Entierran con honores a militares cubanos fallecidos en accidente de avión
La Habana/Los ocho militares cubanos fallecidos en el accidente de un avión AN-26, perteneciente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de la Isla, ocurrido el pasado 29 de abril en la provincia occidental Artemisa, fueron enterrados este jueves con funerales de honores militares en sus provincias de residencia.
Seis de ellos fueron sepultados en el panteón de las FAR en el cementerio Cristóbal Colón de La Habana, con una ceremonia a la que asistieron el ministro de las Fuerzas Armadas, el general de cuerpo de Ejército Leopoldo Cintra, y otros jefes militares, según informó la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN).
El presidente cubano, Raúl Castro, envió una ofrenda floral como tributo a quienes "al momento del deceso cumplían una honrosa misión de interés para la defensa" del país, refirió el reporte.
"Entre los siete oficiales y el suboficial que conformaban la tripulación del accidente aéreo había compañeros con una gran experiencia como instructores de vuelo, una trayectoria ejemplar que incluía el cumplimiento de misiones internacionalistas", dice la nota, leída en el noticiero estelar de la televisión cubana.
Los fallecidos son, el Teniente Coronel Leonardo Pérez Oliva y los Mayores Fidel Hernández Martínez, Rafael Torres Muguercia y Arturo Fonseca Pérez. También se encontraban en el vuelo los tenientes Yulieski Quesada Valera y Miguel Borrero Sánchez, el subteniente Rubén Lorenzo Martínez y el segundo Suboficial Yunieski Ramírez Acosta.
En ceremonia simultáneas, realizadas en las provincias orientales Santiago de Cuba y Las Tunas, también fueron inhumados con honores militares los otros dos militares que perdieron la vida a causa del siniestro.
El avión accidentado había despegado el sábado pasado desde el aeropuerto de Playa Baracoa, en el municipio de Bauta, a 30 kilómetros de La Habana, y colisionó contra la Loma de la Pimienta perteneciente al municipio de Candelaria
El avión accidentado había despegado el sábado pasado desde el aeropuerto de Playa Baracoa, en el municipio de Bauta, a 30 kilómetros de La Habana, y colisionó contra la Loma de la Pimienta perteneciente al municipio de Candelaria, en la provincia de Artemisa, a unos 70 kilómetros al oeste de la capital cubana.
Los datos preliminares indican que la causa del accidente pudo ser un "fallo técnico" del motor, según dijo a Efe un oficial de policía que custodiaba la zona donde se produjo el accidente.
No obstante, según el comunicado oficial divulgado tras el suceso, una comisión del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias investiga en estos momentos las causas del accidente.
Las aeronaves AN-26, de fabricación rusa, se utilizan en Cuba tanto para uso militar como para vuelos comerciales nacionales de Aerogaviota, aerolínea que pertenece al estatal Grupo Gaviota, que aglutina varias empresas del sector del turismo y que está controlado por las FAR.
Como antecedente más cercano, se recuerda que en noviembre de 2010 una aeronave ATR-72 de la compañía cubana Aerocaribbean se estrelló en un paraje rural de la provincia central de Sancti Spíritus, a unos 400 kilómetros al sureste de La Habana, con un saldo de 68 muertos, entre ellos, 28 extranjeros de 10 nacionalidades.