"Se vivió mucho miedo.Todo el pueblo fue a las montañas desesperado por el rumor de tsunami"

Madrid/Al menos cuatro heridos es el primer balance de daños personales en los fuertes terremotos de magnitud 6 y 6,7 en la escala abierta de Richter que ocurrieron este domingo y tuvieron su epicentro en el mar Caribe, a 32 kilómetros del municipio de Pilón, en Granma. En este municipio, el más cercano al epicentro, hay una menor de 5 años y una mujer de 48 años lesionadas, según el medio oficial La Demajagua, que menciona también tres derrumbes totales y más de 200 afectaciones parciales, así como daños en bienes personales. Además, el Hospital Félix Lugones Ramírez ha sufrido los efectos –sin concretar– de los sísmos y los pacientes han sido llevados a un "área segura", mientras se refuerzan los servicios médicos para la atención de los enfermos.

"El primero [terremoto] fue normal como ha sido siempre en el oriente del país", cuenta a 14ymedio una fuente en Pilón. "Pero el segundo sí fue devastador. Casas completas caídas y escuelas de gran construcción derribadas. Se vivió mucho miedo, y más cuándo alguien hablo de alerta de tsunami y todo el pueblo fue a las montañas desesperado. Luego se dijo que no había posibilidad de tsunami ya que se estaba pendiente del mar y todavía permanecía en su nivel", agregó.

"Mi mamá durmió en el patio de la casa, a varios metros de la vivienda, porque tenía miedo de que se desprendiera un pedazo del techo o de las paredes"

"Mi mamá durmió en el patio de la casa, a varios metros de la vivienda, porque tenía miedo de que se desprendiera un pedazo del techo o de las paredes", había contado otra fuente de 14ymedio con familiares en la localidad, donde las losas del malecón quedaron completamente levantadas tras el paso de los terremotos y numerosas paredes y techos se vinieron abajo.

"Ellos sufrieron algunos daños como grietas en los muros laterales del inmueble pero lo peor fue el susto. Mi mamá estaba subida en el techo de la casa tendiendo una ropa cuando sintió la primera sacudida y entró en pánico". Primero, no sabía si bajar o no por una escalera de hierro que "no está muy buena que digamos", y finalmente, cuando logró bajar, “la sorprendió el segundo terremoto dentro de la cocina y ahí sí le dio el ataque y ya no ha querido volver a entrar a la casa”.

Los otros dos heridos se han reportado en la comunidad de La Junta, en el municipio costero de Media Luna se reportan dos lesionados, un menor de edad y un adulto. La Demajagua también informa de tres fallecimientos en la provincia "coincidentes" con los terremotos, pero no como consecuencia directa de estos: una paciente con cáncer terminal y dos infartados, todos ellos en las zonas más próximas al epicentro, según la información oficial. Según un colaborador de 14ymedio, una de las personas fallecidas por infarto –durante el segundo sísmo– era una mujer embarazada de mellizos.

Hasta esta mañana, la única información era la que facilitó este domingo Miguel Díaz-Canel en sus redes sociales, sobre “deslizamientos de tierra, afectaciones en viviendas y tendido eléctrico”. El mandatario pidió a la población de las zonas afectadas “salir y mantenerse en lugares abiertos”, y aseveró: “Lo primero, y esencial, salvar las vidas”.

Los sismos, que se sintieron fuertemente tanto en Granma como en Santiago de Cuba, tuvieron al menos 300 réplicas y llegaron a percibirse también en Guantánamo, Holguín, Camagüey, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila.

Ante el Consejo de Defensa Nacional, que se reunió ayer mismo, también instó a que se garantice “que bajen los residentes en los edificios altos”, que sanitarios, comunicadores y psicólogos lleguen a los lugares más afectados y que “se asegure la distribución de agua y de alimentos”. Los daños concretos aún se están evaluando, pero se han reportado derrumbes totales y parciales de edificios, grietas en paredes y caída de postes eléctricos.

El faro de Cabo Cruz (Granma), con más de 150 años de antigüedad, sufrió grietas y fisuras en varias partes de su estructura, tal y como informó la televisión nacional. Las afectaciones se produjeron sobre todo en los municipios granmenses de Pilón, Media Luna, Manzanillo, Bartolomé Masó y Niquero, y en menor medida en Buey Arriba y Bayamo. Por lo demás, pocas imágenes de los destrozos ofrecen los medios oficiales.

Diversos usuarios en redes sociales sí publicaron fotografías y videos de las consecuencias de los sismos, incluso algunos captaron el momento exacto en que se estaba produciendo. Muros y techos derribados, objetos y alimentos tirados por el piso, alarmas de autos sonando con estruendo son algunos de los efectos que pueden observarse en las grabaciones. 

"Ellos sufrieron algunos daños como grietas en los muros laterales del inmueble pero lo peor fue el susto"

Desde la ciudad de Holguín, un vecino cuenta a este diario que en un principio no distinguió que el movimiento era de tierra: "Pensé que era un mareíto de hambre". Más tarde, cuando llegó a su casa, comprobó que todo el vecindario lo había sentido.

Los sismos llegan al oriente cubano cuando apenas se recupera del impacto del huracán Oscar, hace tres semanas, que dejó ocho muertos y dos desaparecidos, numerosas inundaciones, pérdidas en la agricultura, derrumbes, comunidades incomunicadas durante varios días, así como graves afectaciones al servicio de electricidad.

La Isla registró en 2023 un total de 7.475 sismos, de los cuales 14 fueron perceptibles, según el resumen anual del Cenais. Las magnitudes oscilaron de entre menos de 3 hasta 5,9 en la escala de Richter.

Se han documentado en Cuba otros terremotos de gran magnitud como el de 6,7 grados Ritcher, registrado en febrero de 1932, y los de 6,9, acaecido en 1991, y 7,1, de 2020, ambos localizados en la provincia de Granma.

Cerca del 70% de los temblores de tierra se reportan en la falla de Oriente, ubicada a lo largo de la costa sureste de la Isla.