Las declaraciones del canciller español contra el "bloqueo" relegan a Felipe VI a un segundo plano
Los Reyes de España cerraron su viaje en Santiago de Cuba rindiendo homenaje a los soldados caídos en la guerra de 1898
La Habana/Rompiendo la tradición de la diplomacia española de utilizar la palabra embargo para las restricciones económicas que EE UU mantiene sobre Cuba, el ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell habló ayer de "bloqueo". "Vamos a llamar a las cosas por su nombre", subrayó.
El canciller español y próximo jefe de la diplomacia europea expresó su "rechazo rotundo" al bloqueo y, en particular, a la aplicación de la ley Helms-Burton, que España "combatirá" por ser "un abuso de poder" no ser acorde al derecho internacional por las sanciones que impone.
Borrell criticó con firmeza la actitud del Gobierno de Donald Trump en una conversación con periodistas en La Habana en la que hizo balance del histórico viaje de los reyes de España a Cuba, el primero de carácter bilateral de un monarca.
En las reuniones mantenidas con el Gobierno de Miguel Díaz-Canel durante la visita de Felipe VI, Borrell remarcó que este fue uno de los asuntos principales que se abordaron. "No aceptamos y combatiremos las medidas ultraterritoriales que tratan de imponer, porque no es acorde con el derecho internacional imponer sanciones extraterritoriales".
"No aceptamos y combatiremos las medidas ultraterritoriales que tratan de imponer, porque no es acorde con el derecho internacional imponer sanciones extraterritoriales"
"Haga leyes y aplíquelas a sus ciudadanos, pero al resto del mundo es un abuso de poder que la Unión Europea ha condenado", reprendió Borrell, quien el 1 de diciembre asumirá su nuevo cargo en la UE.
En su nueva responsabilidad, anticipó que mantendrá la línea de oposición ya establecida por Bruselas en contra de la imposición de sanciones en este punto, al igual que ocurre en el caso de Irán. "No es que conmigo llegará una línea distinta. Ya está aprobada", puntualizó.
Sobre cómo puede la Administración de Trump tomarse las críticas de España, Borrell manifestó: "¿Malestar de los americanos? No les habrá hecho ninguna gracia".
No obstante, recordó que algunos medios divulgaron en las últimas semanas que EE UU iba a imponer sanciones a España por su supuesto apoyo financiero al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, lo que Borrell ha calificado de "'fake news'" (noticia falsa).
"No sé si ese 'fake news' fue un pellizco de monja. Pero no tenía ninguna base, ni fundamento. El Departamento de Estado nos garantizó que era una invención. No hemos tenido ninguna declaración directa, ni indirecta", aclaró el ministro de Exteriores.
Borrell insistió en que la ley Helms-Burton supone un problema "grave" para las empresas españolas, con las que ayer, miércoles, se reunió el rey para conocer estas inquietudes; y añadió que provoca impagos a las compañías españolas, cifrados en más de 300 millones de euros, por parte de las autoridades cubanas por la falta de liquidez financiera, si bien valoró que tengan "la mejor voluntad" de resolverlos.
El ministro elogió la "enorme determinación" con la que está haciendo frente a los problemas económicos que están afrontando, en especial, en lo referido al turismo
El ministro elogió la "enorme determinación" con la que está haciendo frente a los problemas económicos que están afrontando, en especial, en lo referido al turismo, con la pérdida de casi un millón de viajeros, la suspensión de vuelos y el desabastecimiento energético.
Frente a la política de Trump, Borrell contrapuso la "gran apertura" que supuso el mandato de Barack Obama al frente de la Casa Blanca, que "generó una esperanza de normalización en las relaciones económicas del mundo con Cuba" y "alivió tensiones".
Además, subrayó su contribución a que el régimen cubano facilitara el negocio de los trabajadores privados. "Son la levadura del cambio, que poco a poco van generando una actitud, aunque con muchas restricciones todavía", señaló.
En cuanto a las palabras de Felipe VI el miércoles en presencia de Díaz-Canel, el ministro español afirmó que el Rey dijo "todo lo que tenía que decir" y que su defensa de la democracia y los derechos humanos la planteó de forma "cortés y cooperativa".
Según Borrell, lo que Felipe VI expresó fue que a España "le ha funcionado bien" la democracia y el sistema de libre empresa y que este modelo es la base de los derechos humanos. "Lo dijo de manera cortés y cooperativa y como se dijo, fue un hito en lo que se puede esperar de una visita real de España a Cuba", valoró el ministro.
Borrell remarcó que para tratarse de una visita de máximo nivel, en la que "no se discuten los temas que permiten en su caso llegar a acuerdos, marcó un punto que algunos pensaban que no se iba a producir y otros reclamaban", en alusión a las críticas que el viaje generó en la oposición española por interpretarlo como un respaldo al régimen cubano.
Las palabras del Monarca "reflejan una voluntad de acompañamiento y un rechazo absoluto a las interferencias exteriores", afirmó. También indicó que el mandatario cubano estaba al tanto de lo que el Rey iba a decir - "hablamos antes de estos temas, estábamos en la misma longitud de onda" - al ser consciente de que España y Cuba tienen sistemas políticos diferentes.
