"Tenemos poca esperanza de que aparezca viva", dice la familia de Felicia Gómez
Una sobrina de la mujer desaparecida hace tres semanas en Sancti Spíritus asegura que la Policía "ha detenido a personas, pero nadie habla nada"
Madrid/Sancti Spíritus/La desaparición de Felicia Gómez Díaz en Sancti Spíritus, hace 21 días, es un misterio que no se explican ni los familiares, ni los vecinos, ni la misma Policía. La mujer, de 67 años y residente en el poblado de La Ermita, en el municipio de Trinidad, fue vista por última vez el pasado 5 de diciembre, cuando salió a buscar dos vacas que, cuenta a 14ymedio una sobrina suya, Loraine Rumbaut, no llegaron a la hora que debían, por la mañana.
Aquel día Gómez Díaz salió de casa vestida con abrigo verde, licra, botas de goma y gorra azul del equipo de Sancti Spíritus, de acuerdo a la alerta por desaparición lanzada por sus familiares en redes, retomada en su momento por la plataforma independiente Alas Tensas. El llamado hacía hincapié en que “no padece ninguna enfermedad mental”.
“No ha cesado su intensa búsqueda por parte de familiares y amigos, las autoridades también realizan su trabajo, estamos desesperados pues es una persona muy querida por todos”, han pedido sus allegados en redes y medios independientes, agradeciendo “cualquier información sobre su paradero”.
“Las dos que ellos tenían extraviadas regresaron solitas al potrero, mi tía fue la que no regresó”
Según relata Loraine Rumbaut, una hora después de salir su tía de casa aquel jueves, el esposo, preocupado por su tardanza, salió a buscarla, y lo único que encontró fueron restos de vacas desmembradas. No las suyas, sin embargo. “Las dos que ellos tenían extraviadas regresaron solitas al potrero, mi tía fue la que no regresó”, cuenta.
A las tres de la tarde, sus dos hijas, una enfermera residente en Trinidad y otra en Cienfuegos –de donde es originaria toda la familia de la mujer–, junto a vecinos y otros allegados, estaban afanados en encontrarla.
En un principio, prosigue la sobrina de Gómez Díaz, también cienfueguera, “la búsqueda era de los vecinos y los amigos, porque la Policía hasta las 24 horas no declara como desaparecida a una persona”. En ese lapso, lamenta la mujer, “pudo dar tiempo a todo”. Cuando, siguiendo el protocolo, los agentes se pusieron a buscar, “llevaron un perro que tenía más hambre que no sé qué”.
“Hasta ahora no hay pistas de nada. Han detenido a personas, pero nadie habla nada, mi tía sigue desaparecida y nosotros, la verdad, la esperanza que tenemos de que aparezca viva es muy poca”, asevera Rumbaut. “Esa zona se peinó completa, por allí no sobrevoló un aura. Es decir, que la debieron de llevar bien lejos de donde viven, porque si no, te puedo asegurar que la hubiéramos encontrado, viva o muerta”.
En el campo donde residen desde hace más de 50 años, “todos los conocen”. De lo que pudo pasar, por el momento, solo tienen hipótesis. “Pensamos que las personas que tenían las reses las soltaron porque la conocían”.
Por su parte, dice, la Policía trabaja, pero aquella “búsqueda masiva está ya suspendida”. Al final, se resigna, aún no hay ninguna pista. “Donde único se resuelven las cosas es en Tras la Huella”, reprocha, refiriéndose al popular programa de la televisión oficial sobre el trabajo policial.
La alerta pide que cualquiera que tenga información se comunique con la nieta de Felicia Gómez, Jessica Cabrera Gómez, en el teléfono +5359996249.
Como suele ser habitual en los últimos años, son las redes sociales el canal por el que la población puede enterarse de estos casos, que rara vez da la prensa oficial. El silencio en los medios estatales ha sido tal que las desapariciones se pensaban un problema inexistente en la Isla.