Un año sin ropa ni zapatos nuevos
Desde hace un año las tiendas estatales apenas venden algo más que alimentos y productos de aseo
La Habana/Miami/En un portal de El Vedado habanero ha abierto esta semana una "venduta". A pocos metros de donde, antes de la llegada de la pandemia a Cuba, había un próspero y glamuroso restaurante, ahora se levantan las perchas con ropa de segunda mano, en un intento de recabar algo de dinero por parte de los desesperados emprendedores próximos a la céntrica calle 23.
Vestidos que ya nadie podrá ponerse para salir de noche en medio de las restricciones por covid-19, pantalones que una vez hubieran terminado paseando por un boulevard o dentro de una discoteca y que ahora se vuelven simple cubierta para el día a día. Desde hace un año las tiendas estatales apenas venden algo más que alimentos y productos de aseo, en los mercados en Moneda Libremente Convertible también pueden adquirirse electrodomésticos, pero la ropa y el calzado ha quedado fuera de estos productos de la urgencia.
El mercado negro, proveedor constante de la moda que circula en la Isla, también está muy deprimido porque las mulas que importan mercancía no pueden viajar
El mercado negro, proveedor constante de la moda que circula en la Isla, también está muy deprimido porque las mulas que importan mercancía no pueden viajar. "Hay que vestirse con lo que aparezca", asegura una mujer mientras mira algunas prendas que cuelgan en exhibición en el improvisado mercadillo del portal de la Avenida de los Presidentes. "Total, como quiera que me vista lo único que hago es ir de cola en cola, así que no hay que ponerse tan elegante", remacha.
Desde la acera, un joven titubea si llegar o no ante las perchas. Hace un año hubiera buscado ropa para estrenar, pero ahora es comprar esto o nada.
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