Una familia cubano-siria pide ayuda para salir de una situación "muy peligrosa"

En la ciudad de Latakia, Samir Jesús Mahmoud Gavira teme por su seguridad a pesar de las garantías dadas por los nuevos dirigentes de respetar a todas las minorías del país

Samir Jesús Mahmoud Gavira, un cubano-sirio de 34 años
Samir Jesús Mahmoud Gavira, un cubano-sirio de 34 años / Captura
14ymedio

15 de diciembre 2024 - 15:24

La Habana/Mientras casi un millón de sirios refugiados en Alemania dudan entre quedarse o volver a Siria tras la caída del régimen de Bashar al Asad, unas pocas familias cubanas piden auxilio para salir del país árabe y denuncian el abandono por parte de su embajada en Damasco, cuyo personal ha huido a Líbano.

Samir Jesús Mahmoud Gavira, un cubano-sirio de 34 años, explica a 14ymedio, desde la ciudad de Latakia, ubicada a unos 348 kilómetros al noroeste de Damasco, la desesperada situación que vive su familia. Entre bombardeos y cortes de electricidad que apenas dejan unas dos horas al día con energía, el hombre hace un llamado urgente a la comunidad internacional para salir del país.

"Aquí todo el mundo tiene armas en sus manos, hay muchos robos. Roban bancos, instituciones gubernamentales", describe, en un video filmado en la penumbra y enviado a este diario. En la ciudad de Latakia, con una significativa comunidad alauita, de donde proviene la familia del dictador Bashar Al Asad, Samir teme por su seguridad a pesar de las garantías dadas por los nuevos dirigentes de respetar a todas las minorías del país.

"Aquí todo el mundo tiene armas en sus manos, hay muchos robos. Roban bancos, instituciones gubernamentales"

Samir, de padre sirio y madre cubana, nació en Camagüey y tiene pasaporte cubano. Ahora clama por que su familia logre salir de Siria en dirección a España, país donde nació su bisabuelo. "Estábamos empezando el trámite en el consulado de España para lograr la nacionalidad a través de la Ley de Memoria Democrática pero ahora todo está cancelado", explica. 

Las autoridades españolas le han informado que no pueden hacer nada por la familia en tanto todavía no tienen pasaporte español. El consulado cubano también les ha dado la espalda. Tras la huída de Al Asad a Rusia, los funcionarios de La Habana se refugiaron en Líbano y, aunque el Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró que la seguridad de los diplomáticos estaba garantizada, un representante de Brasil reconoció en una entrevista que una de las sedes diplomáticas atacadas por los insurgentes fue la cubana.  

El embajador de la Isla en Damasco, Mariano Fernández Rodríguez, publicó entonces un mensaje en las redes sociales en que se ufanaba de la actitud del personal diplomático: "Un equipo de excelencia en momentos complejos siempre vence a pesar y en contra de cualquier obstáculo que se interponga": Sin embargo, el funcionario no dio detalles sobre la situación de los ciudadanos de la Isla residentes en ese país ni hizo referencia alguna a un plan para organizar su evacuación.

Samir se siente abandonado por la parte cubana y pone sus esperanzas en Madrid. "Estamos viviendo una situación de terror, con caos, robos generalizados y una proliferación incontrolada de armas. Hemos sobrevivido milagrosamente a dos días de bombardeos y disparos indiscriminados", escribió a un funcionario del consulado español en Damasco. "Solicitamos con carácter de máxima urgencia la evacuación de mi familia a España".

Para el cubano-sirio, en Siria existe "un creciente riesgo de conflicto sectario y la imposición de un gobierno islámico. La situación es extremadamente peligrosa e insostenible". Lo sabe porque ha vivido la guerra en carne propia. La región donde vivía cayó en manos del Estado Islámico y tuvo que trasladarse a Latakia en 2013 como refugiado internacional. "No pude regresar a mi casa porque estaba destruida, lo perdí todo".

"Solicitamos con carácter de máxima urgencia la evacuación de mi familia a España"

La madre de Samir, María Antonia Gavira Estévez, reside actualmente en Camagüey, tras haber vivido varios años en Siria donde trabajó como profesora. Su situación en Cuba es difícil debido a que "ya es una persona mayor" y la crisis económica que atraviesa el país la ha golpeado con dureza, detalla el hijo. En total son tres hermanos los que residen en Siria, Samir y dos hermanas, una de ellas vive en Tartus y la otra en Jableh.

Cuando comenzó el conflicto en Siria, Samir era estudiante de tercer año de la universidad en traducción inglés-árabe. La guerra le hizo perder su trabajo como actor de teatro. Su madre, que entonces vivía en Siria, describió con dureza el abandono que sufrían los cubanos por parte de las autoridades de la Isla. "La Embajada cubana nos da el trato de perros, estamos a punto de morir achicharrados", denunció entonces en una carta a un amigo en Nueva Jersey. 

"No les era difícil poner un avión, y sacar a las más de 200 cubanas que estamos aquí en todo el país", dice el mensaje de Gavira Estévez, "pero les gustaría escuchar que estamos muertas todas". "Ninguna embajada dejó [abandonados] a sus ciudadanos, solo la cubana", subrayó con indignación. Hoy, los hijos de Gavira Estévez vuelven a estar en la misma situación de abandono, un desamparo que Samir denuncia a pesar del miedo, los bombardeos y los apagones.

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