Ecotaxis, cocotaxis y ecomóviles solo resuelven el transporte cuando consiguen combustible

Sancti Spíritus/El desastre del transporte es una realidad palmaria para cualquier cubano y ya ni la prensa oficial se molesta en velar con eufemismos. Una nota publicada en Periódico26 este lunes da cuenta de ello desde el primer párrafo: “Un total de 11 rutas se deben mover por el municipio cabecera de Las Tunas, pero esta realidad se ve alejada de la verdad porque debido al alto déficit de combustible solo se logran cubrir de tres a cuatro de ellas, una cantidad que no satisface la necesidad de transporte de la población”.

Aunque el breve texto informa de la disponibilidad de triciclos eléctricos (o ecotaxis) y cocotaxis, no esconde que esta solución es levemente paliativa. El propio delegado provincial de Transporte, Reynaldo Reyes Silva, contó al diario oficialista que hay unas 22.000 personas que deben moverse diariamente en Las Tunas y que los vehículos con los que se cuenta para ello, incluso los “medios alternativos” que elogia en la entrevista, son insuficientes.

“Estos medios trasladan a unas 3.000 personas por toda la ciudad”, explica el funcionario, quien a continuación detalla la “mayor limitación”, relacionada con “la asignación del físico [es decir, la asignación de combustible] para los de combustión interna (cocotaxis), lo que hace que se reduzcan los recorridos”.

“Incluso el diseño lo han mejorado, porque al principio era un poco tosco”

La esperanza la centra en “los 20 triciclos eléctricos que se encuentran en funcionamiento y pueden mover de 1.800 a 2.000 pobladores”, esto es, menos de una décima parte de la población tunera.

Así, dice, juntarán las rutas de ecotaxis y cocotaxis, en una nueva piquera de cuatro vehículos que saldrá del hospital pediátrico Mártires de Las Tunas y, aunque servirá para toda la población, “tendrá como prioridad transportar las altas médicas del centro de salud”.

La perpetua escasez de combustible es una de las razones por las que la Isla ha apostado en los últimos años por la creación de transporte eléctrico, pero allá donde se ha implantado, al menos por ahora, resulta insuficiente. El pasado enero, en Sancti Spíritus se jactaban de haber puesto en marcha nuevos vehículos eléctricos, fabricados en la misma provincia, que “reportaron ingresos superiores al millón de pesos y trasladaron a más de 70.000 pasajeros dentro de la ciudad cabecera”.

Sin embargo, de los 50 “ecomóviles” previstos solo habían terminado 21, y de estos, apenas 5 eran los que estaban funcionando, precisamente por falta de energía, pues dependen de la red eléctrica para recargar sus baterías. Desde hace varios meses, la provincia figura entre las que más horas de apagones sufre.

Los espirituanos celebran la eficiencia y el precio de estos carros eléctricos, que llevan dando servicio en la provincia más de un año. “Incluso el diseño lo han mejorado, porque al principio era un poco tosco”, cuenta a este diario Miguel, un vecino de la ciudad, quien sabe de buena fuente que están usando piezas chinas “importadas por los militares a un precio baratísimo”.

La esperanza la centra en “los 20 triciclos eléctricos que se encuentran en funcionamiento y pueden mover de 1.800 a 2.000 pobladores”

Miguel asegura que, como cuentan las autoridades, “el servicio está funcionando bien: solo cuesta 10 pesos y no hay que esperar nunca en la parada más de 15 minutos”.

Otro experto expone su “pero”: “El tema está en las baterías y la manera de cargar las guagüitas. Donde las están guardando no tienen puertos de carga suficiente”. Y augura: “Los 10 pesos que vale no dan para mantener el costo del servicio. Todo eso viene de China y a China hay que pagarle”.

No es extraño, por lo demás, que el oficialismo pregone nuevas rutas de este tipo de transporte y los vehículos sean raros de ver. En La Habana, por ejemplo, en rutas como las de Playa los triciclos son “casi fantasmas”.

La primera ruta de Ecotaxis se inauguró en la capital en 2020, como un proyecto financiado principalmente por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) para “fomentar el empoderamiento de la mujer”, razón por la cual, todas las conductoras contratadas para ello eran entonces mujeres.