Edwin carga 800 maletas al día en el Aeropuerto de La Habana en condiciones muy precarias
"Ahora nos acaban de quitar la comida en el turno de la noche, y en su lugar nos dan un pan con cuatro lascas de jamón y un pomito de refresco"
La Habana/La última vez que Edwin quedó satisfecho con el almuerzo que le proporcionan como empleado de la Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios (Ecasa) en la Terminal 3 de La Habana fue justo después de levantarse la férrea restricción de vuelos por la pandemia de covid-19, a finales de 2020.
"Ese día nos sirvieron langosta enchilada", cuenta a 14ymedio Edwin, que no quiere dar su nombre real por temor a represalias. Desde entonces han pasado ya casi tres años y las condiciones de los trabajadores como él no han hecho más que empeorar.
"Ahora nos acaban de quitar la comida en el turno de la noche, y en su lugar nos dan un pan con cuatro lascas de jamón y un pomito de refresco", denuncia Edwin, quien asegura que a veces el paquete no incluye ni siquiera el pan: "Solo una lasca de jamón y un refresco dietético de cola". Por el día el panorama no es mejor. "Un pedacito de guayaba y jugo de tamarindo. ¿Quién se come eso para trabajar haciendo fuerza?", lamenta el joven, que refiere que diariamente carga unas 800 maletas de más de 20 kilogramos en el Aeropuerto José Martí.
Antes de la pandemia, rememora, los alimentos eran de calidad y había tres meriendas y un almuerzo en el turno de día y una comida fuerte y una buena merienda en el de la noche. "A las ocho y pico o nueve daban una, con pan bueno con jamón y queso y una latica de refresco; a las diez otra (un pan de bodega con pasta o mayonesa y refresco de polvito) y a las cuatro la última, igual que la anterior. Y el almuerzo y la comida de la noche eran bastante buenos: pollo o chuleta, o arroz amarillo, había sopa, refresco de pomo a granel o la latica, y casi siempre helado de pote. Siempre cinco productos".
Después de las medidas restrictivas, que comenzaron a levantarse en noviembre de 2020 y se eliminaron casi por completo un año más tarde, los vuelos fueron regresando a los aeropuertos cubanos, pero no así las prestaciones para los empleados. "En estos dos años ha faltado muchas veces el pan, cuando ante nuestras súper meriendas se elaboraban en el catering del mismo aeropuerto".
Además, el cuarto de empleados, sin ventanas, tiene el aire acondicionado averiado, con lo que la plantilla se la pasa, dice "casi en cueros con el calor que hace estos días"
Agotado y hambriento, Edwin lamenta: "Yo no sé cuántas operaciones exactamente hay diarias, pero American Airlines pasó de tres a casi 10, Delta tiene tres o cuatro operaciones, Magnicharters otras tres, JetBlue dos o tres, Vivaerobus como seis, Copa otros tantos, Conviasa unas cuatro, Argentina otra, y todavía faltan las europeas: Iberia, Iberojet, Air France... Así no se puede trabajar". El día que mejor ha estado el almuerzo esta semana, concluye, "la carne sabía a viejo y el chicharrón estaba rancio".
Las malas condiciones no se limitan a la comida. El joven asevera que también han reducido las pagas extras. "El trimestral al principio estaba bueno, ahora es una basura, poco más de 28.000 pesos, excepto el jefe, que no hace nada y cobró 58.000. Y encima te descuentan el 20%".
Además, el cuarto de empleados, sin ventanas, tiene el aire acondicionado averiado, con lo que la plantilla se la pasa, dice "casi en cueros con el calor que hace estos días". Para rematar, cierran los baños cuando se tupen y los trabajadores no tienen más remedio que buscar cualquier rincón para orinar: "Normalmente vamos fuera, detrás de un aire acondicionado, pero se ve desde el puente. La gente despidiendo de lejos y nosotros allá abajo, qué vergüenza".
Las precarias condiciones de los empleados estatales se pueden adivinar por su actitud ante el público. No es extraño, en el aeropuerto de La Habana, oírlos quejarse en voz alta de "lo malo" que estuvo el almuerzo ese día, o pedir a voces a algún compañero si bajó un bocadito o un chocolate del avión.
También ha crecido el fenómeno de empleados del aeropuerto que esperan a los viajeros a la salida del avión para "cuadrar" con ellos un paso más expedito por los controles y la Aduana a cambio de dinero. Así, se observa cómo pasan al viajero por la casilla VIP de Inmigración, lo ponen delante en la cola del chequeo de seguridad o le sacan las maletas de forma más rápida, incluso sorteando el carril rojo del pago de Aduana, siempre que visualmente no parezca traer importaciones a declarar.
________________________
Colabora con nuestro trabajo:
El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.