El Estado cubano abre un lujoso supermercado que solo acepta dólares en efectivo o tarjeta
Se cumple la “dolarización” de la que habló el primer ministro, Manuel Marrero, y el fin de la MLC
La Habana/El nuevo Supermercado 3ra y 70, inaugurado el martes en los bajos del hotel de lujo Gran Muthu Habana, en Miramar, no acepta moneda libremente convertible (MLC) y, menos aún, pesos cubanos. Perteneciente a las Tiendas Caribe de la corporación Cimex –uno de los numerosos brazos del todopoderoso Grupo de Administración Empresarial (Gaesa) de las Fuerzas Armadas–, el establecimiento admite tres formas de pago: dólares en efectivo, tarjetas extranjeras o la tarjeta llamada Clásica que se recarga con dólares.
Este jueves, dos días después de su apertura, el local bullía y apabullaba a sus visitantes. El supermercado es parte de un moderno centro comercial integrado por numerosas tiendas privadas –entre ellas una nueva sucursal de la dulcería La Chocolatera–, la mayoría de las cuales está aún sin abrir.
A las puertas del complejo se agolpaba una fila de autos –similar a la que se forma delante de las gasolineras–, cuyos dueños esperaban para estacionarse y comprar. Dentro, en un enorme espacio, limpio y bien iluminado, las estanterías se suceden, totalmente llenas y, a diferencia de otros comercios estatales, surtidas con variedad.
“Es llegar a un lugar completamente nuevo y reluciente con cajas automáticas, con carritos, con cestos, con todos los productos que solía haber en las tiendas en MLC y que ya no hay”, contaba a sus puertas Lucía, una clienta que iba por primera vez. “Todos los frijoles habidos y por haber, en conserva y naturales, carnes, quesos, aceite de oliva, aceites normales, salsas de tomate, encurtidos, frutas en conserva, turrones, arroz, café, yogur, leche, helados, ¡y hasta pan integral! Todo, todo, todo”, enumeraba la mujer, que se había trasladado desde La Habana Vieja en un taxi que le costó 6.000 pesos. Y se admiraba: “La estera de las cajas registradoras se mueven, ¡eso no lo había visto en Cuba ni en el mercado de Cuatro Caminos!”.
Productos nacionales “desaparecidos” de las tiendas oficiales y últimamente solamente de venta en micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), como el café Cubita o los jugos La Estancia; alimentos de privados habituales en los locales estatales como Clamanta o Gustó y marcas “extranjeras” siempre presente en Cimex, como la española Vima, la mexicana Richmeat o la chilena Sur Continente –establecida en la Isla, al igual que Vima, desde los años 90 y dedicada a la importación de manzanas, eran parte de toda la variedad que podía encontrarse en el nuevo 3ra y 70. Pequeños electrodomésticos, como ventiladores (por 45 dólares) o cafeteras italianas eran de los artículos más solicitados.
“Me imagino que como esto es en dólares, dure, pero con esto nunca se sabe”, opinaba, susceptible, una anciana acompañada de su hija. “Las tiendas en MLC empezaron igual y acabaron vacías”.
Un total de 12 cajas daban servicio a una variada clientela con un elemento en común: fulas para gastar. Altos funcionarios, extranjeros y personal diplomático destacaban entre ellos, igual que un pintoresco grupo de monjas. Dos de ellas esperaban en la caja con varios ventiladores, otras dos iban y venían desde el mercado a su vehículo, cargadas con todo tipo de artículos y alimentos.
“Aquí hay que aprovechar porque después se pierde todo, ustedes ya saben que las tiendas en MLC no están surtidas desde hace mucho tiempo”, estimaba un jubilado que cargaba con una caja de pollo.
