Cuba prevé una temporada de ciclones “normal” sin descartar el impacto de alguno
La Habana/(EFE). -Cuba prevé que la próxima temporada de ciclones en el Atlántico tendrá un comportamiento "normal", aunque el Centro de Pronósticos de la Isla no descarta la posibilidad del impacto de al menos un huracán en el país durante ese periodo, que abarca del 1 de junio al 30 de noviembre.
Este año se prevén siete ciclones tropicales en el área oceánica del Atlántico, uno de ellos en el Caribe y dos en el Golfo de México, indicó la jefa del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, Miriam Teresita Llanes, citada por la estatal Agencia Cubana de Noticias.
La experta explicó que la probabilidad de que se origine e intensifique al menos un huracán en el Caribe es baja, de un 20%; mientras que la posibilidad de que penetre un ciclón de procedencia atlántica en el Caribe es del 60%.
No obstante, la meteoróloga cubana advirtió de que "lo más importante es estar preparados" para enfrentar cualquier contingencia, aunque sea mínimo el peligro de que Cuba sea impactada por al menos un huracán durante la próxima temporada de ciclones.
La temperatura del mar en la región del Atlántico tropical tendrá un rango normal, lo que será un aspecto positivo para la formación y desarrollo de los ciclones tropicales en su cuenca
Indicó que la temperatura del mar en la región del Atlántico tropical tendrá un rango normal, lo que será un aspecto positivo para la formación y desarrollo de los ciclones tropicales en su cuenca.
Llanes también observó que la complejidad fundamental del actual pronóstico radica en la evolución que pueda presentar el evento El Niño - Oscilación del Sur (ENOS), consistente en grandes intercambios de calor entre el océano y la atmósfera que afectan a la temperatura media.
En Cuba aún está presente la huella destructiva del poderoso huracán Matthew, de categoría cuatro, que entre el 4 y 5 de octubre de 2016 azotó la zona más oriental de Cuba, donde causó considerables estragos en los municipios de Baracoa, Imías, Maisí, San Antonio del Sur y Yateras, de la provincia de Guantánamo.
Aunque no provocó víctimas mortales, el paso de Matthew causó daños cuantificados en más de 63 millones de dólares, el derrumbe total o parcial de 42.338 viviendas y graves daños en la agricultura y en los servicios eléctricos y de comunicaciones.