Algunos familiares de los 13 desaparecidos critican la decisión de los militares de retrasar el rescate
- Se conocen más detalles sobre las víctimas de la explosión de Melones, en Holguín
- La alerta se ha extendido a Sancti Spíritus, donde helicópteros sobrevuelan los silos de armamento de la carretera de Zaza
Holguín/“Se está haciendo lo que se puede”. La respuesta de las autoridades es invariable al acercarse a los familiares de los 13 militares desaparecidos tras las explosiones ocurridas el martes en la base de Melones, del municipio de Rafael Freyre, en Holguín. Según explica a 14ymedio la tía de uno de los jóvenes reclutas afectados, que pide anonimato, los propios funcionarios del gobierno local visitan los domicilios, pero no son capaces de dar a las familias información concreta.
Confían, dice esta misma fuente, en que los soldados –nueve reclutas del Servicio Militar Activo (SMA) y cuatro oficiales– “hayan logrado entrar a un túnel de seguridad que hay cerca del lugar de la explosión, al que tenían acceso”. La mujer prosigue: “Dicen que cuando logren bajar la temperatura del lugar van a buscar ahí específicamente, porque es la única esperanza de encontrarlos con vida”.
Uno de ellos, Leinier Jorge Sánchez, de tan solo 18 años, es hijo de Gretel María Franco, secretaria del presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Rafael Freyre, Alexis Driggs Gómez, según confirmaron a este diario varios vecinos del lugar.
La onda expansiva de la explosión que sucedió "los impactó a todos, arrojándolos al piso"
El propio Driggs Gómez fue herido en una de las deflagraciones, tal y como asegura Granma en una nota publicada este jueves: “Lleva en la frente, entre los ojos, la huella del impacto de un fragmento de vidrio expedido por la primera gran explosión que se produjo en la Unidad Militar”. El texto detalla que el presidente municipal, junto a varias autoridades militares, “habían llegado hasta las proximidades de un silo incendiado, donde el jefe militar les explicaba la magnitud del peligro que amenazaba a los residentes en las cercanías y la necesidad de realizar una rápida evacuación”.
La onda expansiva de la explosión que sucedió, prosigue la nota, “los impactó a todos, arrojándolos al piso en medio de una nube de partículas, tierra y polvo que volaba en todas las direcciones”.
Tras ese primer estallido, “sobre las dos de la madrugada”, declaró a Granma Yamilé Suárez Serrano, uno de los evacuados del caserío de Sao Nuevo, cuyo domicilio fungió como “puesto de dirección” las primeras horas, “se puso en marcha el aviso” y “posteriormente llegaron los medios de transporte”. Los primeros evacuados fueron los ancianos, los niños y las mujeres embarazadas, precisó la misma fuente, que además es madre de la delegada del Poder Popular en la zona.
El periódico del Partido Comunista no precisa cuántas explosiones hubo en total, pero en los videos difundidos en redes sociales por testigos presenciales se puede ver al menos dos que ocurrieron de día.
En la tarde del miércoles, dice el diario oficialista, “un grupo de prensa tuvo acceso a los espacios más próximos posibles a las obras soterradas siniestradas”. “Columnas de humo aún coronaban varias elevaciones”, describen también, si bien “desde la madrugada del miércoles no se reportaron explosiones”.
Más de 490 residentes en la circunscripción rural de Sao Redondo, refiere la información oficial, fueron trasladados a “sitios seguros”, al igual que vecinos de Sao Nuevo, El Cerro y el propio poblado de Melones. Las fuentes de Granma destacaron “la creación de brigadas campesinas” que custodian “las viviendas con las pertenencias de los trasladados a centros de evacuación y protegidos en casas de familiares y amigos, en la cabecera municipal y en otros lugares”.
El general Ramón Pardo Guerra, de 88 años, calificó el suceso de "desastre de origen tecnológico"
El reporte también indica que “la vigilancia es constante con el empleo de diversos medios, entre ellos vehículos aéreos no tripulados (drones)”. Según fuentes de 14ymedio, la alerta es en todo el país. En Sancti Spíritus, se ven este jueves “helicópteros sobrevolando la ciudad en la parte norte, específicamente sobre los silos de armamento de la carretera de Zaza”, dice un ex recluta del SMA en esa zona. “Además, se ve el trasiego de carros con militares yendo y viniendo”.
En la prensa oficial, las autoridades esgrimen que mostraron “valor y responsabilidad” y que en la “zona de mayor peligro” han estado “desde el primer momento”, los “principales jefes del Ejército Oriental y de la Región Militar de Holguín, al igual que Joel Queipo Ruiz, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y primer secretario de la organización en territorio holguinero, y Manuel Hernández Aguilera, gobernador de Holguín, así como los integrantes del Consejo de Defensa del Municipio y otras autoridades locales”.
El jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, el general Ramón Pardo Guerra, de 88 años, calificó el suceso de "desastre de origen tecnológico", sin precisar por qué usaba este término, aunque agregó que se seguía investigando las causas.
Sin embargo, la opinión de los familiares, que se desahogan en redes sociales, es muy distinta. Así, Jesús Antonio, tío del desaparecido Liander José García Oliva. “Siento que no se está haciendo lo correcto, siento que esos niños todavía están vivos pero no se está haciendo nada por salvarlos”, escribe el hombre en un post de Facebook. “Los están dejando a la suerte de Dios, porque sabemos que no han hecho el intento de buscarlos. Y lo que más duele es que tuvieron el valor de arriesgarlos a todos, pero ahora nadie de ellos se quiere arriesgar por esos niños, a los que obligaron hacer el trabajo sucio que no les correspondía”.
Jesús Antonio expresa que aún esperan el regreso a casa de los reclutas, y pide: “Deberían unirse todos los padres, familiares cercanos, lejanos y hacer que se cumpla, que dejen de mentir y hagan lo que tienen que hacer, que es dar la vida por tratar de salvar a los infelices a los que obligaron a estar allí”.
A su deseo se unen más comentaristas, como Yeikel del Valle, quien afirma que su ex cuñado y tío de su hija también se encuentra entre las víctimas, o Camila Ching, quien dice: “Muy cierto, tengo al hermano de una amiga querida en esa lista y los tienen sin respuestas, no es justo dejarlos a voluntad de lo que pueda sucederles”.
Del mismo modo opina Leandro Pérez Alberteriz, que se dice “disponible por si necesitan voluntarios”: “Muy bien escritas esas palabras. Yo también tengo a mi primo hermano allí entre los desaparecidos y no hacen nada por sacarlos”.
A partir de testimonios de los familiares y comentarios sueltos en Facebook es que se puede reconstruir retazos de las biografías de los desaparecidos.
Entre los nueve reclutas del SMA, hay desde un entusiasta de los dibujos animados japoneses hasta un futuro chef, pasando por algunos a los que les faltaban solo unos pocos meses para desmovilizarse. La mayoría son residentes de las cercanías de la base de Melones o de otros municipios holguineros.
Leinier Jorge Sánchez, de tan solo 18 años, es hijo de Gretel María Franco, secretaria del presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Rafael Freyre
Junto a los mencionados Leinier Jorge Sánchez y Liander José García Oliva, la lista de reclutas la integran Brian Lázaro Rojas Long (de la comunidad de Esterito, en el municipio de Banes), Yunior Hernández Rojas (originario de Holguín), Rayme Rojas Rojas (nacido en 2004), José Carlos Guerrero García (de tan solo 19 años), Frank Antonio Hidalgo Almaguer (vecino del municipio de San Andrés), Carlos Alejandro Acosta Silva y Héctor Adrián Batista Zayas (de Las Tunas).
Entre los oficiales destaca el mayor Carlos Carreño (de Santiago de Cuba, casado y con un hijo), el muy joven segundo suboficial Orlebanis Tamé Torres, un grado militar que también lleva Yoennis Pérez Durán, graduado de ingeniería eléctrica, así como el mayor Leonar Palma Matos (también padre de un hijo).
Sus identidades fueron hechas públicas por el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias casi 12 horas después de que trascendiera el suceso, y tras largas horas de rumores e incertidumbre.
Este tipo de accidentes no son raros en instalaciones militares como la de Melones. En las primeras horas del suceso, se difundió por error –incluso por la prensa oficial– que el almacén siniestrado era el mismo que en 2020 sufrió también dos explosiones matinales en Gibara, a unos 50 kilómetros de Rafael Freyre.
Además, en junio de 2017 también hubo un hecho similar, esa vez en Santiago de Cuba, cuando se produjeron varias explosiones en el municipio de Songo-La Maya, cerca de la unidad militar de Ti Arriba.
Entonces, medio millar de vecinos fueron evacuados durante cinco días, sin que nadie les diera una explicación sobre el incidente, que tampoco causó más daños que las consecuencias, reportadas por los residentes, de dejar a sus animales abandonados durante varias jornadas.
El pasado 2024, tres trabajadores fallecieron en varias explosiones en la Empresa Militar Industrial (EMI) Ernesto Che Guevara, ubicada en La Campana, en la villaclareña Manicaragua. En estos casos, los accidentes ocurrieron cuando los empleados manipulaban artefactos potencialmente peligrosos.