tratamiento domiciliario, un "comodín" –como lo califica el periódico– para reservar las instalaciones hospitalarias para los pacientes más graves, quienes presentan vómito, diarrea, dolor abdominal y sangramiento, así como los niños.

A todo esto, en la reunión del grupo temporal de trabajo para el control del dengue y el covid-19, el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, expuso con el triunfalismo habitual que la enfermedad había disminuido un 13,2% con respecto a la semana anterior.

No mencionó a Ciego de Ávila, Camagüey e Isla de la Juventud, que reportaron más casos. Tampoco en esta reunión la dirección del país ofreció el número de contagios que tiene la Isla, una cifra que el Gobierno cubano ha tratado con el mayor secretismo.

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