EE UU dio el 'parole' a un piloto que participó en el derribo de los aviones de Hermanos al Rescate

Luis Raúl González-Pardo estaba al mando de uno de los MiG 29 pero no disparó

González-Pardo, en el centro, junto a un grupo de pilotos de las Fuerzas Armadas cubanas
González-Pardo, en el centro, junto a un grupo de pilotos de las Fuerzas Armadas cubanas / Martí Noticias
14ymedio

17 de septiembre 2024 - 21:51

La Habana/“Todo, o la mayoría de las cosas que se han dicho, es falso”, fueron las últimas –y casi únicas– palabras a un medio de comunicación, Martí Noticias, del ex piloto de las Fuerzas Armadas de Cuba Luis Raúl González-Pardo, que vive desde el pasado abril en Estados Unidos gracias al parole humanitario. Después, colgó el teléfono al periodista Mario Pentón y borró su número de WhatsApp. 

González-Pardo estuvo implicado en uno de los episodios más tenebrosos del régimen cubano: el derribo, en 1996, de dos avionetas de la organización humanitaria de exiliados Hermanos al Rescate. También ocupó cargos civiles, como la dirección de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional José Martí, y su mujer sigue viviendo en la Isla, en espera de una visa para reunirse con él.  

“En este momento tengo una situación muy difícil”, dijo el ex piloto a Pentón este lunes. “Todavía no he decidido qué voy a hacer, o si voy a dar entrevistas o no, principalmente por algunas situaciones extra que tengo y que me pueden afectar”. 

El periodista también compartió este martes un documento interno del Departamento de Estado de EE UU, obtenido por Martí Noticias y fechado en 2016, en el que se pide acelerar su visa por ser un “facilitador” de viajes de alto nivel y un “contacto diplomático clave” a la hora de organizar intercambios entre ambos países. Su visita –para “observar de primera mano la cultura americana”– fue considerada de interés por parte de Washington, por lo cual se adelantó en dos ocasiones su entrevista consular. 

El caso de González-Pardo es uno de los más recientes de la oleada de altos cargos y miembros de las fuerzas de seguridad del régimen que recalan en Miami para vivir su “retiro”. Fotos suyas vistiendo el uniforme de las Fuerzas Armadas junto a varios pilotos de combate han circulado junto a la denuncia de los medios independientes. 

Según varias fuentes, González-Pardo fue el hombre que estuvo a los mandos del Mig 29 que persiguió a José Basulto –el líder de Hermanos al Rescate– hasta el norte del paralelo 24, en el estrecho de Florida. El propio Basulto confirmó este dato al piloto militar Orestes Lorenzo, que escapó a EE UU en 1991 y volvió, pese a los riesgos, a recoger a su familia. 

“Todavía no he decidido qué voy a hacer, o si voy a dar entrevistas o no, principalmente por algunas situaciones extra que tengo y que me pueden afectar”

A Lorenzo, amigo de González-Pardo, no le constaba su implicación en los sucesos de 1996. En 2017, pidió a las autoridades estadounidenses que extendieran la validez de su visado para asistir a una reunión de ex militares cubanos y a un viaje por los parques de Disney, Universal Studios y Kennedy Space Center Museum, en Florida. 

A bordo de dos avionetas Cessna de Hermanos al Rescate, los exiliados Carlos Costa, Mario Manuel de la Peña, Armando Alejandre y Pablo Morales murieron el 24 de febrero de 1996, el día en que González-Pardo y el resto del escuadrón les dieron caza. 

Tras conocerse que Washington dio el visto bueno a la vista del ex piloto, un aluvión de críticas y cuestionamientos por parte del exilio cubano ha caído sobre las autoridades estadounidenses. Los emigrados han señalado que, aunque no haya disparado contra las avionetas, las persiguió estando armado y a sabiendas de que aquellos a quienes hostigaba no podían defenderse.  

Uno de los factores clave para que aquella persecución tuviera éxito fue la información que pasaban a La Habana Gerardo Hernández Nordelo y otros cuatro espías, tenidos hoy como “héroes” del régimen y al frente de varios cargos relevantes. 

En el caso de Hernández –actual coordinador de los Comités de Defensa de la Revolución–, fue uno de los líderes de la llamada Red Avispa de la contrainteligencia cubana en Florida. Los integrantes de este grupo fueron arrestados en 1998 y solo retornaron cinco a la Isla, gracias a un intercambio de prisioneros durante la Administración de Barack Obama. 

La tragedia de Hermanos al Rescate volvió a ser tema de actualidad a finales del año pasado, luego de que la plataforma audiovisual Netflix produjera, en 2019, una película sobre la Red Avispa y ofreciera una versión manipulada de los hechos. Basulto demandó entonces a Netflix por difamación y llegó a un acuerdo del que no se revelaron los términos. A juicio del exiliado, la película hizo concesiones al régimen –que permitió filmar escenas en Cuba– y romantizó los crímenes de Fidel Castro. 

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