Las elecciones al Parlamento arrancan en Cuba con baja asistencia y menos entusiasmo

La Habana/La poca asistencia a los colegios electorales está marcando la jornada dominical en Cuba, donde este 26 de marzo las urnas han abierto desde temprano para ratificar a los 470 candidatos que ocuparán, por cinco años, igual cantidad de sillas en la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).

Aunque más de 8,1 millones de personas están llamadas a participar en el proceso, en muchos de los 23.648 colegios electorales se repetían esta mañana las imágenes de escasas filas, la mayoría de ellas en las primeras horas pero que han ido menguado en la medida en que avanza la jornada, según reportes recopilados por 14ymedio.

En varios colegios de los municipios de Centro Habana y Diez de Octubre, en la capital cubana, al filo de las nueve de la mañana apenas eran visibles los voluntarios que laboran en las mesas electorales y los niños, vestidos de pioneros, que tradicionalmente custodian las urnas.

"Aquí nada más que he visto ir a votar a los propios organizadores del Colegio y a una vecina que es funcionaria del Inder [Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación]", explica a este diario una joven artista residente en la barriada de Cayo Hueso en Centro Habana que decidió no votar este domingo.

Los viajeros que llegaban esta mañana a la estación de ómnibus en la ciudad de Camagüey también encontraron un colegio electoral ubicado en el local para dar facilidades a los votantes que estén lejos de sus zonas de residencia. No obstante, 14ymedio comprobó que muy pocos de los pasajeros se acercaron a la mesa para obtener una boleta.

"Vine a visitar a mi familia porque ahora fue que conseguí pasaje desde La Habana y si en el lugar donde vivo no iba a ir a votar, no lo voy a hacer aquí", alegaba un jubilado que esperaba en la estación para comprar un boleto de vuelta a la capital cubana.

La secretaria del Consejo Electoral Nacional (CEN), María Esther Bacallao, informó que hasta las 11:00 am habían votado 3.382.992 electores, para un 41,66% del padrón electoral básico de 8.120.072 electores.

En la ciudad de Sancti Spíritus tampoco se ha percibido en las primeras horas del día entusiasmo para participar en un proceso en el que los candidatos a parlamentarios necesitan recibir el respaldo de más del 50% de los votos emitidos válidos para ocupar su asiento en la ANPP.

Donde sí no han faltado largas colas en esta jornada es a las afueras de las panaderías, las tiendas y otros locales comerciales dedicados a la venta de productos básicos

El único colegio en el que se veía a más de una decena de electores esperando para ejercer el voto está ubicado en la Carretera de Zaza y sus habitantes son fundamentalmente militares. "En mi barrio hasta las personas mayores dicen que no van a ir a votar porque de todas formas eso no resuelve nada", advierte Yania, una joven residente en el centro histórico de la ciudad.

La baja asistencia que se percibe hasta el momento no sorprende a nadie, las dos ocasiones anteriores en que los cubanos han participado en un proceso electoral han sido en el referendo del Código de las Familias, en septiembre pasado, cuando la abstención fue casi del 26%, y en las elecciones municipales de noviembre, en la que alcanzó un histórico 31%.

En esta ocasión, varias organizaciones opositoras y activistas de diversos colores políticos llamaron a no participar en las elecciones, con la etiqueta de #YoNoVoto. La campaña por la abstención fue respondida por el oficialismo cubano que llenó los medios oficiales de llamados al "voto unido" para garantizar que los 470 candidatos resulten electos.

Desde tempranas horas, la policía política ha prohibido a varios observadores salir de sus casas, según denuncia Zelandia Pérez, coordinadora de la Comisión Cubana de Defensa Electoral y residente en La Habana. La Seguridad del Estado colocó una patrulla policial a las afueras de la casa de Pérez para impedirle observar el proceso electoral.

Donde sí no han faltado largas colas en esta jornada es a las afueras de las panaderías, las tiendas y otros locales comerciales dedicados a la venta de productos básicos. Los cubanos parecen hasta ahora más interesados en conseguir algo que poner en el plato que en ratificar en sus escaños a los parlamentarios de la próxima legislatura.

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