El ministro aclaró que Cuba "no es el único país de partido único en el mundo" y que, de hecho, los modelos pluripartidistas "representan una anomalía" a escala internacional
El ministro aclaró que Cuba "no es el único país de partido único en el mundo" y que, de hecho, los modelos pluripartidistas "representan una anomalía" a escala internacional. Preguntado por qué el Gobierno no defiende también la democracia de forma expresa cuando visita países como Marruecos o China, Borrell respondió: "Cuando vayamos, ya veremos lo que decimos".
Aunque en el programa de la cena solo aparecía la intervención del Rey, al Gobierno no le supuso una sorpresa que Díaz-Canel tomara también la palabra para reivindicar el modelo socialista y que el camino que han elegido los cubanos ha sido "por voluntad propia". "Estaba previsto que hablara. Si no lo hubiera hecho, habría sido noticia", justificó el ministro.
Borrell remarcó que la visita ha permitido tratar "temas sensibles de una manera directa y cordial". En su opinión, ha sido "un diálogo abierto, franco y sin cortapisas".
Sobre el hecho de que Felipe VI no se haya reunido con la disidencia durante su estancia en la Isla, Borrell explicó que es un asunto que "escapa a la interlocución de un jefe de Estado" y que compete a los Gobiernos y a la Embajada de España en Cuba.
El canciller también explicó que el aniversario de La Habana era "una ocasión de oro que no se podía perder" para "corregir una anomalía institucional" y normalizar las relaciones con un país como Cuba que forma parte de la comunidad iberoamericana de naciones y que era el único que no habían visitado los Reyes de forma bilateral.
"Les guste a unos y no les guste a otros, es cuando toca y hay que estar", zanjó, no sin recordar que la etapa de la normalización comenzó hace varios años, después de los desencuentros que hubo en la etapa del Gobierno de José María Aznar. Aquella política "no dio ningún resultado", enfatizó Borrell, y se acabó con ella.
Sobre el hecho de que Felipe VI no se haya reunido con la disidencia, Borrell explicó que es un asunto que "escapa a la interlocución de un jefe de Estado" y que compete a los Gobiernos y a la Embajada
Borrell también informó de la intención de recuperar el Centro Cultural de España en La Habana, cuya gestión fue asumida por el Estado cubano en 2003 como respuesta al desencuentro diplomático que hubo con la Unión Europea.
"Estaríamos encantados de poder volver a abrir el centro cultural que fue cerrado. Se han empezado contactos para ello", indicó. "La colaboración cultural tiene que seguir siendo un elemento esencial de nuestra relación", subrayó el Rey, que visitó hoy junto con la reina el Museo Nacional de Bellas Artes para ver el autorretrato de Francisco de Goya cedido por el Museo del Prado.
Esa visita fue el cierre de las actividades de Felipe VI y doña Letizia en La Habana, que acudieron al Museo Nacional de Bellas Artes acompañados del viceministro de Cultura, Fernando Rojas, y el director de la institución, Jorge Fernández.
"Queremos que conozcan nuestras grandes obras y por ello, en este viaje, tenemos el privilegio de ofrecer al pueblo de Cuba el impresionante retrato de Goya que será albergado en el Museo de Bellas Artes las próximas semanas", señaló don Felipe, que destacó la importancia de la colaboración cultural como "elemento esencial" de la relación bilateral.
Los Reyes concluyeron la visita en Santiago de Cuba este jueves, antes de que la Reina saliera hacia España mientras Felipe VI se dirige a Estados Unidos para asistir al aniversario de la Universidad de Georgetown, donde estudió dos años.
El acto de cierre de la visita fue el más emotivo de los protagonizados por los Reyes en este viaje, que rindieron homenaje a los soldados españoles caídos en dos de las batallas que rubricaron el fin del imperio colonial español.
El acto de cierre de la visita fue el más emotivo de los protagonizados por los Reyes en este viaje, que rindieron homenaje a los soldados españoles caídos en dos de las batallas que rubricaron el fin del imperio colonial español
Los Reyes de España recorrieron el Castillo del Morro, la fortaleza que nunca se pudo tomar por mar y desde la que se observa la bahía en la que fueron masacrados los buques españoles en aquella batalla del 3 de julio de 1898 que tenía como objetivo la toma de Santiago por parte de las tropas estadounidenses.
Felipe VI y doña Letizia escucharon las explicaciones de los responsables de la conservación de este espacio sobre el desarrollo de los acontecimientos, posaron ante una placa que recuerda a partir de ahora su presencia en ese lugar y regalaron en nombre de España el cuadro de Juan Arias titulado El mar que nos une y que simboliza la unión que representa el Atlántico entre los pueblos español y cubano.
Con un solemne toque de oración y con los Reyes ante las banderas de España y Cuba se recordó a los caídos en esa batalla mientras que un relator aseguraba que "la heroica actuación de los miembros de la Armada Española, guiada siempre por la lealtad y el amor a España, será siempre recordada como un ejemplo de coraje, valor y honor".
El Rey explicó que su presencia en la que fue la primera capital del Gobierno de la Corona en Cuba quería ser un homenaje a los españoles, cubanos y estadounidenses caídos allí en 1898. Y dijo que tendría bien presentes las palabras del padre de la patria cubana, José Martí, de que aquella fue una guerra sin odio.
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