De las modalidades de pago explicaban al llegar a la caja. “En esta unidad el pago se realiza mediante tarjetas en USD”, informaba un cartel, con el logo de las tarjetas que admiten, el primero de ello, antes que Mastercard y Visa, el de la rusa Mir. Una mujer, atestiguó 14ymedio, pagó con una de estas últimas. “Es de mi marido”, contaba la clienta, a la que sorprendió “que acepten la divisa en papel, en efectivo”. La mayoría de los que observó este diario, no obstante, pagó en dólares.
Eso sí, las cajas no contaban con menudo para el vuelto. En su lugar, las empleadas daban pequeños dulces, aunque ni siquiera daban nada si la cantidad era menor a cinco centavos.
La otra gran novedad es el pago con la tarjeta Clásica, que se vende desde el pasado 7 de diciembre en este mismo complejo comercial. Aunque las máximas autoridades del país no han dicho nada al respecto, la obligación de pagar en dólares y el incentigo para usar el plástico se pueden considerar como un paso más hacia la dolarización de las transacciones en Cuba de la que habló el primer ministro, Manuel Marrero, el mes pasado ante la Asamblea Nacional y, con ello, el fin efectivo de la MLC.
En un post en sus redes sociales, Cimex define la Clásica como “un producto financiero nominado en USD, diseñado para facilitar tus transacciones en el país”. Válida para adquirir combustible en la red de servicentros en dólares, para comprar “bienes y servicios” en “la red comercial minorista y mayorista con terminal de punto de venta (POS)” y para realizar importaciones, su precio es de 5 dólares, o el equivalente de acuerdo a la “tasa de cambio vigente” en las “divisas extranjeras aceptadas”, precisa la corporación. Un dólar se deposita como saldo automáticamente y, aunque no tiene “importes prefijados” ni “saldo mínimo obligatorio” y hacen un descuento del 5% con su uso, por cada operación de recarga “se descuenta” un dólar.
Cimex también adelantó que próximamente se venderá en las Cadeca (casas de cambio) y en otros comercios, entre ellos las propias tiendas del complejo del hotel Gran Muthu. Una de las pocas abiertas era una perfumería.
En ella aún se acepta la moneda libremente convertible, pero por poco tiempo, como advertía un empleado del Supermercado a un cliente que le preguntó por una colonia. “Puede ir a la perfumería, y si tiene MLC corra porque pronto va a desaparecer”, aseguró. “¿Y cuándo?”, inquirió el comprador. “No pienso que se demore mucho, pero todavía no nos han dicho”.
El flamante 3ra y 70 contrasta con el viejo mercado que lleva su mismo nombre, inaugurado antes de los años 90 y de venta en dólares, cuando su tenencia estaba prohibida y solo podían comprar diplomáticos y extranjeros residentes en la Isla. Más tarde, en 1993, se abrió a todo tipo de clientes. Convertida, por último, en tienda en MLC, como muchas estatales, en 2020, no tardó mucho en decaer.
Ataviadas con su uniforme, algunas de las empleadas del viejo mercado se acercaron a echar un vistazo al nuevo, atraídas por la multitud. Su disgusto era más que evidente: “Esto aquí es un descaro, es todo lo que vendían allá enfrente cuando inauguraron. Ahora allá no hay nada y esto aquí está repleto de todo”, lamentaba una de ellas en voz alta.
“No, aquí no hay un solo hueco”, le respondía una colega. “Todos los huecos los tenemos nosotros en la otra tienda, que se está cayendo a pedazos”. Paradójicamente, a principios de diciembre, la propia corporación Cimex celebraba en sus redes el aniversario de la antigua “diplotienda”.
En una visita también este mismo jueves, 14ymedio acreditó todo lo que decían las empleadas: contadísimos productos dispersos, iluminación mortecina, suciedad visible sobre los anaqueles vacíos y un olor a productos cárnicos en mal estado extendido por el lugar. La máxima utilidad del viejo mercado es, hoy, servir de parqueo para los clientes del nuevo Supermercado 3ra y 70, que le ha robado el nombre y todo lo que puede estar a la venta.