Una feria empresarial sin autonomía
La Habana/El ambiente en Expocuba distó mucho del que atrajo la Feria Internacional de La Habana, meses atrás. Ahora con sus espacios sumidos en el silencio, recién se desarrolló en ese complejo la “Feria de Consolidación y aseguramiento Plan 2016”. Era la segunda edición anual de ese evento que reune empresas estatales.
Según la prensa oficial, durante las dos semanas que duró el encuentro, “se ejecutaron conciliaciones que suponen un crecimiento sustancial en la demanda con respecto al plan 2015”. El espacio habría sido propicio para que las empresas realizaran pedidos de productos y servicios entre sí. Según un participante, que conversó informalmente con 14ymedio, se concedió cierta autonomía para los acuerdos.
En cambio, en el pabellón del Ministerio de Construcción, el empleado de una empresa comercializadora de carpintería de aluminio descartó la cuestión de la autonomía. “Esto es empresa estatal socialista y las cosas bajan por la canaleta”, dijo, refiriéndose a las orientaciones dictadas a nivel central.
En otro sito, la representante de una entidad estatal fue un poco menos dura. “No todas las empresas que quieran pueden realizarnos pedidos a nosotros, por ejemplo”, explicó la muchacha. “Esto no es tan libre como para hablar de una autonomía completa”. La misma persona confirmó el aumento de empresas implicadas respecto a la edición anterior de la feria.
Por su parte, los medios oficiales informaron que “también se realizó un encuentro entre las comercializadoras mayoristas y las cooperativas no agropecuarias para lograr un acercamiento y conocimiento mutuo en el escenario actual”. El sector no estatal ha estado lamentando desde hace tiempo la ausencia de mercados mayoristas donde proveerse.
En una economía históricamente cerrada y planificada como la cubana, celebrar estas ferias incluyendo a los privados supondría el inicio de un proceso de apertura. Más de 5 mil participantes, tanto del sector estatal como de las nuevas cooperativas no estatales, confluyeron aquí. Los responsables del evento destacaron la entrega de “premios de calidad y diseño”, y aseguraron que “se logró en lo fundamental la realización de conciliaciones con vistas al plan de la economía del 2016”.
Sin embargo, Expocuba lució como muerto. Para las tres de la tarde de cada día, empleados de los diversos ministerios separados por pabellones parecían esperar la hora de irse a casa mientras conversaban relajadamente. Es la diferencia entre la economía controlada por el Estado y la actividad frenética que suele acompañar el mercado libre.