Por falta de personal, las funerarias recurren a presos para diversas tareas
La situación en Ciego de Ávila es dramática: ataúdes de pésima calidad y solo funcionan 8 de los 19 carros fúnebres asignados
Madrid/Carros fúnebres averiados, ataúdes de pésima calidad, escasez de flores para elaborar coronas y falta de mano de obra para mantenimiento y limpieza de las instalaciones son los escenarios que dibujan el desastre de los servicios funerarios en Ciego de Ávila. Es el propio director de Servicios Comunales de la provincia, Luis Alberto Pérez Olivares, el que proporciona la información al periódico Invasor, en una nota publicada este lunes.
Uno de los “reclamos de la población” planteado por el diario oficialista es la mala calidad de los ataúdes. El director provincial de Comunales se defiende explicando que tienen una fábrica para responder a la demanda de las 21 funerarias existentes y que “trabaja bien”, pero que no pasa lo mismo con la materia prima.
“Se establecen contratos con los aserríos de la Empresa Forestal, pero la calidad de la madera es mala, y aunque se trata de hacer una selección dentro de lo que esté disponible, no siempre se consigue lo que se desea”, lamenta el funcionario. Antes, dice, “contaban con la asignación de un tipo de cartón prensado que permitía dar mayor consistencia a los ataúdes, pero hace años no se recibe”. Así, realizan “cajas de diferentes formatos con una terminación resistente, pero no es posible garantizar mejor apariencia, ni tampoco el cristal para cada una, por lo que solo se utiliza un pequeño cuadrado de vidrio en la funeraria”.
Además, carecen de personal “debido a los bajos salarios”, lo que los obliga a acudir a carpinteros y estibadores “de la Tarea Confianza”, es decir, a presos.
Existe falta de personal porque "los salarios son muy bajos y resultan poco atractivos"
La falta de mano de obra es preocupante en toda el área. Toda la provincia tiene un total de 158 trabajadores en los servicios necrológicos, que se reparten los trabajos de “limpieza de los centros, resane y pintura, además del trabajo de sepultureros y la coordinación”.
Pérez Olivares lo dice sin ambages: “Existe falta de personal para la limpieza de las funerarias y la tarea tiene que ser asumida por las coordinadoras y los propios choferes, ya que por ser una entidad presupuestada, los salarios son muy bajos y resultan poco atractivos”. Por eso, llama a la población “con propiedades en el cementerio a acudir al menos una vez al mes a dar mantenimiento a esas áreas y no despreocuparse se su limpieza”.
Otro de los problemas que aquejan a este servicio es la falta de carros fúnebres. Dos municipios avileños, Baraguá y Venezuela, por ejemplo, no cuentan con ninguno que les dé servicio. Los vehículos que deberían hacerlo forman parte de los que se encuentran parados en la provincia, que son la mayoría: 11 de 19. Solamente ocho se encuentran trabajando, precisa el funcionario.
Otros tres están “propuestos a baja”, es decir, para el desguace, y los demás, reparándose en la Empresa Integral de Servicios Automotores (Eisa). Solo dos carros son nuevos, recibidos el año pasado, cuenta Pérez Olivares, “pero los restantes son viejos con numerosos problemas”.
"Se valoró la posibilidad de que dos mipymes que cuentan con las condiciones asuman la reparación de esos carros"
El uso de los carros nuevos está reservado a los “traslados de los occisos hasta otras provincias, hecho que sucede con frecuencia, dada las características de los habitantes del territorio” y a los turistas extranjeros que fallezcan en la cayería norte.
El texto del diario oficialista, que reconoce que en Ciego de Ávila “no son pocos los escollos que hay que sortear cuando se acude a solicitar los servicios necrológicos”, recuerda que en reciente visita a la ciudad del ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, “se valoró la posibilidad de que dos mipymes que cuentan con las condiciones asuman la reparación de esos carros que ofrecen un servicio de alta sensibilidad para la población”.
Sin embargo, el plan parece ser solo eso, una posibilidad. Por lo que cuenta el directivo a Invasor, “hay habilitado un puesto de mando en la dirección provincial de Comunales y desde allí se monitorea el servicio para responder a las demandas de los municipios que no disponen de carros fúnebres, así como alguna rotura que se produzca durante un traslado”.
Todo ello hace que se produzcan demoras en el traslado de fallecidos, que no parecen solucionarse a corto plazo, aunque Pérez Olivares asegura que uno de los vehículos reparados se destinará a Morón en los próximos días.
Transporte, ataúdes y mano de obra no es lo único que les falta a los muertos avileños. También escasean las coronas, de lo cual el funcionario responsabiliza a “familiares que solicitan una cantidad mucho mayor” de las siete coronas por fallecido que puede garantizar la Empresa Comcávila, que cultiva los jardines, y mobiliario en las funerarias.
Eso sí, el directivo concede que “acudir a estos servicios representa un momento doloroso para las personas” y “no debiera agregársele otro malestar por inconvenientes de calidad”.
No es la primera vez que es noticia la precaria situación de los servicios necrológicos en la Isla, desde los cementerios, que llegan a ser profanados por ladrones de huesos, hasta los carros fúnebres, a menudo mermados por la falta de combustible y las averías.