A falta de trigo, Artemisa tendrá una fábrica de harina de yuca
La nueva industria cuenta con el suministro inicial del tubérculo, pero sus directivos no garantizan que la producción pueda seguirles el paso
La Habana/La Empresa de Cítricos Ceiba, ubicada en Caimito, Artemisa, ha apostado todas sus cartas a la construcción de una nueva fábrica de harina de yuca. Sin embargo, a pesar de la inversión que requirió la planta, sus directivos no pueden asegurar que la cosecha del tubérculo en la Isla estará a la altura de sus expectativas.
Alejandro Valdés, director general de la estatal, aseguró al diario provincial El Artemiseño que trabajan "sin descanso" en el montaje de la maquinaria, con una capacidad inicial de producción de 200 a 1.200 kilos por día. En pleno funcionamiento, aseguró el directivo, la tecnología permitirá obtener una tonelada de harina por cada dos de yuca fresca.
La operación requerirá un suministro estable del tubérculo y, aunque la cantidad requerida para el estreno de la fábrica está asegurada, Ceiba no cuenta con garantías de que la producción nacional de yuca pueda seguirle el ritmo. Dentro de un año, se requerirá como mínimo la siembra de 300 hectáreas para mantener la industria, con un rendimiento de entre ocho y 10 toneladas por hectárea.
La maquinaria es una donación del Proyecto de Apoyo a la Agricultura Sostenible (PAAS), ejecutado con el apoyo de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la ONG holandesa Hivos, dedicada a fortalecer la producción agrícola en la Isla. Valdés aseguró que desde junio del año pasado están "inmersos" en el montaje, pero reconoció que hubo retrasos porque no se tenía la "capacidad pertinente" para manejar la tecnología, lo que ha originado "variaciones en todo el proceso y ha sido un aprendizaje muy útil".
Dentro de un año, se requerirá como mínimo la siembra de 300 hectáreas para mantener la industria, con un rendimiento de entre ocho y 10 toneladas por hectárea
La escasez de materiales ha dificultado el cumplimiento de los plazos, agregó Orestes Leiva, administrador de la nueva industria, quien espera que la planta esté lista entre el 15 y 20 de febrero, si el ingreso de materiales se mantiene estable.
Valdés explicó que con las máquinas se cubrirá todo el proceso, desde el transporte de la yuca hasta su limpieza en un tanque donde una aspas retirarán su cáscara. Luego, se trasladará a un triturador y se secará en el horno a unos 400 grados, para finalmente moler y empaquetar la harina.
Los derivados de la yuca han servido de alternativa ante la escasez y el encarecimiento del trigo y otros cereales en la Isla, principalmente para la elaboración de pan que se distribuye en la canasta familiar normada. Su alto contenido de almidón la convierte en un alimento saludable y también usado para industrias como la farmacéutica y cosmética, e incluso se puede emplear para sustituir la malta en las cervezas.
Los derivados de la yuca han servido de alternativa ante la escasez y el encarecimiento del trigo y otros cereales en la Isla, principalmente para la elaboración de pan
Sin embargo, su uso en panadería no ha logrado la aceptación popular que señala a los panes confeccionados con una mezcla del tubérculo y harina de trigo como menos duraderos, de una masa más oscura y variaciones en el sabor. Para la mayoría de los consumidores, la utilización de la mandioca con estos fines redunda en un alimento de menor calidad.
Sergio Rodríguez Morales, director del Instituto Nacional de Investigaciones en Viandas Tropicales (Inivit) del Ministerio de Agricultura, señaló al diario oficialista Granma que el cultivo de yuca ha tenido varios "avances significativos", pero insistió en que se queda corto para cubrir la demanda para consumo humano, de animales e industrial.
Actualmente Cuba cuenta con cerca de 111.000 hectáreas cultivadas de yuca, la extensión más alta de la historia, aunque la meta del Ministerio de Agricultura es llegar a las 200.000 hectáreas en el "plazo más breve posible", señaló el técnico.
La nota de Granma, publicada en noviembre pasado, se refiere a que los productores ven en la yuca ingresos más rentables con la venta de cada quintal en 350 pesos. Raidel García, agricultor de Camajuaní, consideró que es una planta "insustituible en los tiempos actuales" porque se cosecha durante todo el año y sobrevive sin riego y aplicación de fertilizantes.
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