Un documental en YouTube señala a los responsables de la tragedia de los Supertanqueros en Cuba

La Habana/Hace poco menos de un año que Duanys Moreno, el joven que reportó con su teléfono el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas, abandonó la Isla. Hostigado por la contrainteligencia cubana, se las arregló para escapar a Guyana con el objetivo de llegar a Estados Unidos cuando aprobaran su proceso de parole humanitario. Desde este último país, donde estrena un documental con material inédito sobre el siniestro que conmovió a Cuba en agosto de 2022, retoma la conversación iniciada con 14ymedio el pasado febrero.

Fue gracias a su canal de YouTube sobre aeronáutica, abierto en 2021, que logró recaudar los fondos necesarios para emprender el viaje. Estuvo varios meses en Guyana, trabajando en una tienda de artículos electrónicos y también en un supermercado.

Este sábado, Moreno lanza en YouTube un audiovisual sobre la explosión de los Supertanqueros en la bahía de Matanzas. "Lo hice en Guyana sin condiciones y no cuenta con una buena edición. No tenía computadora y tuve que trabajar en mi propio teléfono", reconoce. Sin embargo, "el contenido es bien preciso", garantiza.

El audiovisual analiza las distintas hipótesis sobre el origen de la explosión, como la de un sabotaje al Gobierno cubano. Sin embargo, se decanta por la explicación de que un rayo impactó la zona de los Supertanqueros y provocó, eventualmente, una "ebullición desbordante" del crudo. Moreno suma a la investigación, en todo momento, su testimonio como testigo presencial del desastre.

"Las medidas de seguridad fueron completamente violadas", denuncia el joven, que señala cómo el pararrayos del tanque estaba desconectado en el momento de la descarga

"Las medidas de seguridad fueron completamente violadas", denuncia el joven, que señala cómo el pararrayos del tanque estaba desconectado en el momento de la descarga y faltaban ocho chapas del domo geodésico que lo recubría, que debía estar herméticamente cerrado, un dato que se puede comprobar con las fotografías satelitales de Google previas al accidente. "El Partido Comunista ha prohibido hablar del tema a los trabajadores de la Unión Cuba-Petróleo (Cupet)", asegura.

Un familiar de Moreno, trabajador de la Base de Supertanqueros, advirtió a las autoridades del peligro que suponía el incumplimiento de las medidas de seguridad. Sin embargo, desoyeron sus argumentos.

Hasta el momento, garantiza el joven, el único sancionado por la tragedia fue el técnico de Seguridad y Salud del Trabajo de la base, "un señor de más de 50 años, de apellido Vega". No obstante, los verdaderos responsables son otros.

En primer lugar, señala a Edrey Ochoa, director general de la Empresa Nacional Comercializadora de Combustible, que el pasado 14 de abril "cedió su cargo" a la funcionaria Yarianna Guerra. A Ochoa –que conocía en detalle la precaria situación de los Supertanqueros– le fue ofrecido un cargo burocrático en La Habana para disimular "su mala gestión y su mal trabajo".

También Lidia Rodríguez, entonces directora de la división comercial de Cupet en Matanzas, fue promovida al cargo de auditora de su empresa a nivel nacional, para mantener su perfil bajo.

Alejandro Alfonso, jefe del Cuerpo de Bomberos de Mayabeque, es responsable –denuncia Moreno– de la muerte de los cuatro bomberos "no preparados" de su provincia. "No murió ningún jefe, murieron ellos", afirma.

Moreno también expone a quienes, mientras él intentaba reportar el siniestro minuto a minuto, lo detuvieron e interrogaron. El teniente Dayán Vázquez, de la Seguridad del Estado, cuestionó que el joven revelara los nombres de los fallecidos, cuando la prensa oficial los ocultaba. También fue acusado de llamar a un levantamiento, puesto que Moreno había pedido a los matanceros que evacuaran una zona de extrema contaminación por el humo del incendio. Además, le espetaron que no contaba con información exacta. "Perdieron su tiempo", porque con su salida del país pudo poner en circulación datos que, en la Isla, le hubieran costado ir a la cárcel, concluye.

La comunidad cubana en Georgetown, asegura, suele aprovecharse de la "inocencia" de los recién llegados para estafarlos

Ahora, dice a este diario, por fin puede disfrutar su libertad. "A Guyana le debo mucho, a pesar de que es un lugar donde hay racismo y mala educación. Es el país que me acogió en primer lugar. Hay gente buena, pero en su gran mayoría detestan a los cubanos". Sus compatriotas, lamenta, tampoco fueron de gran ayuda. La comunidad cubana en Georgetown, asegura, suele aprovecharse de la "inocencia" de los recién llegados para estafarlos.

Logró salir de allí cuando un familiar suyo, residente en Florida, lo ayudó a hacer el proceso para solicitar un parole humanitario en EE UU, en febrero. Los documentos estuvieron listos el pasado 2 de julio y, poco después, Moreno tomó un avión de Georgetown a Miami. "Llegué el 4, el Día de la Independencia en EE UU", remarca.

De Estados Unidos, dice, le sorprende "absolutamente todo". La vida funciona con un nivel de "detalle y precisión" tal –celebra– que no deja de ser abrumador. "Llevo cuatro días aquí y he visto tantas cosas nuevas". Ahora se propone comenzar su vida con el pie derecho, reunir dinero y, quizás, fundar un negocio. "Tengo muchos proyectos en mente", asegura, "y este es el país de las oportunidades".

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