Despedida del Calixto García y del sistema de Salud la empleada que filmó el cadáver de Paulito FG

La Habana/La difusión de un video del fallecido cantante Paulo Fernández Gallo (Paulito FG) en el hospital Calixto García de La Habana dejó a muchos usuarios de redes sociales con los pelos de punta. Este sábado, una semana después del accidente automovilístico del artista en el Malecón, las autoridades han concluido una investigación y señalado al culpable: una técnica de electrocardiogramas del centro, que filmó a escondidas el cadáver.

El suceso, calificado por los medios oficiales y el propio público de “morboso” y “falto de ética”, fue informado por el vocero del régimen, Humberto López, en un espacio del noticiero de Televisión Cubana. “Me explicaron en el Calixto García que el mismo sábado en la noche supieron de la publicación del video y que el domingo, amaneciendo, se creó una comisión con directivos y profesionales del hospital. Lo primero que hicieron fue identificar quiénes tuvieron cualquier tipo de relación o de vínculo con la atención del paciente. Resultado: 13 personas”, detalló.

López no mencionó ni una vez el nombre de Paulito FG, y se limitó a llamarlo con eufemismos como “el querido artista”. Tampoco fueron reveladas las identidades de los médicos que lo atendieron en el hospital o de la sanitaria que, tras ser señalada como responsable de difundir la grabación, enfrenta la separación del hospital y una “inhabilitación en el ejercicio de la profesión”.

No obstante, el vocero ofreció todo tipo de detalles sobre el suceso. Tras decretar la muerte del artista –según los protocolos internacionales, acota–, el cuerpo fue trasladado a un salón al que accedió la trabajadora con el teléfono “escondido en la ropa” y “haciendo comentarios impropios y contrarios a la ética y al respeto”.

"Las 13 personas que tuvieron contacto con el paciente fueron entrevistadas por una comisión del Ministerio de Salud Pública"

“Las 13 personas que tuvieron contacto con el paciente fueron entrevistadas por una comisión del Ministerio de Salud Pública. De esas 13, 12 coinciden en que la voz que se escucha en el video es de la técnica de electrocardiograma. Esas 12 personas saben perfectamente quién es, no tienen la más mínima duda”, zanjó López.

En un primer momento, añade el vocero, la trabajadora negó tener alguna relación con el video. La respuesta, resalta López, cambió “minutos después”, cuando reconoció haberlo grabado pero sugirió que alguien más tomó su teléfono y lo compartió. Más tarde aseguró que se lo había enviado a su esposo y, por último –añade el vocero–, dijo: “Yo lo grabé, no se lo pasé a mi esposo, y no voy a decir nada más”.

López aprovecha para hacer una aclaración: la empleada “no es joven” y “acumula décadas de trabajo en la Salud y en el Calixto, concretamente”. Asimismo, hace hincapié en la gravedad del hecho. “La violación que ha cometido en el ejercicio de sus funciones es grave. La vergüenza pública que significa hacer algo como esto tiene que estremecer. No puede ocurrir nada así”.

La empleada fue notificada inmediatamente de su “separación” del hospital y el directivo del centro solicitó al director provincial de Salud de La Habana que inicie un proceso para inhabilitarla para trabajar en el sector sanitario. Las medidas pueden ser apeladas, subrayó el vocero.

López lamentó que un incidente así ocurriera en la Isla y recordó que existe un Código Penal que sanciona la divulgación de contenido sensible. Asimismo, añadió que el uso de las tecnologías de la información para facilitar un delito se considera un agravante frente a los tribunales.

En una vuelta de tuerca, que lo hizo pasar del regaño al cumplido, el vocero aplaudió la reacción unánime de rechazo

En una vuelta de tuerca, que lo hizo pasar del regaño al cumplido, el vocero aplaudió la reacción unánime de rechazo y “repudio” –“esta palabra es fuerte, pero es así”, acotó– ante “un acto tan detestable”.

La actuación de dos sanitarios que asistieron al músico tras el accidente y lo acompañaron hasta el hospital también fue motivo de celebración para López, que lo calificó de ser “un gesto solidario, como corresponde”.

La prensa oficial lleva semanas en una campaña contra la difusión de imágenes “dolorosas”. Es el caso de Jonathan Oliva, el niño que se ahogó en la capital durante un temporal y fue filmado mientras desaparecía por una alcantarilla.

Un accidente ocurrido esta semana en Matanzas, en el que murió una persona tras volcar e incendiarse una pipa con alcohol, obtuvo reacciones similares. Entonces, los medios señalaron la presencia de personas “indolentes” en el lugar del incendio “que por el ansia de tener la primicia de lo sucedido decidieron filmar con celulares escenas tan trágicas y dolorosas”.

Las imágenes del accidente de Paulito FG, en la intersección de la calle 12 y la avenida del Malecón, en El Vedado, también tuvieron una amplia difusión. El vehículo del artista de 63 años impactó contra un ómnibus Transtur, informaron entonces fuentes oficiales. Un día después, el músico fue despedido por cientos de personas y numerosos artistas que acudieron a la funeraria de Calzada y K.