Fuerte operativo policial a las afueras del juicio por la muerte del rockero Mandy
Camagüey/Aunque proclamada como vista oral y pública, la causa 175 del 2015 se realizó a puertas cerradas y, también, a calle cerrada. Pudo ser un juicio más, pero el asesinato del joven Pedro Armando Junco, Mandy para sus amigos, ha desatado una ola de indignación en la ciudad de Camagüey, donde el joven roquero gozaba de gran popularidad. Su fallecimiento, en mayo pasado, ha trascendido el hecho de sangre para ser tratado por las autoridades como un asunto de alto impacto social, dada la visibilidad que ha tenido en medios independientes.
En la mañana de este viernes a las afueras del Tribunal Provincial de Camagüey, en la calle Cisneros, se congregó un nutrido grupo de personas que, bajo el lema Todos somos Mandy, acudió al lugar en demanda de justicia. La multitud fue intimidada por la presencia de oficiales armados, carros de patrullas y agentes de la Seguridad del Estado. En la sala del tribunal solo se permitió la presencia de seis familiares del fallecido.
Según declaraciones de Pedro Armando Junco López, padre de la víctima, "el juicio duró más de seis horas, la fiscalía pidió 30 años para dos de los acusados y 23 para los otros dos”. Ahora solo queda esperar que se dé a conocer en las próximas semanas la sentencia, que podrá ser apelada por la defensa.
Durante la vista, los magistrados afirmaron que los acusados (Yelko Martín Batista Williams, Carlos Eugenio Álvarez Germán, Raciel Antonio Vázquez Morales y Melson Sergio Varona Oduardo) actuaron "con absoluto desprecio por la vida humana contra trabajadores y jóvenes" al herir a tres personas y dejar sin vida a otra con la utilización de armas blancas a lo largo de la misma noche.
La comisión psiquiátrica legal determinó que no existen patologías que impidan a los implicados responder por sus acciones.
[Nota de la Redacción: Nuestra reportera fue detenida en la cercanía del tribunal mientras cubría para 14ymedio la manifestación de los amigos y familiares de Mandy. Fue despojada de su cámara fotográfica y sometida a un interrogatorio lleno de insultos, amenazas y chantaje.]