Díaz-Canel analiza la "contingencia" de la basura en los barrios más limpios de La Habana

Cada municipio será apadrinado por un ministerio para que la recogida de desechos se realice con regularidad

La basura ha pasado a ser parte de la arquitectura del lugar.
La basura ha pasado a ser parte de la iglesia de San Nicolás de Bari y San Judas Tadeo. / 14ymedio
14ymedio

04 de octubre 2024 - 22:33

La Habana/Que Miguel Díaz-Canel pasee por los barrios de La Habana para admirar los titánicos basureros que pueblan la ciudad parece más escenario de rumores que una realidad. Este viernes, la prensa oficial relata la excursión del mandatario a las calles de la capital el día anterior, específicamente a Diez de Octubre, donde aseguran que las autoridades han dado con “la fórmula” para contener los desechos.

Recién llegado de una gira por Las Tunas y Holguín, Díaz-Canel asegura haber visitado el municipio habanero para comprobar las “buenas referencias del trabajo que se está haciendo” gracias al apadrinamiento de los ministerios de Agricultura y Trabajo y Seguridad Social, además del ojo avizor del Comité Central del Partido. La estrategia, repetida en innumerables ocasiones, es demostrar que solo con la intervención directa de la cúpula se cumplen las órdenes a nivel local. A la nueva cruzada estatal, Díaz-Canel la bautizó como la “contingencia del tema de la basura”.

Hasta el momento, se “han logrado recuperar parques antes llenos de basura, estabilizar la recogida de desechos sólidos, pintar contenes y chapear zonas invadidas por la hierba”, enumera Granma, que asegura que en las próximas semanas se sucederán otras visitas del mandatario al municipio para “conocer la experiencia” y replicarla en otras zonas de la capital que serán, a su vez, apoyadas por otros ministerios. 

“Hoy usted ve parques que antes estaban tristemente convertidos en microvertederos, llenos de niños, de adultos mayores, de estudiantes haciendo educación física. Es un ambiente diferente en cualquier horario del día en esos parques, aunque falta mucho por hacer, tenemos que seguir ganando en la cultura de detalle” describió en tono poético al mandatario Lisara Corona, primera secretaria del Partido Comunista en Diez de Octubre.

Finalmente el gobierno local se puso manos a la obra y sembró árboles, pintó contenes y “recuperó instituciones”

Finalmente el gobierno local se puso manos a la obra y sembró árboles, pintó contenes y “recuperó instituciones”, dijo la funcionaria, quien, no obstante, no está satisfecha y asegura que hay que involucrar a la población. “Hemos sumado a los centros de trabajo y les hemos dado la tarea de chapear, embellecer, pintar y engalanar sus fachadas con nuestros símbolos. Pero sentimos aún una insatisfacción”. Para que perduren los cambios, acotó, los propios vecinos deben involucrarse.

Tampoco pasó por alto a las pymes, a las que acusó de acaparar los vertederos dispuestos para los residentes. “Se genera mucho desecho, sobre todo de cartón, que ellos tienen que contratar con la Empresa de Materia Primas. Eso hoy no va a otro lugar que no sea los contenedores que usa la población”, dijo Corona.

La dirigente puso su empeño en demostrar a Díaz-Canel que se trabaja con ahínco y que las instituciones estatales “no tienen porqué estar feas, ni estar sucias, ni estar enyerbadas, eso no depende de recursos, depende de la voluntad de transformar, de tener un lugar bonito, agradable, de querer a la ciudad y de tener sentido de pertenencia por el municipio donde vivimos”. La incapacidad para recolectar los 30.000 metros cúbicos de basura que produce la ciudad a diario, sin combustible, camiones o trabajadores, fue pasada por alto.

De Díaz-Canel, solo una frase, con el usual voluntarismo, quedó plasmada en el artículo: “No (debemos) quedarnos nunca de brazos cruzados, lo que se está haciendo ahora demuestra que podemos organizarnos y hacer bien las cosas”.

"Esto uno nunca lo vería frente a una base del Minint o algún edificio importante del Gobierno"

Mientras se trabaja en otros “frentes” como la inversión extranjera, en la capital se movilizan equipos y trabajadores para ir limpiando la ciudad, asegura Granma. Este viernes, no obstante, 14ymedio visitó uno de los vertederos más grandes de la capital, ubicado en la confluencia de las calles San Nicolás y Rayo, en Centro Habana.

La montaña de basura rodea la iglesia de San Nicolás de Bari y San Judas Tadeo, este último muy popular en Cuba por considerarse el patrono de las causas difíciles. Las familias de los presos, de los balseros perdidos en el mar y de los migrantes que hacen la llamada ruta de los volcanes le rezan y llevan velas con frecuencia.

La basura, que se ha fundido con la arquitectura dispareja de la manzana, parece conformar ella misma plazas y glorietas alrededor de los edificios. Los desechos no solo se desbordan de los contenedores y abarcan toda la fachada de la iglesia –obstaculizando puertas y ventanas–, sino que incluso en el tendido eléctrico cuelgan zapatos viejos y deshilachados.

El vertedero ha atraído a numerosos “buzos”, que se acumulaban alrededor de los contenedores buscando baratijas y comida. “Esto uno nunca lo vería frente a una base del Minint (Ministerio del Interior) o algún edificio importante del Gobierno”, se quejaba una vecina del lugar. “Está aquí porque a nadie le importa que los fieles tengan que rezar el Ave María mientras se tragan las moscas”.

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