La decadencia de la Casa del Pan con Perro en La Habana

La Habana/"Mi intento de almuerzo terminó en la basura", reprochaba Sergio, un vecino de El Vedado, después de caminar por varios establecimientos estatales buscando algo de comer al mediodía de este jueves mientras hacía unas compras para la Nochebuena.

Al llegar a la Casa del Pan con Perro, ubicada en 23 y 16, perteneciente a la empresa de Gastronomía y Comercio de la capital, el joven se extrañó al ver que solo hubiese una mesa ocupada, pero decidió probar suerte con el plato estrella de la casa: el pan con salchicha.

Por el "módico" precio de 16 pesos, el producto estaba a años luz de lo que se expedía en ese comercio la última vez que estuvo allí, hace una década. "Lo único que tenía buen sabor era la mostaza. El pan duro y viejo, y la salchicha con sabor a tierra, ¡por eso aquí no entra nadie a comer nada!", cuenta a 14ymedio.

Al preguntar por la calidad de la salchicha a una dependiente, quien también fungía como elaboradora y era la única trabajadora en ese momento en la instalación estatal, la mujer contestó: "Están viniendo así, yo sé que no están muy buenas y por eso me tomo el trabajo de pasarlas por una sartén y dorarlas un poco, pero es que ni eso. Lo siento mucho".

Hace unos 11 años se inauguró el establecimiento en la barriada habanera. En los primeros meses, el servicio fue muy bien recibido por muchos clientes que llegaban al lugar y esperaban incluso horas para acceder a la instalación, recuerdan algunos antiguos aficionados.

"La calidad del pan y la salchicha era muy buena, en todas las mesas había catsup y mostaza original para que cada uno le pusiera al gusto", asegura a este diario Alfredo, un vecino del municipio de Playa que asistió a la apertura en aquel momento. Incluso, al habla popular se añadió la frase de "vamos a darnos una perreta" para convidar a otro a comer la combinación.

"Aquel día me comí tres panes, realmente estaban muy sabrosos, encima cada plato venía acompañado por una pequeña guarnición de snacks de jamón, las Pellys o chips de papas fritas", detalló. Además del pan, la oferta en los primeros años incluía la popular y desaparecida lata de refresco TuKola, que "se vendía fría y por solo 10 pesos", recuerda.

Pero este jueves no "había nada para tomar", lamenta Sergio. "Lo otro que vendían era croqueta a 2 pesos y hambergue al plato en 5" (una masa a medio camino entre la frita cubana y la hamburguesa convencional). "Hay que dispararse esto seco".

A pesar de la decadencia del lugar, algo que observó Sergio le causó una mayor indignación. Desde la acera se perciben los cristales llenos de carteles alusivos al triunfo de la Revolución, a modo de celebración de esa fecha. La palabra que más se repetía era: "Victoria".

"Mucha propaganda política anunciando 63 eneros de victorias y todo eso, pero yo lo que veo aquí es más una derrota", afirmó el frustrado cliente.

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