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Se esperan en Cuba 11 ciclones y cinco podrían convertirse en huracanes

Existe un 35% de probabilidades de que la Isla sea afectada por un ciclón en 2023

El Insmet asegura que siete de los ciclones tropicales anunciados se formarán en el océano Atlántico, mientras que dos de ellos aparecerán en el mar Caribe y otros dos en el Golfo de México. (Cubadebate)
14ymedio

11 de mayo 2023 - 19:35

La Habana/Cinco de los 11 ciclones tropicales previstos para esta temporada por el Instituto Nacional de Meteorología de Cuba (Insmet) podrían convertirse en huracanes. El pronóstico oficial, emitido este jueves, señala que 2023 será un año de normal a poco activo en la formación de ciclones en la Isla, pero, no obstante, tiene el 35% de probabilidades de ser afectada por un huracán.

El Insmet asegura que siete de los ciclones tropicales anunciados –una categoría que engloba a las tormentas tropicales tanto como a los huracanes en que pueden evolucionar– se formarán en el océano Atlántico, mientras que dos de ellos aparecerán en el mar Caribe y otros dos en el Golfo de México.

Indicaron que hay un 40% de probabilidades de que un huracán que se forme en el Atlántico penetre en el Caribe, así como un 45% de que los que surjan en la región caribeña alcance la clasificación e intensidad de un huracán.

Además, explicaron que entre enero y marzo la temperatura de la superficie del mar en el Atlántico norte y el Caribe superó los parámetros normales y fue más cálida, lo cual contribuirá a que los huracanes se consoliden y ganen fuerza. También hubo un alza en la temperatura del Pacífico ecuatorial oriental.

Entre enero y marzo la temperatura de la superficie del mar en el Atlántico norte y el Caribe superó los parámetros normales y fue más cálida, lo cual contribuirá a que los huracanes se consoliden y ganen fuerza

La zona ya no sufrirá el enfriamiento ocasionado por el fenómeno conocido como La Niña-Oscilación del Sur (Aenos) –una variación periódica de la temperatura oceánica y atmosférica en el Pacífico ecuatorial con grandes consecuencias climáticas– y volverá a las condiciones neutrales, indicó el Instituto.

Sin embargo, se espera un "evento" causado por El Niño-Oscilación del Sur (Enos), el fenómeno opuesto a Aenos, que traerá consigo calentamiento y lluvias. "La mayor incertidumbre para esta temporada ciclónica radica en la intensidad que será capaz de alcanzar el evento Enos", advirtieron los especialistas.

En cuanto a la clasificación de normal a poco activa de esta temporada, el Insmet valora que la configuración de los "patrones circulatorios de la troposfera baja y media (hasta los seis kilómetros de altura)", durante el primer cuatrimestre de 2023, es similar la registrada en otras temporadas normales.

El Insmet volverá a emitir otro parte el próximo 1 de agosto.

Los ciclones que lleguen a la Isla este 2023 se añadirán al panorama de desabastecimiento, crisis de combustible y falta de insumos médicos, tres factores que hacen imposible garantizar la seguridad

Los cubanos ya están habituados al paso de huracanes por la Isla y a la devastación que producen tanto en las ciudades –donde no existen condiciones para asegurar los edificios ni los bienes– como en el campo, donde los cultivos suelen perderse. Los ciclones que lleguen a la Isla este 2023 se añadirán al panorama de desabastecimiento, crisis de combustible y falta de insumos médicos, tres factores que hacen imposible garantizar la seguridad de los ciudadanos frente a estos fenómenos.

En septiembre de 2022, el occidente cubano fue arrasado por el huracán Ian, que dejó un saldo de cinco muertos, 102.000 casas afectadas solo en Pinar del Río, el destrozo casi total de la cosecha de tabaco y una larga de temporada de apagones y miseria para los habitantes de la provincia. Tras su paso ocurrieron numerosas protestas sociales, especialmente una en la calle Línea de La Habana, por la lentitud de las autoridades en restablecer el servicio eléctrico.

Edil Sepúlveda, uno de los científicos del Instituto Goddard de la NASA, expuso el pasado enero que 2022 había sido el sexto año más caliente de la historia de que se tiene noticia. Como consecuencia, tanto el Caribe como México debían comenzar a prepararse para recibir huracanes más intensos y, hacia finales del siglo, un aumento de al menos dos metros del nivel del mar.

Vendrá "más de lo mismo" y "más intensificado", auguró el investigador, preocupado por las condiciones climáticas que podrían afectar la región en los próximos años. Su diagnóstico, atendiendo a los reportes del Instituto Goddard, es que "no vamos por buen camino".

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