Dagoberto Valdés relata su conversación con la Seguridad del Estado
Al filo del mediodía de hoy, 25 de noviembre de 2016, se presentaron en mi casa dos oficiales de la Seguridad del Estado, el Mayor Joaquín, quien participó en el interrogatorio que me hicieron el pasado 27 de octubre, y otro oficial.
El mayor Joaquín expresó que venían a informarme que no iban a permitir que se realizara el Encuentro que estaba organizado por el Centro de Estudios Convivencia para este fin de semana, los días 26 y 27 de noviembre, porque ese encuentro está considerado como una actividad provocativa, porque estaban invitados “cabecillas de la contrarrevolución” y por hacerlo a escasas horas del 60 aniversario del desembarco del Granma.
Le pregunté lo que significaba para ellos una actividad provocativa y ser “cabecillas contrarrevolucionarios”, pues Convivencia es un proyecto de estudio y pensamiento para el bien de Cuba y no realiza provocaciones ni considera a las personas como “cabecillas”. Que estos encuentros son para pensar en soluciones y propuestas para el progreso de nuestra Patria y, en este encuentro en específico, para estudiar el tema “Cultura y Educación en el futuro de Cuba”. Respondió que era una orden del alto mando del País y que ellos cumplirían lo que está establecido, cuando y como lo consideraran conveniente.
Pregunté que si estaban cerrando Convivencia, me respondieron que no, pero que evaluarían ante cada actividad que organizáramos y actuarían en consecuencia. Expresé que consideraba que ya estaban ejecutando la amenaza recibida en el citado interrogatorio de hace menos de un mes en que me aseguraron que “a partir de hoy tu vida va a ser muy difícil”.
Así continúa el hostigamiento al Centro de Estudios Convivencia que las autoridades cubanas sostienen desde el 1 de septiembre de 2016.
Dagoberto Valdés Hernández
Director del Centro de Estudios Convivencia