Bajo gestión privada, "el futuro Jalisco Park va a quedar estilo Hollywood"

La Habana/Las risas de los niños y el ruido de los aparatos se escuchaban antes de llegar a la esquina de 23 y 18 en El Vedado habanero, pero desde que el Jalisco Park cerró sus puertas, hace varios años, toda la zona enmudeció. Ahora, el centro recreativo ha pasado a manos de una mipyme que busca devolverle su antiguo esplendor y atraer nuevamente a las familias.

Donde antes daba vueltas el carrusel con los caballitos, se erguía la pequeña montaña rusa y flotaban los barquitos de colores, actualmente solo queda el terreno vacío sobre el que se colocarán las nuevas atracciones. "Esto va a quedar estilo Hollywood", bromea un empleado que este jueves custodiaba el recinto, ubicado a pocos metros del Cementerio de Colón.

El trabajador confirmó a 14ymedio que la gestión del emblemático parque de diversiones ha pasado a manos privadas y se espera que en los próximos meses comiencen a llegar los nuevos aparatos. Por el momento, una brigada de albañiles está reparando los muros exteriores que se habían ido deteriorando con el abandono y la falta de inversiones.

"Van a traer carros locos, otros aparatos muy modernos y va a conservar su nombre original", añade el empleado, que se siente optimista con el paso a gestores particulares

"Van a traer carros locos, otros aparatos muy modernos y va a conservar su nombre original", añade el empleado, que se siente optimista con el paso a gestores particulares. "Los niños van a recuperar este lugar que está muy bien ubicado y antes siempre estaba lleno".

Los vecinos cercanos también ven con buenos ojos que una mipyme se ocupe del parque recreativo. "Todo en este barrio giraba alrededor de este lugar, pero desde que lo cerraron se ha deprimido mucho la zona. Antes cerca del Jalisco Park podías comerte desde una pizza hasta un bocadito y ahora hay que moverse más lejos para encontrar cualquier cosa", comenta Josué, de 26 años y nacido en la barriada.

El parque contaba también con una plazoleta para espectáculos con payasos y magos. "Esa era la manera en que se ganaban la vida y cuando cerraron esa gente se quedó sin trabajo", explica el joven. "Recreatur [Empresa de Recreación y Turismo] era la que llevaba el parque y lo fue dejando morir porque no tenía recursos para repararlo. Los aparatos eran muy viejos y se fueron rompiendo poco a poco".

Cuando las atracciones originales comenzaron a pararse por roturas, Recreatur arrendó parte del espacio a trabajadores por cuenta propia "que traían muñecos inflables y también eran los que vendían los alimentos porque la cafetería estatal se quedó también sin suministros", recuerda Josué.

"Recreatur [Empresa de Recreación y Turismo] era la que llevaba el parque y lo fue dejando morir porque no tenía recursos para repararlo. Los aparatos eran muy viejos y se fueron rompiendo poco a poco"

No era la primera vez que el Jalisco Park languidecía. En los años 80 el centro recreativo también pasó un largo tiempo cerrado y la historia de su decrepitud inspiró al cantautor Carlos Varela a hacerle una canción. "A la montaña rusa la quisieron descarrilar, por todas las calumnias de la patria potestad y luego a mi amiguito el padre se lo llevó a montar el barquito y nunca regresó", dice el tema, uno de los más populares del trovador.

En los años 90 el local reabrió sus puertas, pero sin varias de sus atracciones originales. No obstante, siempre estaba muy concurrido debido a su céntrica ubicación, que contrastaba con el más glamuroso Coney Island, actualmente conocido como Isla del Coco y ubicado en el municipio de Playa, o el lejano Parque Lenin en las afueras de la ciudad.

"Las familias hacían el periplo de comer en la pizzería Cinecitta, pasar por el Jalisco Park y terminar luego con los niños en el cine", evoca otra vecina. "Los fines de semana esto se llenaba. Mis hijos tienen muy buenos recuerdos de este lugar y lo recuerdan grandísimo, aunque cuando uno se fija bien es un espacio pequeño para un parque de diversiones".

A pesar de que el nombre de la pequeña empresa privada que administrará el centro recreativo no se ha hecho público, los vecinos señalan al propietario de un cercano restaurante como el inversionista principal. "La pregunta que se hace todo el mundo es cuánto costará traer a los niños aquí", añade una de las entrevistadas por 14ymedio

. "Cada vez que reparan algo lo ponen en divisas o carísimo".

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