"Dentro de poco, habrá que cerrar policlínicos en Cuba por falta de personal"
Hace dos meses, 12 jóvenes residentes de pediatría comenzaron a trabajar en el Soler. Al cabo de varias semanas, ocho de ellos desertaron de una sola vez
La Habana/Maltratos, éxodo masivo y un salario de esclavos. En esos tres elementos se cifra el drama que, cada día, merma la cantidad de médicos especialistas en Cuba. La pérdida de profesionales de alto nivel en todas las esferas es una de las dimensiones de la crisis laboral en Cuba, un sector también afectado por el envejecimiento.
A esto se suma la poca disposición que parecen tener los jóvenes para las especialidades más duras, explica a 14ymedio un médico del hospital William Soler, del habanero municipio de Boyeros, que prefiere no ser identificado. "Nadie quiere ser clínico, pediatra y menos aún ginecólogo. Es como si fueran profesiones 'anémicas' hoy día", lamenta.
Hace dos meses, prosigue el doctor, 12 jóvenes residentes de pediatría comenzaron a trabajar en el Soler. Al cabo de varias semanas, ocho de ellos desertaron de una sola vez. "No aguantaron la presión", zanja. "En otro hospital de La Habana acaban de cerrar el servicio de terapia intensiva porque, sencillamente, no hay personal".
En otro hospital de La Habana acaban de cerrar el servicio de terapia intensiva porque, sencillamente, no hay personal"
El abandono masivo –sobre todo por parte de los jóvenes recién graduados– es todavía más frecuente en los policlínicos, donde muchos especialistas han tenido que asumir, también, las labores inherentes a los médicos generales.
"Dentro de poco, como siga agudizándose la crisis, habrá que cerrar hospitales ginecológicos y pediátricos. No se están formando pediatras, odontólogos ni ginecólogos en las proporciones necesarias", expone. Sin embargo, lo más alarmante es la tendencia cada vez más frecuente de ubicar en los quirófanos –que también funcionan poco y mal– a residentes que no cuentan con la preparación suficiente para asistir al cirujano durante una intervención.
"Sucede también que los residentes de cirugía no han recibido la formación necesaria y ya están en el salón. Y esto es un fraude: ¡cómo vas a graduar a un cirujano clínico que no sabe operar!", se escandaliza el médico.
Este diario también ha conocido el caso de un joven recién graduado que cursa el primer año de una especialidad de obstetricia en Camagüey. Acaba de pedir una licencia que, admite, se convertirá muy pronto en baja: ya tiene comprados los boletos para emigrar a España con su esposa, una cubana con nacionalidad española cuyos padres ya se fueron a "preparar el terreno".
"Ahora las condiciones son insoportables: la carencia de personal obliga a pasar, a veces, de 48 a 72 horas sin poder salir del hospital. No hay quien te sustituya"
"Tanto la obstetricia como la ginecología están en crisis", refiere. "A los especialistas solían mandarlos en tiempos 'normales' a hacer guardias cada tres días. Ahora las condiciones son insoportables: la carencia de personal obliga a pasar, a veces, de 48 a 72 horas sin poder salir del hospital. No hay quien te sustituya".
El pasado febrero, la agencia AFP publicó un reportaje en el que atribuía la debacle laboral en la Isla al imparable éxodo de profesionales. La "ruta de los volcanes", que permitía a los cubanos que salieran por Nicaragua atravesar Centroamérica hasta la frontera con EE UU, fue un agujero negro que absorbió gran parte de la masa trabajadora cubana. A pesar de las medidas restrictivas tomadas en 2022 por Washington, la estampida hacia Estados Unidos no ha parado.
La conclusión del reporte era demoledora: teóricamente, en Cuba sobra el empleo, pero nadie quiere trabajar en las condiciones deplorables que establece la economía del régimen. Según los datos facilitados a la prensa internacional, la mayoría de cubanos emigrados tiene entre 19 y 49 años, además de un alto nivel educativo.
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