Un descarrilamiento en Matanzas bloquea la principal línea de tren en Cuba

Las autoridades no hicieron estimaciones sobre el tiempo que demorará reparar las vías

La locomotora descarriló en el municipio matancero de Jovellanos
La locomotora descarriló en el municipio matancero de Jovellanos / Cubadebate
14ymedio

12 de septiembre 2024 - 21:52

La Habana/El descarrilamiento de otro tren, esta vez en el municipio de Jovellanos, Matanzas, vuelve a traer a la luz pública el mal estado de los ferrocarriles cubanos. Según un reporte de la prensa oficial, que asegura que no hubo fallecidos ni heridos, la locomotora del Tren Extra 69 se salió de las vías este jueves a las 5:35 de la mañana, lo cual provocó que volcaran tres vagones.

El accidente, ocurrido en el kilómetro 151, entre las estaciones de Quintana y Jovellanos, dañó unos 100 metros de vías y, por tanto, inhabilitó el paso por la Línea Central, el tronco del ferrocarril de la Isla, que conecta La Habana con Santiago de Cuba.

De acuerdo a la nota publicada en Cubadebate, que cita a la Dirección General de Ferrocarriles, la ruta del tren nacional de pasajeros número 14 se vio interrumpida debido al accidente, y ahora los viajeros se encuentran en la estación de Santa Clara, en Villa Clara –provincia a la que se dirigía el tren descarrilado–, hasta que pueda reanudar el recorrido.

Las autoridades no hicieron estimaciones sobre el tiempo que demorará reparar las vías y se conformaron con asegurar que “se trabaja en solucionar la afectación para restablecer el tráfico de los trenes en el menor tiempo posible”, además de añadir que se garantiza “la atención de los viajeros durante su estancia” en Santa Clara.

Se volcaron tres vagones de los 16 que llevaba el tren, y que pertenecen a la empresa mercantil FerroMar
Se volcaron tres vagones de los 16 que llevaba el tren, y que pertenecen a la empresa mercantil FerroMar / Cubadebate

“Las tres planchas portacontenedores volcadas –de las 16 que trasladaba el tren, y que pertenecen a la empresa mercantil estatal FerroMar– fueron las número siete, ocho y nueve en la formación. El resto de los equipos, incluida la locomotora, no sufrieron daños”, añade Cubadebate.

El mal estado de los ferrocarriles, en los que se trasladan muchos cubanos debido a la escasez de transporte interprovincial, mantiene en vilo a muchos viajeros. El pasado abril una locomotora que trasladaba crudo hacia la pequeña refinería Sergio Soto, en Cabaiguán (Sancti Spíritus), descarriló y dificultó no solo el funcionamiento de la industria, sino el paso de trenes de pasajeros hacia Santiago de Cuba.

La importancia del traslado de combustible hizo que entonces se convocaran a ingenieros y empresas de provincias vecinas como Villa Clara o Matanzas, que llegaron con sus equipos para reparar las líneas en tiempo récord. El transporte de pasajeros, no obstante, tiene menos prioridad, y es posible que los viajeros deban esperar mucho más tiempo.

Las autoridades, por su parte, se cuidan de aclarar si estos descarrilamientos se deben al mal estado de las vías o de los trenes y las promesas de investigaciones nunca recaban respuestas. Tanto las máquinas, como las líneas, no obstante, se encuentran en estado crítico, lo que ha llevado al Gobierno a aplaudir como un hito cada vez que una nueva ruta –o una en desuso– se inaugura.

Según expuso el pasado marzo en la Mesa Redonda Lisvany Fernández Rivero, director general en funciones de la Administración de Transporte Ferroviario, el 67% de las vías y el 40% de las obras de infraestructura necesita mantenimiento.

Asimismo, el funcionario cifró en 900 millones de pesos anuales las necesidades del ferrocarril, de los que buena parte son en divisas, concretamente 25 millones de dólares “para materiales, insumos y piezas”. Las cifras concretas revelaban incluso mejor la catástrofe: para el mantenimiento de la vía férrea se necesitan entre 60.000 y 80.000 traviesas de hormigón anuales, pero en 2023 solo se logró financiación para 15.000. Para colmo, su producción en la Isla cayó de 51.600 en 2018 a apenas 7.200 en 2023.

La escasa maquinaria también afecta al sector, del que dependen el transporte interno no solo de pasajeros, sino de productos clave como el combustible, los alimentos de la canasta básica y el azúcar de la zafra. Para todas estas gestiones, estiman las autoridades, se necesitarían unas 34 locomotoras de gran porte, pero hasta marzo solo contaban con 12.

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