Con la dolarización de la economía, Gaesa pretende arrebatar el control de las remesas a las pymes
Un informe de Emilio Morales para Cuba Siglo 21 señala que el conglomerado militar cubano se enfrenta a una "quiebra financiera"
Madrid/Las remesas a Cuba apenas alcanzaron los 1.113,45 millones de dólares en 2024, un 43,43% menos que en 2023, según los cálculos del último informe publicado por Cuba Siglo 21 y firmado por el economista Emilio Morales, que advierte de que la dolarización parcial anunciada por las autoridades no es más que un intento de recuperar la divisa que se le está escapando.
Como ya había avanzado Morales en el documento del pasado diciembre, el Grupo de Administración Empresarial S.A. (Gaesa) controlado por los militares apenas retuvo el 7,32% de las remesas, 81,6 millones de dólares, mientras que por los canales informales discurre el 92,68% restante, 1.031,85 millones. El desplome es espectacular, sobre todo si se compara con el año 2019, cuando la cantidad ascendió a 3.716,71 millones de dólares.
“Este descomunal declive ha tenido un fuerte impacto en la economía del país, dado que las remesas son el principal sostén de más de la tercera parte de la población cubana y su circulación en los mercados minoristas a su vez alimenta a las mipymes y trabajadores por cuenta propia”, señala Morales.
El desplome es espectacular, sobre todo si se compara con el año 2019, cuando la cantidad ascendió a 3.716,71 millones de dólares
El documento incluye un gráfico que permite visualizar la caída generalizada del monto total: solo hubo un año peor desde 2010: el de la pandemia. Esto no afecta en realidad a la población, que ha encontrado otros caminos para recibir la divisa y sin las relativamente elevadas comisiones que cobraban los intermediarios en el proceso, Western Union mayoritariamente. El golpe es para las arcas de Gaesa, que se ha visto, además “obligada en determinado momento a compartir el gran pastel del mercado minorista” con el sector privado.
Además, una nota publicada ayer en 14ymedio reseñaba un análisis del ex ministro de Economía José Luis Rodríguez, que señalaba "una sustitución de dólares en efectivo por envíos en especie (especialmente alimentos)".
Para Morales, las medidas anunciadas en el último año relativas a tope de precios, subidas de impuestos, regulaciones de importaciones o limitaciones en el comercio mayorista y para los trabajadores por cuenta propia tienen el mismo fin que la dolarización: favorecer a Gaesa. La finalidad es, incide, que sus empresas puedan recuperar el control del mercado minorista dolarizado y su banca haga lo mismo con el mercado cambiario.
El primer establecimiento con venta en dólares que se hizo popular en la Isla fue el que está ubicada en los bajos del hotel Muthu La Habana, el Supermercado de 3ª y 70, inaugurado nada más comenzar este año. Su buena marcha ha animado al régimen a extender el modelo, aunque ya lo tenía así decidido, pues el propio primer ministro, Manuel Marrero, lo anunció a finales de 2024 en el Parlamento. En adelante, Cimex y Tiendas Caribe abrirán cientos de establecimientos similares, hasta un 7% de todos sus comercios, que serán previsiblemente tan bien surtidos como este.
Para Morales, el objetivo es, “única y exclusivamente, satisfacer las necesidades parasitarias de Gaesa”, que se enfrenta a una “creciente quiebra financiera”.
Para Morales, el objetivo es, “única y exclusivamente, satisfacer las necesidades parasitarias de Gaesa”, que se enfrenta a una “creciente quiebra financiera”
En el informe, Cuba Siglo 21 destaca la importancia de las mipymes como competencia de Gaesa, a pesar de que no sean parte –aduce– de “un movimiento con libertad económica, ni tampoco haberse desarrollado en un ambiente de mercado con incentivos y condiciones adecuadas que permitiesen el real desarrollo de un genuino sector privado en el país”.
Pese a ello, se han convertido en un inconveniente para el conglomerado militar, ya que, además, se “rebelan”, a juicio de Morales, contra la bancarización. El gesto revela, según el informe, la desconfianza en las instituciones bancarias, aunque los datos indican que las empresas estatales también han sido refractarias a la medida.
El documento también analiza la función de un factor indispensable en la ecuación: los emigrados, que son quienes deciden no enviar el dinero y optan bien por sacar a su familia de Cuba, bien por las redes informales. “Las remesas no dependen de la voluntad del régimen ni de su aparato productivo, sino –exclusivamente– de la voluntad de quienes las envían desde el exterior. Y esa voluntad se ha quebrado”, advierte.
Otro elemento, en este caso exterior, son las sanciones internacionales. Morales considera que es una mala noticia para el régimen que la Administración de Donald Trump haya incorporado a Orbit –la empresa que gestiona las remesas en sustitución de la previamente sancionada Fincimex– a la lista de entidades con las que no se puede hacer negocios. No obstante, el impacto global puede ser mínimo, dado que el propio informe reconoce que es inferior al 8% el dinero que transita por este canal.
No obstante, el impacto global puede ser mínimo, dado que el propio informe reconoce que es inferior al 8% el dinero que transita por este canal
Morales carga contra las medidas del régimen, incluyendo las elevadas tasas sobre documentos como el simple pasaporte, e insiste en que solo mediante “la liberación total de las fuerzas productivas, comenzando por la agricultura y todo su aparato productivo y de distribución” se podrá satisfacer las necesidades de los cubanos. A ello, continúa, habría que sumar medidas que promuevan la inversión de los emigrados, también en grandes empresas, y, sobre todo, “demoler el monopolio de Gaesa”.
“El mercado de remesas ha sufrido un fuerte descarrilamiento, similar al de la industria azucarera, la cual prácticamente ya no existe, y muy semejante al que está sufriendo ahora mismo la industria del turismo”, resume en unas conclusiones en las que destaca la falta de voluntad y el inmovilismo del Gobierno, que impiden las soluciones.
“La oligarquía de Gaesa ha despreciado la oportunidad de convertir las remesas en un activo para estimular la inversión externa y desarrollar el país”, concluye el documento.