El derrumbe de un alero en un edificio de Centro Habana deja al menos un herido
El desprendimiento arrasó arrasó con parte de la estructura del edificio de dos pisos, que comprende varios números
La Habana/El derrumbe del alero de un edificio la noche de este jueves en la esquina de las calles San Lázaro y San Gervasio, en la barriada de San Leopoldo en Centro Habana, dejó al menos una persona herida. Las imágenes del desprendimiento, que arrasó con parte de la estructura del edificio de dos pisos, que comprende las viviendas 617, 619 y 621, han sido ampliamente difundidas en redes sociales.
Según pudo comprobar este diario en una visita a la zona del derrumbe, el alero pertenecía a las dos primeras viviendas, que originalmente formaban una sola casa, pero el desplome derribó también parte del balcón superior del número 621.
Pese a que algunos reportes en redes sociales aseguran que los escombros cayeron sobre una joven que transitaba por delante del edificio en ese momento, los vecinos de la barriada no descartan que haya sido un hombre. “Era alguien que pasaba por ahí en ese momento y tuvo la mala suerte de que los balcones le cayeran encima”, cuenta a 14ymedio una vecina.
"Es un milagro que el derrumbe no haya matado a nadie, porque en este barrio, con lo malas que están todas las casas, la gente se sienta todos los días en la acera a conversar"
“Es un milagro que el derrumbe no haya matado a nadie, porque en este barrio, con lo malas que están todas las casas, la gente se sienta todos los días en la acera a conversar”, añade la habanera.
Esta mañana, frente a las casas desarboladas no quedaba rastro de los escombros y dos retroexcavadoras terminaban de cargar las últimas piedras en sendos camiones. Varios agentes de policía custodiaban el tramo de calle, que estaba cerrado al tráfico, desviando los vehículos hacia el Malecón.
Las imágenes del derrumbe en la noche, compartidas por CubaNet en redes sociales, registran la presencia de bomberos y algunos civiles que transitan entre la gran cantidad de escombros, que alcanzaron el otro lado de la calle. Las luces de la vivienda, encendidas según puede comprobarse en fotos y videos del desprendimiento, sugieren que el edificio estaba habitado.
Ese tramo de la calle San Lázaro, que comienza en Belascoaín y llega hasta Galiano e incluso hasta la calle Prado, es conocido entre los habaneros por ser una de las zonas de la ciudad que más recuerda a un escenario de posguerra. La mayoría de los inmuebles se encuentran en un estado deplorable y llevan décadas sin ser incluidos en los procesos de restauración. “Yo me imagino que en cualquier momento esto lo cierren y lo declaren zona de derrumbes”, se queja la vecina. “Si se miran los edificios de la cuadra, se nota que quedan muy pocos balcones, especialmente entre Belascoaín y Prado”, añade.
La cercanía con el mar ha propiciado que el salitre erosione los inmuebles y los vecinos, la mayoría personas de bajos ingresos, no cuentan con los recursos para revitalizar por sí mismos las estructuras, y viven con la zozobra permanente de que su vivienda se derrumbe. Muchos transeúntes, que conocen bien el riesgo de que un balcón se les venga encima, prefieren en esa parte de San Lázaro caminar por la calle antes que por la acera.
"Si se miran los edificios de la cuadra, se nota que quedan muy pocos balcones, especialmente entre Belascoaín y Prado"
Con este panorama, es de esperar que los desprendimientos y resquebrajamientos de las viviendas sean el pan diario de los residentes. A finales de 2023, al menos dos edificios sufrieron derrumbes parciales en la importante avenida, que conecta La Habana Vieja con El Vedado. El primero, en noviembre, afectó al número 512 de la cuadra delimitada por Perseverancia y Lealtad, que perdió el balcón superior.
Días después, el 13 de diciembre, en la esquina con Perseverancia las intensas lluvias hicieron colapsar parte de un edificio que llevaba años en peligro de derrumbe. Los vecinos afectados, explicaron las autoridades entonces, fueron trasladados a un “centro de protección”.
Estos desplomes, cada vez más frecuentes en la barriada, se repiten en el resto de la ciudad, y han costado la vida de decenas de personas. Uno de los casos más recordados es el de las tres niñas fallecidas en 2020 al desprenderse un balcón en La Habana Vieja, entre las calles Vives y Revillagigedo, del barrio Jesús María.