Con daños considerables en la red hidráulica, el abasto de agua en Cuba sigue en crisis
La prensa oficial amaneció este viernes con alertas sobre el problema en casi todos los periódicos provinciales
La Habana/Junto con los apagones y el desabastecimiento, la falta de agua ha completado la tríada de la crisis en Cuba durante el último año. Que la prensa oficial amanezca este viernes con alertas en casi todos los periódicos provinciales da fe de la debacle. Consciente de lo poco que se ha hecho y con el habitual voluntarismo, la viceministra Inés María Chapman pidió a los empleados del sector “trabajar con celeridad” para resolver un problema que debería ser ya de urgencia.
Chapman viajó a Santiago de Cuba este viernes para chequear el estado de una obra que, en teoría, resolverá el problema de abasto que afectan al 85% de los habitantes de la capital provincial y a dos barrios del municipio de San Luis –Paquito Rosales y Dos Caminos–, que suman 15.000 habitantes. La ministra no escatimó regaños ni peticiones utópicas: “Hay que multiplicarse, crear grupos de trabajo, porque, en medio de esta compleja situación, la prioridad tiene que ser el agua”, dijo.
La provincia oriental tiene paralizada su potabilizadora, sometida a un mantenimiento general que no avanza según el plan. Los dirigentes locales le dijeron que en algunos barrios de la ciudad solo se puede suministrar agua cada 20 días y que la situación ha generado “molestias”. Las instalaciones, además, sufren múltiples “salideros y otras deficiencias”, como válvulas dañadas.
La conductora de San Luis, de 10,7 kilómetros de longitud, debería estar terminada para el próximo 10 de octubre, pero tampoco hay garantías de que el plazo se cumpla. Allí gastó el Gobierno, dijo uno de los ingenieros, 38 millones de pesos porque la zona tenía “problemas históricos” con el abasto.
En Cienfuegos, por otra parte, la prensa avisa a los lectores de que el problema del agua es “coyuntural”
En Cienfuegos, por otra parte, la prensa avisa a los lectores de que el problema del agua es “coyuntural” –la palabra con la que Miguel Díaz-Canel designó la crisis en 2019–. Seguirá habiendo “inestabilidad en los horarios de bombeo” y se ha detectado una “mala manipulación de las válvulas”.
Según la Empresa de Acueducto en la provincia, “más de 24.000 cienfuegueros son afectados, a causa de la sequía, roturas en equipos de bombeo y salideros, estos últimos por doquier y a la vista de todos”. La cantidad de fugas selladas temporalmente da la medida del estado de las tuberías: 2.495, “no siempre suprimidos con la calidad requerida”. Algunos incluso tienen proporciones notables, capaces de afectar a 8.000 personas, según Acueducto.
El territorio también sufre sequía, por lo que la noticia de la rotura de cinco equipos de bombeo fue la gota que colmó el vaso. Durante semanas se quedaron sin agua municipios enteros, como Aguada de Pasajeros. Los directivos piden ahora al Gobierno “piezas de repuesto y accesorios” y más combustible.
“Proyecciones en las inversiones existen y no son pocas”, aseguran los funcionarios. Hay dinero para rehabilitar las tuberías de Damují y Paso Bonito, e instalar una en Rancho Luna. Pero todo está en proceso de “ponerse en marcha”. No habrá soluciones a corto plazo.
En cuanto a La Habana, donde la situación lleva meses estancada, la prensa ha convertido en habitual su reporte sobre la crisis hidráulica. Recientemente, cuenta el diario de la capital, se reparó un equipo de bombeo para mandar 400 litros de agua por segundo al Sistema Central de Acueducto.
El periódico publicó fotos de la aparatosa instalación, con buzos ensamblando la tubería y reemplazando los segmentos rotos. “La recuperación y montaje del equipo fue un reto ya que sus dimensiones y peso precisaban de acciones con elevado rigor técnico y operacional.
El periódico publicó fotos de la aparatosa instalación, con buzos ensamblando la tubería
Buzos de conjunto con especialistas del sistema hidráulico asumieron las labores. Para fijar el equipo en el fondo conectado a los sistemas de energía eléctrica y a los conductores”, explicó Tribuna de La Habana.
Falta mucho, sin embargo, para que las mejoras se sientan en los hogares, donde los apagones también afectan la llegada de agua. Lo contaba a 14ymedio Sara, residente en Nuevo Vedado, una zona que ha sufrido en las últimas semanas apagones al menos cuatro horas cada día. Sin electricidad, el agua puede estar en la cisterna de los edificios, pero no llegará hasta los tanques sin ayuda de las turbinas.
Sara no se hace falsas esperanzas con el abasto. “Esto es como un anciano achacoso que tiene una enfermedad y cuando se recupera ya no vuelve al punto en el que estaba, sino que sigue cuesta abajo hasta el ataúd", lamenta.