Disparidad de opiniones en la disidencia ante la apertura de embajadas
La Habana/(EFE).- La disidencia cubana reaccionó este lunes con opiniones divididas al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE UU, que algunos opositores reconocieron como un acontecimiento histórico mientras que otros cuestionan que vaya a suponer mejoras en la situación interna de la isla.
En declaraciones a Efe, el líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, dijo ver con "buenos ojos" el restablecimiento de vínculos aunque insistió en el riesgo de que este acontecimiento se convierta en algo solamente "simbólico".
"Seguimos insistiendo en que no van a haber cambios significativos en cuanto a la situación interna en Cuba porque el Gobierno se seguirá resistiendo a la necesidad de hacer reformas para garantizar un nivel de vida razonable", precisó.
Sánchez consideró que en esta nueva etapa ha habido "un efecto más mediático que sustantivo", por lo que observa con escepticismo la significación del hecho "para el cubano de a pie".
Por su parte, Berta Soler, la líder de las Damas de Blanco insistió en que lo sucedido este lunes "no es nada trascendental, nada que pueda beneficiar" al pueblo.
Cuesta Morúa: "Los que apoyamos el diálogo saludamos este restablecimiento"
Más optimista, Manuel Cuesta Morúa, del grupo opositor Arco Progresista, advirtió que este es un día "histórico", de "muchas expectativas" y que sobre todo significa "el fin de la excepcionalidad de Cuba con respecto al resto de Latinoamérica". "Los que apoyamos el diálogo saludamos este restablecimiento", aseguró a Efe.
Para José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), la distensión puede contribuir "muchísimo a nuestra lucha pacífica a favor del respeto de los derechos humanos y el llegar a una verdadera democracia en Cuba".
El activista apuntó que considera que con este paso se profundiza el proceso de normalización entre los dos países, aunque espera que los norteamericanos "no se olviden de que deben ser oídos todas los sectores de la sociedad civil".
Cuba y Estados Unidos inauguraron una nueva etapa en la historia común con el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas y reapertura de sus embajadas, lo que culmina la primera fase del histórico deshielo anunciado hace siete meses, el 17 de diciembre de 2014, por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.