Una empresa eslovaca negocia la reparación de las termoeléctricas cubanas

La Habana/El ministro de Energía y Minas de Cuba, Liván Arronte, se reunió el pasado lunes con los directivos de la empresa eslovaca Ses Tlmace, con el objetivo de negociar un contrato de reparación de calderas en las termoeléctricas de Felton y Mariel. En su cuenta de Twitter, el ministerio calificó la reunión como un contacto "importante" con "el más alto nivel de dirección" de esa compañía.

No es la primera vez que Ses Tlmace viene al rescate del Gobierno cubano durante una crisis energética. En 2016, Ricardo Cabrisas, entonces vicepresidente del Consejo de Ministros, facilitó la firma de un contrato de 90 millones de euros entre esta empresa y la contratista cubana Energoimport, para impulsar la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM) entre 2016 y 2019.

La compañía eslovaca modernizó completamente la central termoeléctrica de Mariel, en un proyecto que fue definido por los propios directivos de Ses Tlmace como "el mayor plan de inversiones en la construcción de fuentes de energía en Cuba durante los últimos 20 años".

En aquel momento, el director general de Ses Tlmace, Martin Pastika, aseguró que veía "muchas más posibilidades" de trabajar en Cuba, pues "otras unidades del país también requerirán inversiones". En efecto, desde el año 2000 la compañía había puesto más de 100 millones de euros en el sistema energético de la Isla, "lo cual significa mantener una buena posición en el país y continuar nuestro trabajo en el proyecto de Moa", añadía Pastika.

Ses Tlmace es responsable del 40% de la modernización e instalación de plantas de energía en Cuba, aseguran las estadísticas de la compañía

Además de Mariel y Moa, Ses Tlmace planificó la modernización de la central termoeléctrica de Santa Cruz del Norte. "Como en el mercado europeo ya no es posible la búsqueda de fuentes tradicionales de energía, ganar para nosotros el proyecto Mariel es definitivamente una buena noticia", afirmaba en 2016 el directivo, pues el contrato se podía hacer con el propio Gobierno, sin intermediarios, lo cual ofrecía a la empresa una "posición única".

Ses Tlmace es responsable del 40% de la modernización e instalación de plantas de energía en Cuba, aseguran las estadísticas de la compañía. Renovaron en el año 2000 la termoeléctrica de Nuevitas, por un costo de 19,6 millones de dólares y, en 2006, la de Santa Cruz (30 millones de euros).

También ejecutaron proyectos petroleros en Cienfuegos, junto a Venezuela y la empresa cubana Cupet, y de extracción de níquel en Moa. Este último plan, el primero de Ses Tlmace fuera del sector energético, superó los 25 millones de euros.

Ses Tlmace, fundada en 1950 en la antigua Checoslovaquia, es una multinacional dedicada al diseño, fabricación y ensamblaje de equipamiento energético. Dependiente del grupo inversor J&T y del billonario checo Daniel Kretínsky, Ses Tlmace tiene sedes en Hungría, República Checa y también en Chile.

Según informa su sitio web, la compañía tiene más de 40 años de experiencia trabajando en Cuba, desde la época soviética. En 1997, la empresa colocó una agencia en La Habana.

Mientras Ses Tlmace se reúne con el Ministerio de Energía y Minas, un reportaje en el periódico Trabajadores señala la precaria situación en la que se encuentra el sector energético cubano, que acaba de sufrir un incendio en la termoeléctrica Felton, la mayor del país.

"Las carencias de piezas y partes se deben a los obstáculos impuestos por el bloqueo norteamericano a Cuba y a la difícil situación económica que atravesamos"

En contradicción con lo que reflejan los multimillonarios proyectos de Ses Tlmace, el texto describe "la añeja y sobreexplotada tecnología" de una termoeléctrica en Las Tunas.

"Las carencias de piezas y partes se deben a los obstáculos impuestos por el bloqueo norteamericano a Cuba y a la difícil situación económica que atravesamos", justifica el director de la central, que desconoce, evidentemente, los planes de inversión de Ses Tlmace. "Esos recursos hay que gestionarlos en el exterior a través de terceros y cuando aparecen nos cuestan muy caros, lo que complica más la situación", agrega.

Con "el overol y las manos atiborradas de grasa", el reportaje da en el clavo cuando define a los operarios del sistema energético nacional como "cirujanos de hierros viejos".

Sin embargo, ni las inversiones de Ses Tlmace ni los esfuerzos de los ingenieros locales parecen aliviar la crisis energética. El informe diario de la Unión Eléctrica sigue pronosticando afectaciones parciales y totales del fluido eléctrico. A pesar de estos límites, el pueblo cubano se ha acostumbrado a que los "horarios de apagón" rara vez se respetan.

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