Los cubanos se quedarán sin perros calientes hasta agosto
El paro de la planta de Sancti Spíritus representa un duro golpe a la dieta de los cubanos, que en buena medida dependen de este embutido
La Habana/Los perros calientes, el gran salvavidas de la mesa familiar cubana, disminuirán su presencia en las tiendas en las próximas semanas tras el paro de la fábrica de salchichas de Sancti Spíritus, la única de su tipo en Cuba. La industria detuvo los motores para hacer un "amplio" mantenimiento, que se extenderá hasta principios de agosto, aseguró este viernes al diario provincial Escambray el director de la Unidad Empresarial, Luis Ignacio Sariol Maceda.
El funcionario explicó que desde la inauguración de la planta, en 2019, la maquinaria importada desde Italia no había recibido mantenimiento y el deterioro ya se reflejaba en los volúmenes de producción. Inicialmente, la tecnología tenía una capacidad para producir ocho toneladas, una cifra que se había reducido a solo dos por "problemas técnicos".
Este problema ya había sido expuesto en septiembre de 2022, cuando los directivos de la planta señalaron que apenas trabajaban media jornada por la falta de repuestos para la maquinaria. La prensa oficialista aseguró entonces que las piezas necesarias para devolver la capacidad a la fábrica ya habían sido importadas y que solo faltaba "resolver" el suministro de la carne ante la debacle de la ganadería.
Nueve meses después, Sariol Maceda asegura que ya cuentan con la "asesoría de especialistas italianos" para revisar la línea de producción de uno de los alimentos más demandados por los cubanos. El funcionario detalló que han destinado 500.000 euros para obtener la mayoría de las piezas, "muchas de las cuales ya se encuentran en la propia UEB Perros Calientes de Sancti Spíritus y las restantes están en proceso de llegada". Aún falta la importación de la ducha de enfriamiento y la compra de rodamientos especiales para la bomba al vacío.
Aunque la producción nacional depende de una sola fábrica, al mercado ingresan marcas estadounidenses y, en menor cantidad, brasileñas
El paro de esta planta representa un duro golpe a la dieta de los cubanos, que en buena medida dependen de este embutido, que se puede obtener con precios relativamente asequibles. Tampoco requiere condiciones especiales para su conservación, además de la refrigeración, y puede prepararse en varias recetas.
Aunque la producción nacional depende de una sola fábrica, al mercado ingresan marcas estadounidenses y, en menor cantidad, brasileñas. Las últimas presentaciones enviadas desde EE UU son más parecidas a las butifarras, en empaques más grandes de hasta tres kilogramos. Sin embargo, solo están disponibles en la red de tiendas de moneda libremente convertible (MLC) o en sitios de venta en línea diseñados para que los cubanos residentes en el exterior compren alimentos a sus familiares en la Isla.
Habrá que esperar que no ocurra ningún contratiempo, agregó el director, para que no se interrumpa el cronograma de reparaciones y la planta se reactive a finales de julio o los primeros días de agosto. Hasta la fecha, se han completado los trabajos en el sistema de refrigeración y se cambiaron las materias para cumplir con los requerimientos de la temperatura requerida en el proceso de elaboración del embutido.
De momento, la fábrica se dedica a la elaboración de otros alimentos, incluyendo salami y 60 toneladas mensuales de picadillo de res, destinadas a las dietas médicas, de niños y para las canastas normadas.
La planta es el gran consumidor cárnico de Sancti Spíritus, dejando sin suministro a los mercados populares y hasta el comercio informal. Sin embargo, por la caída del sector han buscado materias primas para fabricar las salchichas, que antes se elaboraban con cerdo, con picadillo de pollo o de res. En septiembre pasado, detallaron que la fórmula de este embutido incluye 50% de estos tipos de carne, más 50% de almidones y agua.
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