La fiebre de Oropouche llega a La Habana y las autoridades cubanas siguen en silencio

Varios vecinos de Centro Habana y Diez de Octubre aseguraron a '14ymedio' que padecen el virus

Entre los principales transmisores del virus de Oropouche está el mosquito 'Culex'
Entre los principales transmisores del virus de Oropouche está el mosquito 'Culex' / Granma
14ymedio

06 de junio 2024 - 15:24

La Habana/El virus de Oropouche, que hace una semana se extendía por Santiago de Cuba, Cienfuegos y más recientemente en Mayabeque, ya llegó a La Habana, donde se reportan casos en los municipios de Diez de Octubre y Centro Habana. La información, sin embargo, no fue revelada por las autoridades, que ni siquiera han confirmado el número de casos, sino por los propios vecinos de la capital, que conversaron con este diario.

En el barrio de Lawton, residentes en la calle Pocitos informaron de la presencia del virus en un edificio próximo a la calle 10, donde varias personas han mostrado la sintomatología asociada a la fiebre Oropouche y en el Consultorio del Médico de la Familia les han recomendado "descanso, no hacer fuerza y tomar mucho líquido", cuenta a 14ymedio uno de los infectados.

"Empecé a sentirme mal, luego llegaron las fiebres, que han sido bastante intensas y un gran dolor por todo el cuerpo", detalla el hombre, de 71 años y que prefiere el anonimato. "La enfermera de la zona nos dijo que parecía el virus nuevo que empezó por Oriente, pero no nos han hecho pruebas ni nada, estamos siguiendo lo que nos dijo pero estamos un poco nerviosos porque en este edificio todos somos personas mayores".

El hombre asocia el contagio que han sufrido varios residentes del edificio con la presencia constante de mosquitos

Según este vecino, a pocos metros del inmueble "hay un gran charco de agua estancada desde hace tiempo por una conductora que tiene un salidero". El hombre asocia el contagio que han sufrido varios residentes del edificio con la presencia constante de "mosquitos que salen de esa agua acumulada y que no nos dejan vivir, especialmente por las noches".

El virus, que tiene una incubación entre 4 y 8 días, aunque puede llegar a 12, y produce también mialgias, cefalea, escalofríos, erupción cutánea y a veces náuseas y vómitos persistentes. En el caso de los vecinos del edificio en Lawton, la fuente detalla que han tenido que guardar reposo "en cama, ha habido algunos ancianos que se han sentido muy mal pero hasta ahora nadie ha sido ingresado en el hospital".

Aunque en el contacto directo con los enfermos, varios trabajadores sanitarios se han referido a estos casos como contagiados con la fiebre de Oropouche, "no nos han dado ningún papel, ni sabemos si han reportado esto a otro nivel porque en los medios no vemos nada de que el virus ya haya llegado a La Habana". Para el hombre uno de los agravantes de la situación es "los problemas con la limpieza y la higiene que están en un punto crítico". 

Entre los principales transmisores del virus, que lleva el nombre de la comunidad Vega de Oropouche, en Trinidad y Tobago, donde fue descrito por primera vez en 1955, está el mosquito Culex, que justamente pone sus huevos en agua estancada y se alimenta de material orgánico y plantas.

Por décadas, los cubanos se han especializado en detectar al mosquito Aedes aegypti. Pero las diferencias entre ambas especies podría confundir a quienes tienen el ojo entrenado en identificar a este insecto de cuerpo muy oscuro y con rayas blancas, agente transmisor del dengue. En lugar de esas características, el Culex tiene un color marón claro o amarillo pajizo. La forma y la coloración de las larvas de ambos también dista un tanto y podría engañar a quienes inspeccionan tanques, charcos y reservorios de agua.

En la barriada de Pueblo Nuevo, en Centro Habana, este diario recogió también testimonios de posibles casos de Oropouche

La Habana, con una población de más de dos millones de habitantes, miles de inmuebles que sufren de hacinamiento, serios problemas con el abastecimiento de agua que obligan a sus habitantes a almacenarla y una crisis con la recogida de basura que ha llenado sus calles de montañas de residuos, es un escenario muy propicio para la expansión del vector y sus indeseadas consecuencias en la salud humana.

En la barriada de Pueblo Nuevo, en Centro Habana, este diario recogió también testimonios de posibles casos de Oropouche. "Un vecino que es carretillero y vino hace poco de Santiago de Cuba empezó a sentirse mal", cuenta una vecina residente en las proximidades de la calle Zanja. "Unos días después ya había varios casos con los mismos síntomas en la cuadra".

En el policlínico cercano les repitieron las recomendaciones: descanso, mucho líquido y esperar. Algunos vecinos cercanos a los contagiados han adoptado medidas por su cuenta, entre ellas dormir con mosquitero, mantener las puertas y las ventanas cerradas, algo bien difícil con las altas temperaturas que azotan la Isla, redoblar los cuidados sobre los niños y los ancianos, además de usar repelentes y otros métodos para alejar a los mosquitos.

"Pero es poco lo que podamos hacer porque en la misma esquina tenemos una loma de basura", lamenta la mujer. En un audio enviado por WhatsApp, la enfermera de la zona ha dado instrucciones claras y recomendado evitar las salidas innecesarias, revisar si hay algún foco de mosquitos dentro de la vivienda y aguardar "a que pase, porque es un virus y hay que esperar que el organismo se defienda de él".

Pero el alivio de los síntomas, que incluye desde analgésicos hasta alimentos, parece ser el problema principal para lidiar con la enfermedad. “Mi vecina, que lleva tres días con fiebre, no quiere comer nada, solo pide una sopa de pollo caliente, así que hemos tenido que ponernos entre todos porque ella tiene 83 años y vive sola, no tiene ni un huevo en el refrigerador”.

“Cuando fuimos a cocinarle la sopa, se fue la luz y en la casa de ella lo que hay es una olla arrocera y una olla eléctrica”, detalla. “Así que la pobre tuvo que esperar como cuatro horas para poderse tomar el caldo”.

El Ministerio de Salud Pública confirmó este martes que el virus de Oropouche también causa estragos en Mayabeque

El Ministerio de Salud Pública confirmó este martes que el virus de Oropouche también causa estragos en Mayabeque. Según las autoridades, la presencia de “síndromes febriles” en la provincia, especialmente en el municipio de San Nicolás, disparó las alarmas.

El doctor Ramón Aguilar Castillo, directivo de Salud en Mayabeque, aseguró que el virus fue detectado en los laboratorios del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí de La Habana a través de muestras tomadas a la población. Además aclaró que ya se realizan acciones en la provincia “para cortar la cadena de transmisión y lograr el control de la enfermedad en el menor tiempo posible”.

“Exhortamos a la población a trabajar de conjunto con Salud Pública en cuanto a la higienización, eliminar el enervamiento y los microvertederos”, dijo Aguilar.

Hace una semana las autoridades anunciaron los primeros casos de contagio de la fiebre de Oropouche en Santiago de Cuba, en los municipios de Songo-La Maya y cabecera, a los que se sumaron más tarde los municipios de Abreu, Rodas, Aguada y Cumanayagua, de Cienfuegos. La enfermedad, alertaron entonces, “puede encubrir dengue, chikungunya, zika, o fiebre amarilla”, pues tienen sintomatologías parecidas. 

Sin embargo, en ningún momento se reveló el número de casos, aunque explicaron que no hay muertes ni casos graves. Lo mismo ocurrió en el comunicado sobre la presencia del virus en Mayabeque, y muchos cubanos temen que el silencio de Salud Pública esconda más de lo que parece.

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