Menos del 1% de los ganaderos de Sancti Spíritus podrán vender carne de res a particulares

La Habana/Solo unos 80 propietarios de ganado, de los más de 15.000 de la provincia de Sancti Spíritus, cumplen con los indicadores impuestos por el Gobierno cubano para la comercialización de carne de res.

La "liberalización" del sacrificio, consumo y comercialización de la carne, anunciada en abril y largamente ansiada por los productores y ciudadanos que esperan ver, de vez en cuando, un trozo de proteína animal para llevarse a la boca, está supeditada al cumplimiento previo de las obligaciones impuestas por el Estado. Solo si se entrega al Gobierno la cuota correspondiente se podrá disponer del ganado.

"Hace rato que la actividad ganadera necesitaba algo más que reuniones, compromisos y contratos pocos realistas para sacudirse la improductividad, la ineficiencia, la alta cifra de muertes de animales, la falta de comida, el desvío y el sacrificio ilegal, entre otras debilidades", dice este viernes el diario Escambray, al mostrarse optimista con las nuevas medidas, que esperan cambien la ganadería espirituana "poco a poco".

"Hace rato que la actividad ganadera necesitaba algo más que reuniones, compromisos y contratos pocos realistas para sacudirse la improductividad, la ineficiencia, la alta cifra de muertes de animales, la falta de comida, el desvío y el sacrificio ilegal"

El medio oficial señala que son más de 80 los campesinos, privados o estatales, que pueden comercializar libremente la carne y que la cifra puede crecer "discretamente". Sin embargo, uno de los requisitos que exigen las autoridades para la venta es un "viejo problema" en Sancti Spíritus, asegura la publicación: aún existen 2.900 ganaderos sin tierras para el pasto de los animales, "algo increíble, pero cierto", comenta Escambray. Varios de estos campesinos "ya han solicitado terrenos al Estado".

Al anunciar los cambios, el ministro de Agricultura, Ydael Pérez Brito, advirtió: "Hace falta ser propietario de ganado con tierra, actualizar el control pecuario, alimentar el ganado, darle agua, preocuparse por la reproducción, cuidar el rebaño y que crezca, entonces se puede matar y comercializar la carne de res".

El productor que quiera obtener el permiso debe acudir a la Delegación de la Agricultura, que dispone de una semana para dar respuesta. Para ello debe "estar acreditado y actualizado como tenente en el registro de la tierra y en el de control pecuario; además, cumplir los compromisos del encargo estatal establecidos en el contrato y mantener el crecimiento del rebaño total; el tenedor de ganado sin tierra no está autorizado a matar, si quiere, debe pedir tierra", añadió Pérez Brito.

El ministro dijo, además, que los campesinos no podrán vender la carne directamente, se comercializará en la red especializada aprobada por el Gobierno del municipio, "cumpliendo las regulaciones sanitarias vigentes y a precio por acuerdo" y "también puede vender al Turismo".

Como bien enfatizó 'Escambray', la expectativa popular se ha concentrado "en la comercialización de carne", algo que el propio periódico admite, no es "accesible para la mayoría en corto tiempo"

En cuanto a la comercialización de leche, se deben cumplir primero con la entrega al Gobierno. Los productores que tienen entre uno y diez animales, por cada vaca debe aportar 520 libros mientras que los que posean más de diez, ceden 550 por cada res.

Solo habrá una excepción a los límites impuestos. Si la masa ganadera no ha crecido, pero se cumplió la entrega de leche y carne, se podrá sacrificar en la misma proporción autorizada.

Como bien enfatizó Escambray, la expectativa popular se ha concentrado "en la comercialización de carne", algo que el propio periódico admite, no es "accesible para la mayoría en corto tiempo", pues adelantó que los beneficios a corto plazo se verán en la comercialización de la leche y sus derivados.

El economista Pedro Monreal también se muestra escéptico al señalar que las toneladas anuales de ganado bovino entregadas para sacrificio "son bajas", aunque "estables", "con un crecimiento promedio anual muy pobre de 0,61%" en los 25 años. "No parece razonable esperar 'saltos' en carne vacuna", sentenció.

Durante años, el robo y sacrificio de vacuno ha estado fuertemente penalizado y se ha llegado a condenar a largas penas de prisión a integrantes de bandas dedicadas a este tipo de delitos. Mientras, algunos productores han llegado a simular accidentes con resultado mortal para sus vacas con el fin de poder comérselas o se ha falsificado el sexo del ganado en los registros para no declarar a las hembras y evitar tener que entregar su leche.

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