Derrumbes, árboles caídos, techos arrancados, inundaciones y apagones después del huracán Rafael
Los técnicos intentan arrancar las termoeléctricas Antonio Guiteras y Diez de Octubre
La Habana/Con el amanecer de este jueves los cubanos han comenzado a dar parte de los daños dejados por el huracán Rafael, que tocó tierra la tarde del miércoles con categoría 3. Derrumbes, árboles caídos, techos arrancados e inundaciones son algunos de los reportes que han llegado, desde distintas provincias, a la Redacción de 14ymedio.
En Artemisa, la provincia por la que entró el ciclón, varios videos difundidos por este diario muestran el desprendimiento del tejado de una vivienda en el poblado de Playa Baracoa (costa norte), en el municipio de Bauta, y los fuertes vientos que se sintieron en Güira de Melena. En este último municipio, predominantemente agrícola, algunos medios ya reportan daños significativos a las cosechas.
Lo mismo ocurrió en Alquízar, que forma parte del cinturón agrícola que produce alimentos para abastecer a la capital. Según cuenta a 14ymedio Ramón, un vecino del municipio, los campos están “completamente anegados, muchas personas perdieron sus techos que eran de materiales ligeros y la parte central del municipio tiene muchos árboles y ramas en el suelo”. El hombre prosigue: “Mi familia se refugió en la casa de unos familiares que tiene una vivienda más sólida, pero en medio del vendaval tuvimos que irnos a otro lugar porque el viento le arrancó la puerta trasera y una ventana por las que empezó a entrar mucha lluvia y fuertes ráfagas”.
El medio local El Artemiseño compartió imágenes de viviendas con techos de zinc destrozados, calles inundadas, puertas arrancadas por el vendaval y varios postes del tendido eléctrico caídos o partidos.
También en Batabanó, Mayabeque –desde donde parten las embarcaciones que trasiegan entre Isla de la Juventud y tierra firme–, las lluvias causaron inundaciones en varias zonas, entre ellas el Parque Juventino Rosa, cuyos bancos se encontraban casi por completo sumergidos.
En la barriada de Nuevo Vedado, en La Habana, el huracán ha dejado numerosos árboles y ramas caídas en las calles, mientras que al interior de las viviendas los daños han consistido más en inundaciones provocadas por la entrada de lluvia, ventanales rotos y algunos objetos que volaron desde los techos. En una zona con numerosos edificios de más de diez plantas, los vecinos de los pisos altos han padecido especialmente las ráfagas de viento, que en la tarde de este miércoles llegaron a ser intensas.
“En este edificio hay mucha gente mayor que vive sola”, explica un residente en un bloque de 18 plantas conocido popularmente como “el edificio de los pilotos” dado que sus apartamentos pertenecieron mayoritariamente, en sus inicios, a gente vinculada a la aeronáutica civil cubana. “Al lado de nuestra casa vive una señora de 81 años a la que el viento le zafó una ventana y le entró mucha agua a la casa, nosotros tuvimos que ayudarla a secar porque no tiene a nadie”.
Los problemas principales para los residentes en el área son la falta de fluido eléctrico y el desabastecimiento de agua, que los lleva golpeando desde hace meses. “Cuando supe que venía Rafael traté de almacenar algo de agua en los tanques que tengo en el apartamento pero ni domingo ni lunes pudieron bombear en el edificio porque no entró nada a la cisterna”, lamenta una vecina de un bloque de 12 pisos en la calle Santa Ana.
En la calle Ayestarán, municipio de Cerro, la caída de un árbol arrasó con parte del tendido eléctrico que, esta mañana, se encontraba a ras de suelo, poniendo en peligro a los residentes en la zona. La basura acumulada que no llegó a recogerse antes del paso de Rafael también estaba dispersa en la calle.
“En casa de mi suegra un zinc partió la tubería de gas el miércoles y empezaron a sentir un olor muy fuerte. Llamaron a los bomberos y, en medio de los embates del ciclón les dijeron que salieran de la casa y llamaran a la empresa del gas. Todavía están esperando, no solo a que llegue el comando, sino a que la empresa les responda el teléfono”, relata Leonor, una residente en la barriada.
"En casa de mi suegra un zinc partió la tubería de gas el miércoles y empezaron a sentir un olor muy fuerte"
La noche del miércoles varios usuarios reportaron en redes sociales el derrumbe de una vivienda ubicada en la calle Consulado, entre Refugios y Genios, en Centro Habana. Aunque hasta el momento no se ha informado de fallecidos o heridos, las imágenes mostraban a varios bomberos intentando sortear los escombros en medio del apagón mientras la zona era iluminada por los focos de un vehículo.
En Holguín, donde los embates de Rafael apenas se sintieron, pero las lluvias siguen afectando a la población, el principal problema es la desconexión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y, por tanto, la incomunicación con los familiares en las provincias centrales y occidentales.
“Estuve dos horas encima de la placa de mi casa intentando dar con la cobertura para saber de mi familia. Al final de lo único que me enteré es de que no pudieron conectar la termoeléctrica Felton, así que no se sabe cuándo va a volver la luz y, con la cantidad de días que llevamos de afectación entre una cosa y otra, ya ni se consigue carbón. Si logras dar con un saco, hay que desembolsar hasta 2.000 pesos”, se queja Víctor, un residente en la ciudad cabecera. “Los que tienen plantas tampoco las pueden echar a andar, porque no hay gasolina ni en los centros espirituales”, ironiza.
Según la información que han difundido las autoridades sobre la situación del SEN, se ha logrado llevar energía a la central termoeléctrica Antonio Guiteras, en Matanzas, y también a la Diez de Octubre, en Nuevitas (Camagüey), para iniciar sus respectivos procesos de arranque. El diario La Demajagua informó en sus redes de que la Guiteras está en línea generando 50 MW, pero que su puesta en marcha es una "operación sumamente compleja". "La toma de carga de la Guiteras se complica al ser muy reducido el sistema en que opera y por las características de la planta, que por su diseño, resulta de mayor seguridad aumentar progresivamente la potencia de generación hasta un entorno en que estabilice parámetros", indica la prensa local con fuente en especialistas.
Por el momento, prosiguen, Energás Varadero, se encarga de regular la frecuencia de este microsistema que comprende Matanzas y Sancti Spíritus, "una maniobra que significa subir y bajar carga de forma instantánea para mantener la frecuencia".
El director general de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, Lázaro Guerra Hernández, dijo en Televisión Cubana que han creado “islas” que mantienen conectadas las provincias desde Matanzas hasta Sancti Spíritus y que “ahora se trabaja en llegar hasta Holguín”.
No obstante, el funcionario explicó que reactivar el sistema, especialmente en las provincias occidentales, requiere “un enfoque cauteloso para evitar cualquier problema adicional en el proceso de recuperación” y una revisión de las líneas que podrían estar dañadas por el huracán.
Por su parte, el Instituto de Meteorología (Insmet) de la Isla añadió que seguirá habiendo lluvias hasta al menos el viernes en las zonas por las que pasó Rafael y añadió que estas pueden ser “fuertes e intensas en algunas localidades durante el paso por nuestro país de las bandas de alimentación de este organismo ciclónico tropical”.
El ciclón afectó a más de cuatro millones de personas –dos millones solo en La Habana– y provocó cuantiosos daños materiales cuyas cifras están por definir. Así lo explicó en su cuenta de X Miguel Díaz-Canel, que añadió que “la recuperación se centra en Artemisa, La Habana y Mayabeque”.