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A falta de comida sabrosa y de luz, el Dinos Pizza de Cienfuegos pone mesas fuera para captar clientes

Muy atrás queda la época de esplendor de esta cadena estatal de restaurantes

Las mesas impiden cada fin de semana el paso por la acera frente al local. / 14ymedio
Julio César Contreras

07 de diciembre 2024 - 13:24

Cienfuegos/La estrategia de algunos comercios estatales de la ciudad de Cienfuegos que, a falta de platos apetitosos, buscan atraer clientes extendiendo el servicio más allá de sus muros, se parece al chiste que repetía hace décadas el humorista cubano Chaflán. Cuando la esposa le propone a su marido salir a comer fuera, él le responde: "Vamos a sacar la mesa para el patio".

Con manteles rojos, platos pequeños y hasta un cenicero, varias mesas del restaurante Dinos Pizza impiden cada fin de semana el paso por la acera frente al local. Los transeúntes deben sortear los obstáculos que cierran el camino, aunque nunca ven a nadie sentado en las banquetas, disfrutando de un aperitivo ni pagando la cuenta. "Hace falta mucho más que poner todos estos tarecos fuera para que la gente quiera comer aquí", opina una residente de las cercanías que se burla de la iniciativa.

Inspirados en las terrazas de restaurantes y cafeterías, muy comunes en Europa, los empleados han trasladado el servicio para el exterior de los comercios por aquello de que si los comensales no entran en busca de una sabrosa comida, entonces hay que salir a capturarlos aunque sea interrumpiéndoles el paso y causándoles algún que otro sobresalto si caminan distraídos por la acera.

"Solo un turista cae en esa trampa", sentenciaba un joven, cerca de las mesas, dispuestas como parte de una escenografía. La cadena estatal Dinos Pizza, gestionada por la Empresa Extrahotelera Palmares S.A., vende fundamentalmente comida rápida. En sus momentos de mayor esplendor, a inicios de este siglo, cuando el subsidio petrolero venezolano impulsó amplias inversiones en los servicios oficiales, la franquicia fue muy popular.

La crisis de suministros y la competencia de los negocios privados han golpeado duramente a los Dinos Pizza y otros negocios estatales. / 14ymedio

Sin embargo, la falta de presupuesto, la crisis de suministros y la competencia de los negocios privados han golpeado duramente a los Dinos Pizza, convertidos en locales poco visitados, mugrientos y con una reducida carta de ofertas. "Los trabajadores están tratando de que no lo cierren, pero ahora con todos los ajustes que han tenido lugar en el sector de la gastronomía exigen rentabilidad y un cierto volumen de ingresos que les cuesta mucho obtener", detalla a 14ymedio Julia, jubilada de Palmares y conocedora de los aprietos que atraviesa la empresa.

"Ahora, en boca de todos los directivos y funcionarios está el llamado encadenamiento productivo con los nuevos actores económicos, pero aquí en la ciudad de Cienfuegos son pocos los comercios estatales que han logrado eso". El Dinos que exhibe parte de sus sillas y mesas en la acera "no recibe ningún pago en divisas así que se le limita mucho comprar productos para los que se necesita moneda libremente convertible (MLC). Por ejemplo, si quieren brindarle a los clientes un mojito no pueden cerrar un acuerdo para adquirir botellas de Havana Club en una tienda en MLC".

"Varios locales que antes administraba Palmares se los han entregado a privados que tienen mipymes pero algunos siguen bajo gestión estatal, aunque está claro que dan pérdidas y, tarde o temprano, van a tener que cerrar", añade la mujer. "Los propios empleados tratan de demorar lo inevitable porque saben que, cuando pase a manos privadas, el Estado les va a proponer una plaza en un lugar peor. La mayoría no acepta el nuevo puesto y termina yéndose para su casa".

"Creo que esto es más para dar una cierta imagen de dinamismo comercial y de que esto es una ciudad normal", advertía a las afueras de una céntrica tienda, a pocos metros de El Prado, un cliente que se topó con una mesa, también en la acera, en la que se ofrecían botellas de vino dulce, vinagre y un ron "tan malo que ni etiqueta tiene". 

En una mesa, también en la acera, se ofrecían botellas de vino dulce, vinagre y un ron. / 14ymedio

El hombre apunta a otro motivo para la multiplicación de las ventas "de la puerta para afuera". "Aquí nos pasamos casi toda la jornada laboral sin electricidad, en esos lugares interiores no hay quien esté, ni los trabajadores lo soportan ni los clientes tampoco", detalla, y tras sus espaldas el interior del comercio se ve prácticamente a oscuras debido al apagón. "Sacar los productos para la calle es la única forma de poder venderlos, porque nadie quiere meterse en esa boca de lobo".

Las mercancías, los manteles y los tenedores a la intemperie se topan con otro grave problema: la falta de higiene. "En París o en Madrid se verán muy bonitas estas mesas casi en la calle, pero aquí hay mucha suciedad acumulada, mucha gente deambulando y pidiendo dinero, muchos animales abandonados que se te acercan para que les des algo de comida", lamenta otra cliente que solo leyó la carta de Dinos Pizza y, de inmediato, giró en redondo.

Aunque el nombre lleva el tradicional plato italiano, la decepcionada cliente no se topó en la tablilla del menú con esas cinco letras que son universales y se entienden en cualquier parte del planeta: pizza. "Hay mucho desgano, los empleados se mueven como en cámara lenta", remataba la mujer. Un turista que pasaba frente al restaurante terminó sentándose en una de las butacas frente al pequeño plato y el cenicero de cristal.

Por unos minutos, antes de que el viajero leyera la carta, aquel mantel rojo, con sus cubiertos, se asemejó a cualquier otro en una ciudad distante, donde las terrazas forman parte de la gastronomía local y son las preferidas de los clientes. Esa impresión solo duró unos minutos, hasta que el hombre notó que estaba en medio de un decorado, se levantó y se marchó.

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